Espa?a firma un pleno entre sudores
El equipo de Bruguera logra un sufrido triunfo contra Ecuador gracias a Feliciano, Carre?o y el dobles (3-0), pero se deja dos sets antes del enfrentamiento con Rusia
Entre sudores y con bastante m¨¢s resistencia de la prevista, porque Ecuador asomaba a priori como un rival amable, falso anticipo, Espa?a firm¨® un pleno en su estreno en esta Copa Davis (3-0) y se jugar¨¢ ma?ana el pase a los cuartos frente a Rusia (16.00, #Vamos). Si se impone la l¨®gica y los rusos derrotan hoy a los sudamericanos, muy correosos este viernes en el debut, el equipo capitaneado por Sergi Bruguera deber¨¢ vencer para lograr la primera plaza del grupo o bien agarrarse a la calculadora y cruzar los dedos si cae, con el objetivo de convertirse en uno de los dos mejores segundos de la liguilla.
Necesitado de buenos est¨ªmulos, ya que en los ¨²ltimos d¨ªas se hab¨ªan encadenado los golpes en forma de bajas, primero Roberto Bautista por lesi¨®n y despu¨¦s Carlos Alcaraz al haber dado positivo por coronavirus, el equipo espa?ol abri¨® con buen pie su andadura en esta edici¨®n. Feliciano L¨®pez resolvi¨® ante Roberto Quiroz (doble 6-3, tras 1h 22m) y luego se enmend¨® Pablo Carre?o dos veces en un dur¨ªsimo cruce con Emilio G¨®mez que logr¨® sacar adelante sudando la gota gorda, y algo m¨¢s (5-7, 6-3 y 7-6(5), en 2h 36m). Sin pausa, se sum¨® al cierre del d¨ªa a Marcel Granollers y abatieron superada la medianoche al d¨²o formado por Gonzalo Escobar y Diego Hidalgo (6-4, 6-7(5) y 7-6(2), en 2h 40m).
El triunfo en la Casa de Campo contra Ecuador exigi¨® mucho m¨¢s de lo previsto. Llevar¨¢ el sello de Carre?o, que a consecuencia de las ausencias figura como el l¨ªder espa?ol. Sin Rafael Nadal y a un lado Bautista, ¨¦l, bronce ol¨ªmpico, es el gu¨ªa y ejerci¨® como tal. Ahora bien, sufri¨® mucho m¨¢s de lo previsto ante un adversario, G¨®mez, al que bati¨® con suficiencia hace mes y medio en Indian Wells, hijo del c¨¦lebre Andr¨¦s, campe¨®n de Roland Garros en 1990. Ecuador, pues, dej¨® claro que no asiste como comparsa. De perita en dulce nada. Sabe competir. Ara?¨® dos sets y el bot¨ªn pudo incluso ser mayor.
En el segundo turno individual, Carre?o fue a remolque durante m¨¢s de una hora, inc¨®modo y agarrotado, como si portase un enorme dolmen a la espalda y la estad¨ªstica ¨Ccuatro derrotas en los ¨²ltimos cuatro compromisos¨C le martilleara en el interior de su cabeza. G¨®mez dominaba en el peloteo, fuerzas invertidas: en la Davis, el ranking suele enga?ar. De cuello grueso y armaz¨®n recio, el ecuatoriano (149?) dirigi¨® y fue apropi¨¢ndose del primer parcial con merecimiento, ofreciendo argumentos y jugando profundo, mientras que al asturiano le costaba un mundo contrarrestar, sin p¨®lvora en el cordaje ni confianza al resto.
Suspense hasta el final
Lejos de su versi¨®n guerrillera, de ese Carre?o al que hay que hacerle tres veces el punto para tumbarle, fue cediendo terreno al rival y encaj¨® la rotura al sexto juego. Desperdici¨® a continuaci¨®n un 0-40, pero aun as¨ª caz¨® una dejada a la carrera, rompi¨® y contragolpe¨®: del 2-4 al 4-4. Un espejismo. Falsa ilusi¨®n. Decidido y liberado, da?ino en cada pelota, G¨®mez continu¨® abriendo ¨¢ngulos y exigi¨¦ndole, profundizando con la derecha y el rev¨¦s, muy seguro, y termin¨® abriendo el boquete. El cerco hizo efecto. Bloqueado, demasiado tierno, el asturiano fue perdiendo fuelle y entreg¨® el set con una doble falta.
El arranque del segundo tampoco ofreci¨® indicios esperanzadores, sino m¨¢s bien lo contrario. En la misma l¨ªnea, el gijon¨¦s segu¨ªa buscando respuestas que no llegaban y el ecuatoriano ganando m¨¢s y m¨¢s espacio, disfrutando porque se encontraba en una situaci¨®n que seguramente no sospechaba. 3-2 arriba, dispuso de una bola de break, pero se fue al limbo y se produjo el giro definitivo. De repente, Carre?o era Carre?o. Ahora s¨ª. Hormig¨®n armado. Como si hubiese ingerido la p¨®cima de Panoramix, se levant¨® y se rebel¨® contra s¨ª mismo.
