El Atl¨¦tico firma una goleada como terapia
Despu¨¦s de un primer tiempo impreciso, el conjunto de Simeone se desmelena tras el gol de Lemar al inicio del segundo acto y propina una tunda a un C¨¢diz que se queda sin capacidad de respuesta (1-4)
Un partido ¨¢spero en su primer tiempo, termin¨® en una tunda del Atl¨¦tico al C¨¢diz. La resistencia local dur¨® la hora que tard¨® el equipo de Simeone en afinarse en ataque. Marc¨® Lemar y los rojiblancos sumaron tres goles m¨¢s sin despeinarse ante un equipo que se derrumb¨® y ha perdido este curso la etiqueta de buen fajador y encajador con la que se manejaba no hace mucho. Cogi¨® aire el Atl¨¦tico en la Liga, abrumado por su dudosa traves¨ªa europea.
No hab¨ªa repetido un once Simeone en toda la temporada y calc¨® el de la cita ante el Milan. Una manera de reforzarse a s¨ª mismo como a los once que naufragaron el pasado mi¨¦rcoles. Y una forma de aclarar que un planteamiento se define tanto por los futbolistas que juegan, como d¨®nde y a qu¨¦. Si contra el conjunto italiano la orden fue esperar en campo propio aceptando los problemas para eludir la presi¨®n, esta vez no le qued¨® m¨¢s remedio que jugar en la trinchera del C¨¢diz. Una manera de acercarse a la victoria, como terminar¨ªa sucediendo. Cuando logr¨® abrir la lata en el segundo tiempo con el tanto de Lemar y el C¨¢diz se descompuso, hasta se divirti¨®. Antes tuvo que afrontar un partido de pico y pala.
Quiz¨¢ sea el equipo de ?lvaro Cervera el menos acomplejado del campeonato a la hora de ceder pelota y campo al rival. As¨ª que dej¨® al Atl¨¦tico que hiciera una demostraci¨®n de qu¨¦ sabe hacer con la pelota. Y en estos momentos, el equipo de Simeone tiene ese registro muy bajo. No tiene precisi¨®n y desequilibrio el justo. Le falt¨® magia al campe¨®n en todo el primer tiempo como le estaba faltando en las ¨²ltimas citas. Una carencia notable frente al equipo de Cervera, inc¨®modo como pocos por lo seguro que se siente sin la responsabilidad de llevar el peso de los partidos, blindado y atornillado en el despliegue de sus dos laboriosos mediocentros, Jonsson y ?lex Fern¨¢ndez. Y muy c¨®modo tambi¨¦n en la sencillez de su plan de ataque. El lanzamiento largo para la velocidad de sus dos jugadores de banda, Salvi y Perea, y del quisquilloso Choco Lozano. Nada extraordinario, pero suficiente para meterle el miedo en el cuerpo a un equipo que no se sabe s¨®lido.
La chispa de Salvi y sus roscas apuraron a Hermoso. Como un disparo cruzado de Espino hizo palidecer a Oblak. Y en otro centro al ¨¢rea, Gim¨¦nez se llev¨® un topetazo en la cabeza que le mand¨® conmocionado al banquillo a la media hora de juego. El Atl¨¦tico termin¨® por quedarse en las buenas intenciones de De Paul y Carrasco y en algunos garabatos de Lemar y Griezmann picando entre l¨ªneas. Eso le dio para una ¨²nica ocasi¨®n en todo el primer acto. Un pase largo de De Paul, dejada sutil de Griezmann de cabeza y la llegada forzada de Luis Su¨¢rez que le impidi¨® ajustar el remate ante Ledesma. Entre otro racimo de malas entregas que imposibilitaban la continuidad del juego y el orden del C¨¢diz muri¨® otro primer tiempo para el Atl¨¦tico.
No hubo cambio de gui¨®n en el segundo acto. El C¨¢diz sigui¨® a su partido y el Atl¨¦tico a tratar de desmontarlo. Lo hizo cuando por fin encontr¨® el desequilibrio que no le aparec¨ªa. Se afilaron Llorente y Carrasco en las bandas y los rojiblancos provocaron una secuencia de cuatro saques de esquina que embot¨® al C¨¢diz. Una rosca del belga con ca¨ªda al segundo palo la pesc¨® Lemar con una suspensi¨®n en el aire y un escorzo de nueve.
El tanto raj¨® al equipo de Cervera, que acusa esta temporada p¨¦rdida de solidez cuando ya no le queda m¨¢s remedio que irse al ataque. Se desfigura, algo que anta?o no suced¨ªa. Argumento para que el Atl¨¦tico, liberado con el tanto de Lemar, se desmelenara al contragolpe. El propio atacante franc¨¦s tuvo un mano a mano con Ledesma antes de que entrara a formar parte de una triangulaci¨®n que acab¨® con un centro de Llorente que Griezmann conect¨® con contundencia.
Descosido, el C¨¢diz fue agujereado por combinaciones que mostraron a un Atl¨¦tico m¨¢s suelto y hasta disfrut¨®n con Cunha y Correa ya en el campo. Entre Griezmann, el brasile?o y Correa fabricaron el tercer gol. Ni se enter¨® la maltrecha defensa local de la liada que le formaron con una retah¨ªla de toques que plantaron a Correa ante Ledesma para que el argentino resolviera con un zapatazo a media altura. No pareci¨® que hubiera m¨¢s partido, pero Oblak volvi¨® a mostrar que no est¨¢ en su mejor temporada. Se envenen¨® un globo tras un centro lateral de Lozano y el esloveno midi¨® mal la ca¨ªda de la pelota. Estampado contra el palo, vio c¨®mo la pelota se colaba sin remedio en su puerta.
Faltaban 10 minutos, pero no hubo tiempo para que al Atl¨¦tico le entrara el tembleque porque el sistema defensivo del C¨¢diz volvi¨® a resquebrajarse con un pase filtrado de Griezmann a Cunha que el brasile?o resolvi¨® con un derechazo violento. Un gol tan contundente como la victoria rojiblanca cuando se afin¨® en el pase en los ¨²ltimos metros y le apareci¨® el duende que tanto a?oraba.
La liberaci¨®n de Simeone tras el bloqueo
Cuando Lemar abri¨® el marcador con su cabezazo, Diego Pablo Simeone resopl¨® y se dej¨® caer en el banquillo para retreparse aliviado. La imagen radiografi¨® la tensi¨®n del Cholo tras un primer tiempo en el que su equipo apenas gener¨® peligro. ¡°El C¨¢diz es un rival duro, dif¨ªcil; cuando empieza a defender bien es complicado hacerle da?o, en el segundo tiempo se desbloque¨® el partido y pudimos resolverlo¡±, analiz¨® el t¨¦cnico rojiblanco. ¡°Buscamos c¨®mo hacer da?o jugando m¨¢s por dentro y dando una vuelta para salir por fuera. As¨ª aparecieron los goles de Lemar y Griezmann¡±.
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.