Ancelotti: ¡°Sufriendo se puede ganar lo mismo¡±
En entrenador del Madrid celebra el aguante de su equipo en los ¨²ltimos minutos, tras un comienzo gobernado por Kroos y agitado por Vinicius
Carlo Ancelotti cogi¨® la angustia final del Real Madrid, l¨ªder golpeado y acosado por el Athletic en su ¨¢rea, en su estadio, durante alrededor de un cuarto de hora, y la transform¨® en virtud, en una se?al de esperanza: ¡°Habitualmente, los grandes equipos tienen una habilidad extraordinaria. Pero a veces, cuando el partido es feo, bajan un poco los brazos. El Real Madrid no es as¨ª, no baja los brazos. Hemos visto que sufriendo se puede ganar lo mismo¡±, dijo. En el orgullo coincidi¨® Lucas V¨¢zquez: ¡°Sabemos sufrir, sabemos juntarnos, sabemos defender¡±. Y como colof¨®n de esa lectura, el lazo final de Ancelotti: ¡°Me ha gustado m¨¢s el final que la primera parte¡±.
En la primera parte, en particular en los primeros 20 minutos, el Madrid despleg¨® su manual de control de juego a partir de su trinidad del centro del campo, Casemiro-Kroos-Modric. El mando era propiedad del alem¨¢n, que aceler¨® el tr¨¢nsito de la pelota, mientras el Athletic corr¨ªa detr¨¢s sin dar con el sitio sobre el que plantarse para desplegar la presi¨®n en la que hab¨ªa apoyado su condici¨®n de equipo menos goleado del campeonato hasta llegar al Bernab¨¦u. ¡°Parec¨ªa una exhibici¨®n. Buen toque, buen pase, pero faltaba algo para finalizar¡±, dijo Ancelotti casi con tono de cr¨ªtica, en esa inversi¨®n de la interpretaci¨®n de las sensaciones que acababa de dejar el partido, de desahogo inicial y angustia en el ¨²ltimo tramo. ¡°Sin punch, sin la gana de crear algo, de crear oportunidad¡±, complet¨® el italiano.
Antes del elogiado tormento final, el partido del Real Madrid lo mastic¨® la sociedad Kroos-Vinicius, que ha dejado ya potentes fogonazos, como el gol del brasile?o al Barcelona en el ¨²ltimo partido con p¨²blico en el Bernab¨¦u antes del confinamiento. Esa noche Kroos marc¨® a Vini hacia d¨®nde deb¨ªa correr, le puso la pelota y la jugada termin¨® en la red de Ter Stegen ante la mirada de Piqu¨¦, confiado en el historial de pifias de aquella versi¨®n del brasile?o. O como la deslumbrante explosi¨®n contra el Liverpool, con un pase largu¨ªsimo del alem¨¢n que control¨® Vini entre dos centrales para empezar a eliminar al equipo de Klopp en los cuartos de la Champions del a?o pasado.
Ahora la alianza ha entrado en una fase menos llamativa, pero m¨¢s constante, una rutina en la que el brasile?o se interna en el ¨¢rea y adem¨¢s de buscar a Benzema entre la multitud, sabe siempre que tiene al alem¨¢n, unos metros m¨¢s atr¨¢s. Lo busca, se buscan. Y desde all¨ª Kroos a veces tira, a veces sigue picando la pared de la defensa rival llevando la pelota al otro lado.
Kroos y Vinicius comparten cada vez m¨¢s ch¨¢chara sobre el c¨¦sped, y tambi¨¦n, de manera sutil, el control de la velocidad a la que el Madrid mueve el partido. Si en el inicio fue el alem¨¢n el que aceleraba el bal¨®n para alejarlo de los jugadores del Athletic, cuando lleg¨® la meseta, bajaron las revoluciones y el Madrid comenz¨® a repartir pifias que pon¨ªan en riesgo a Courtois; el brasile?o se puso a los pedales. Fue Vinicius quien lanz¨® el repr¨ªs que desemboc¨® en el gol. Aceler¨® desde la izquierda hacia el centro, tir¨® una pared con el tac¨®n de Modric y se la dej¨® a Asensio para un disparo con la derecha. El despeje de Unai Sim¨®n lo convirti¨® en una asistencia Modric con un tiro que en realidad era un fallo. Marc¨® Benzema a partir de una de las cinco ocasiones creadas por el brasile?o, seg¨²n los registros de Opta, su mejor marca en sus 97 partidos con el Madrid en la Liga.
Con eso fue suficiente para que el Athletic regresara a Bilbao con la frustraci¨®n que describi¨® Unai N¨²?ez: ¡°Nos vamos con mucha rabia, porque hemos hecho un gran partido, muchas ocasiones. Pod¨ªamos haber sacado un poco m¨¢s¡±, dijo.
Pasado el apret¨®n, Ancelotti se abrazaba al valor del martirio: ¡°No es por suerte por lo que hemos ganado los siete ¨²ltimos partidos¡±.
Gui?o a Courtois
Despu¨¦s de elogiar el ejercicio de resistencia final, el italiano se detuvo tambi¨¦n en las intervenciones de Courtois, de nuevo al l¨ªmite, de nuevo decisivas: ¡°Lo que hace Courtois en los partidos es lo que hace cada d¨ªa en los entrenamientos¡±, cont¨®. Y ah¨ª encontr¨® tambi¨¦n el momento de lucir su lado juguet¨®n: ¡°Le digo: ¡®Tienes que dar m¨¢s confianza a nuestros delanteros en los entrenamientos, porque siempre se lo paras todo¡±, brome¨®.
El belga acababa de volver a salir exitoso de otro peque?o bombardeo, ante un equipo que tir¨® 18 veces a puerta, una m¨¢s que el Madrid, aunque sin demasiada punter¨ªa en la mayor¨ªa de los casos. Solo dos fueron a puerta, y esas dos encontraron la mejor versi¨®n del guardameta. En especial, ante el cabezazo de Ra¨²l Garc¨ªa, que relat¨® el propio Courtois: ¡°Es un buen centro de Muniain. A Ra¨²l Garc¨ªa de cabeza le conozco bien. Remata a bocajarro, un cabezazo al suelo, que no es f¨¢cil. Pero tuve la peque?a suerte de que el bal¨®n se qued¨® conmigo¡±, describi¨®. ¡°En ese momento ves que no puedes salir. Es el entrenamiento, los reflejos, la calidad, el talento, y un poco de suerte¡±.
M¨¢s tarde, cerca del final, tap¨® todos los huecos de un mano a mano a Sancet, una intervenci¨®n que describi¨® de manera distinta: ¡°El segundo es m¨¢s hacerme grande e intentar tapar espacio debajo de los pies. Y ya est¨¢¡±, dijo casi riendo. Rafael Alkorta, exjugador del Madrid y director deportivo del Athletic, coincidi¨® en la importancia del portero: ¡°Ha estado fenomenal. ?l ha mantenido el encuentro vivo¡±.
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