En una din¨¢mica m¨¢s positiva, muy distinta, el despertar fue acompa?ado de una rotura (4-3) y, equilibrado el duelo, traz¨® un parcial de 8-1 con una propuesta mucho m¨¢s reconocible. Esto es, solidez, vigor y determinaci¨®n. Intenci¨®n. Es decir, sus se?as de identidad. Aparentemente repuesto, progresaba hacia victoria con otro break, pero no inclin¨® del todo a G¨®mez y vinieron los escalofr¨ªos. Desperdici¨® dos puntos de partido, cedi¨® el saque y el ecuatoriano, muy bravo, forz¨® un nuevo golpe de tim¨®n. Suspense hasta el final. Se dilucid¨® todo sobre la l¨ªnea de meta, al esprint, y ah¨ª Carre?o impuso su golpe de ri?¨®n.
El espa?ol se llev¨® se llev¨® un mal rato y cedi¨® un set valioso. Todos lo son, con el nuevo formato. Antes intervino Feliciano, que tambi¨¦n tuvo que emplearse a fondo, pero sali¨® airoso sin tanto sufrimiento.
Un cl¨¢sico de la competici¨®n, ya con 30 series, 40 partidos y cinco Ensaladeras a las espaldas, Feliciano tambi¨¦n tuvo que remar ante Quiroz. Zurdo como ¨¦l, 291? del mundo e incisivo, el ecuatoriano le exigi¨® masticar cada punto, pero el toledano se sirvi¨® de la experiencia y el saque ¨C14 puntos directos , 77% con primeros y picos de 230 km/h¨C para desenredar las situaciones espinosas, que las hubo. Al abordaje y sin miedos, Quiroz se enganch¨® a la red, tir¨® buenos passings y replic¨® con valent¨ªa, pero a la hora de la verdad pes¨® m¨¢s el brazo de Feliciano.
Con 40 a?os, canas en la barba y el chivato del dep¨®sito ya pitando, tir¨® de un intangible: la clase.
Y no era sencilla la apertura, porque Espa?a aterrizaba con el susto en el cuerpo todav¨ªa. Despu¨¦s de pasar la jornada previa en el hotel, enclaustrados todos los miembros del equipo debido al positivo de Alcaraz y con la moral diezmada porque se sucede la desdicha, Sergi Bruguera apost¨® por Feliciano y le sali¨® bien la jugada. En las ¨²ltimas fechas, el toledano ha buscado refugio en los challengers para no caerse del top-100 y mantener el paso en los grandes, y pese a que los buenos d¨ªas queden cada vez m¨¢s lejos ¨Cdebut¨® en la Davis en 2003¨C y ejerza ya de ejecutivo ¨Cdirige el Mutua Madrid Open¨C, no olvida el oficio.
¡°Somos un equipo pele¨®n¡±
Quiroz le apret¨® y le cost¨® sacudirse el temblorcillo que provoca el estreno. En la cuarentena, los nervios tampoco faltan. Abri¨® con una doble falta, el rival dispuso de un 0-40 y de una cuarta opci¨®n de break, pero a la que se corrigi¨® ¨Ctres aces para reparar ese primer juego¨C fue decantando a su favor. Eso s¨ª, sin terminar de adue?arse del todo del pulso en ning¨²n momento. El ecuatoriano hizo la goma, nunca se desenganch¨®, pero un par de instantes de duda echaron por tierra el resto de su interesante propuesta. Roturas al cuarto y quinto juego, en el primer y segundo parcial respectivamente, y punto a la hucha.
¡°Hemos tenido que lidiar con mil cosas en los dos ¨²ltimos a?os. Desde que Sergi es capit¨¢n nos ha pasado de todo, en cada eliminatoria al menos una lesi¨®n¡±, quiso recordar. ¡°Pero este equipo se sobrepone a las circunstancias dif¨ªciles, hemos sabido remar a contracorriente¡±, continu¨®. ¡°Somos los que somos. Ni Roberto ni Carlos est¨¢n aqu¨ª; es mala suerte, pero aun as¨ª somos un equipo pele¨®n y con experiencia¡±, sell¨® ante la c¨¢mara de Movistar.
En todo caso, la alargada sombra rusa est¨¢ ah¨ª y la sensaci¨®n de que cualquier punto, cualquier juego y cualquier set pueden valer oro a la hora del recuento final en la fase de grupos, hizo que el duelo transcurriera todo el rato entre tensi¨®n. Rigidez en la grada, dos tercios del aforo permitido; o sea, unos 6.000 espectadores en el Madrid Arena, que fueron menguando conforme progres¨® la serie. Con 2-0 arriba y cuando el reloj ya marcaba las 00.05, nervios entre la parroquia, Carre?o y Granollers sellaron el pleno. Trabajad¨ªsimo pleno.
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