El Villarreal se rearma con Iborra, Mandi y Moreno
La apuesta de Emery por las rotaciones propicia un equipo que improvisa pero gana en car¨¢cter para imponerse al Rayo (2-0) aprovechando tres minutos de crisis
El Villarreal disip¨® la bruma que lo envolv¨ªa en la Liga. Sin hacer su mejor partido. Sin deslumbrar. Con un equipo obligado a encontrarse sobre la marcha, condicionado como estaba por las rotaciones. Con jugadores que por razones accidentales o calculadas hab¨ªan sido poco empleados, y que resultaron protagonistas de una victoria important¨ªsima ante un Rayo muy solvente. Fue apenas el cuarto triunfo del Villarreal esta temporada en el campeonato, pero acaso lleve el marchamo de punto de inflexi¨®n. As¨ª lo anunci¨® Gerard Moreno, que no por casualidad volvi¨® a coincidir en la alineaci¨®n titular con Vicente Iborra despu¨¦s de que las lesiones los distanciaran durante un a?o.
La clasificaci¨®n para octavos de la Champions, tras vencer al Atalanta en B¨¦rgamo en un partido retrasado un d¨ªa por la nieve, coloc¨® al Villarreal en una situaci¨®n ambivalente. Entre la euforia por el ¨¦xito conseguido y la erosi¨®n f¨ªsica y mental sufrida, con todo lo que eso supon¨ªa de amenazante para un equipo que deb¨ªa volver a competir dos d¨ªas despu¨¦s en una Liga que le aproxima peligrosamente al derrumbadero del descenso. Emery aprovech¨® la coyuntura como quien se monta a la ola buena. Dio descanso Danjuma, el h¨¦roe de B¨¦rgamo, sent¨® a Albiol, el l¨ªder de la defensa, y posterg¨® a Capou¨¦, el otro goleador de la aventura europea. En su lugar traslad¨® la responsabilidad a futbolistas bajo sospecha como Dia, castigados por la mala fortuna como Mandi, o marginados por las lesiones, como el capit¨¢n Iborra. La apuesta fue un acierto.
La entrada del Villarreal fue l¨®gicamente dubitativa. Durante un rato, se puso de manifiesto la falta de sinton¨ªa entre jugadores que no est¨¢n acostumbrados a organizarse juntos. La afinidad entre Iborra, Parejo y Trigueros no alcanz¨® para compensar el tiempo que han pasado sin coincidir en un campo de juego, y la voz de Mandi no reemplaz¨® al mando de Albiol en la ardua tarea que supone encontrar el sitio en cada partido. Frente al Rayo este no es un reto menor.
El Rayo jug¨® con la convicci¨®n acostumbrada. No precis¨® de carta de navegaci¨®n para encontrar los pasajes. Inmediatamente explot¨® las distancias mal cubiertas y los pases fallados por su rival. Isi, ?lvaro y Fran incursionaron por los costados y Rulli debi¨® tapar un tiro a Trejo en el primer palo. Pero a la inestabilidad derivada de los cambios bruscos en su formaci¨®n, el Villarreal respondi¨® con el car¨¢cter que demandaba la situaci¨®n delicada en el campeonato. Como dijo Fran Garc¨ªa: ¡°Ellos salieron a muerte¡±. Nadie mejor que Iborra para encarnar ese esp¨ªritu competitivo.
Hace un a?o que Iborra se rompi¨® la rodilla izquierda. Su regreso ha sido lento. Es evidente que su cuerpo todav¨ªa no se ha recuperado plenamente. Pero pocos mediocentros en la Liga saben gestionar mejor la presi¨®n. Iborra conoce el juego al dedillo. Comprende especialmente el arte de resolver y generar conflictos en jugadas a bal¨®n parado. Pasada la media hora, el Villlarreal combin¨® en un c¨®rner el pie m¨¢gico de Parejo con la astucia de Iborra para cerrar el ¨¢ngulo de Dimitrevski, el portero rayista, utilizando para ello la figura de Saveljich, con quien forceje¨® hasta estorbar al guardameta. La pelota acab¨® cayendo en una zona completamente descuidada. Ah¨ª acudi¨® Mandi, libre de la marca de ?scar, para cabecear solo.
¡°Necesit¨¢bamos efectividad en las dos ¨¢reas¡±
El 1-0 inflam¨® a los jugadores del Rayo. Se dejaron distraer por la posibilidad, discutible, de que Iborra cometiera falta sobre Dimitrevski a trav¨¦s de Saveljich. Abordaron al ¨¢rbitro con reclamos. Pero el VAR no se detuvo en esta interpretaci¨®n y mientras en el campo los damnificados se reubicaban la cuadrilla de Emery prosegu¨ªa con sus reivindicaciones particulares. Esta vez fue Boulaye Dia, que hizo un buen partido, quien enmend¨® desaciertos de otras jornadas asistiendo a Gerard Moreno. El delantero pis¨® el ¨¢rea y Catena lo derrib¨® metiendo la pierna aparatosamente. El propio Moreno ejecut¨® el penalti que apuntal¨® el marcador: 2-0.
El partido del Rayo habr¨ªa sido intachable de no ser por esos tres minutos de distracciones que le costaron la derrota. Despu¨¦s de tantas jornadas sufridas con sus jugadores m¨¢s rodados, el Villarreal supo ajustarse con un grupo casi improvisado que tuvo la virtud de adaptarse hasta conducir la situaci¨®n a su conveniencia. El franc¨¦s Aissa Mandi, que sac¨® un cabezazo de Isi en la raya de gol, represent¨® mejor que nadie a los renacidos. ¡°Necesit¨¢bamos efectividad en las dos ¨¢reas y hoy lo hemos conseguido marcando dos goles y dejando nuestra porter¨ªa a cero¡±, dijo.
No fue el partido m¨¢s predecible del Villarreal. Pero fue el m¨¢s pl¨¢cido en lo que va de temporada.
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