El lenguaje corporal retrata la realidad de Simeone
El entrenador del Atl¨¦tico refleja la tensi¨®n de sus agobios por los resultados y la consecuci¨®n de los objetivos
Cuando Diego Pablo Simeone vio salir la buena rosca de Carrasco e intuy¨® que Thomas Lemar cabecear¨ªa el centro, ¨¦l mismo simul¨® el testarazo a ejecutar. Cuando vio la pelota dentro de la porter¨ªa del C¨¢diz, el c¨®mo se desplom¨® en el banquillo para retreparse en el asiento y resoplar delataron a un entrenador inquieto por las ¨²ltimas se?ales que emite el equipo y tambi¨¦n hiperresponsabilizado por la consecuci¨®n de los objetivos.
Los d¨ªas posteriores a la derrota contra el Milan (0-1) en Champions fueron duros para Simeone y sus futbolistas. Tambi¨¦n para la dirigencia rojiblanca, que calcula en algo m¨¢s de 20 de millones de euros las p¨¦rdidas si el equipo no pasa la fase de grupos. Una cantidad considerable para un club que explora hasta el l¨ªmite las tensiones de tesorer¨ªa. Bajo ese ambiente de pesadumbre permeabilizado por todos los rincones, en el Atl¨¦tico apreciaron a un entrenador muy afectado por la derrota contra el conjunto italiano, aunque m¨¢s cercano de lo habitual con sus futbolistas en el d¨ªa a d¨ªa. Del intento por evitar que el equipo se desplomara an¨ªmicamente ante la visita a C¨¢diz (1-4), emergi¨® el Simeone gestor de la primera gran crisis de la temporada cuando el curso apenas acaba de cumplir el primer tercio. En el Cerro del Espino observaron a un t¨¦cnico pr¨®ximo para levantar la moral de la tropa, como duro con sus jugadores para redoblar la exigencia en el d¨ªa a d¨ªa.
Simeone sigue convencido de que el levantamiento del equipo pasa por no perder el orden defensivo y por corregir un mal que parece haber detectado. En algunos de los ¨²ltimos encuentros, el rendimiento de los jugadores que entraron desde el banquillo no mejor¨® al equipo e incluso lo empeor¨®. Ante el C¨¢diz, por primera vez en lo que va de temporada repiti¨® un once, aunque este fuera derrotado por el Milan. Fue tambi¨¦n revelador que el Cholo cerrara el carrusel de cambios en el minuto 72 con 0-3 y no lo abriera con 1-4 con algo m¨¢s de 10 minutos por jugarse. Los empates de ¨²ltima hora contra el Levante (2-2) y el Valencia (3-3) y la derrota contra el Milan, tambi¨¦n en los minutos finales, supusieron en C¨¢diz un frenazo a los cambios tanto en el equipo inicial como en el n¨²mero de rotaciones durante el partido. ¡°Me puso muy contento la entrada de los chicos desde el banquillo. Cuando entran bien el equipo lo siente y le hace bien. Vamos a necesitar de todos¡±, advirti¨® Simeone en el Nuevo Mirandilla.
Un chute de alivio
En la misma direcci¨®n se manifest¨® Antoine Griezmann, uno de los mayores ap¨®stoles de los mensajes de su entrenador. ¡°Todo el mundo ten¨ªa ganas de hacer un buen partido despu¨¦s de la Champions. Los que han entrado lo han hecho muy bien porque han cambiado el partido. Necesitamos de todo el mundo para lograr cosas importantes¡±, abund¨® el delantero franc¨¦s, que admiti¨® la necesidad de mejora del equipo que preocupa a Simeone: ¡°No hemos llegado a nuestro techo, estamos a¨²n lejos, hay que trabajar, pero sabemos que tenemos mucho nivel¡±.
La secuencia del lenguaje corporal de Simeone tras el gol de Lemar fue sorprendente porque esta vez, para celebrar el primer tanto de su equipo, Simeone no cerr¨® los pu?os o emprendi¨® una carrera por la banda hacia el banquillo para abrazarse con todo aquel que se le cruce por el camino. El tanto de Lemar le supuso un chute de alivio y tranquilidad. Pocas veces, un gesto de Simeone ha descrito la realidad del equipo y su estado de preocupaci¨®n. Con las posibilidades de superar la fase de grupos de la Champions muy minimizadas por la derrota ante el Milan, un traspi¨¦ en C¨¢diz hubiera abierto una brecha preocupante de seis puntos con el Real Madrid. Al club blanco deber¨¢ medirse dentro de dos semanas en el Santiago Bernab¨¦u, y despu¨¦s visita al Sevilla.
Caer en la fase de grupos de la Champions y desconectarse de la pelea por la Liga supondr¨ªa rebajar los grandes objetivos de la temporada demasiado pronto con el mismo plantel que gan¨® la Liga m¨¢s Griezmann, De Paul y Cunha. Y con la Copa como ¨²nico trofeo posible, el riesgo de que el desgaste de 10 a?os en el cargo apareciera es una amenaza. Por ello, no es de extra?ar que despu¨¦s del gol de Lemar, Simeone descubriera con su expresi¨®n corporal la liberaci¨®n que sinti¨®.
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.