Niep¨®mniachi noquea a Carlsen en un duelo ¨¦pico
El ruso gana al campe¨®n en el desempate r¨¢pido, y disputar¨¢ la final con el neerland¨¦s Giri
Ian Niep¨®mniachi, uno de los poqu¨ªsimos con un balance favorable frente a Magnus Carlsen en partidas lentas (5 victorias, 11 tablas y 3 derrotas), le ha noquearlo hoy en r¨¢pidas. El campe¨®n, perdedor el jueves de la 1? manga por 1,5-2,5, sali¨® del ata¨²d y se impuso en la 2? por el mismo resultado, pero perdi¨® el desempate rel¨¢mpago (0,5-1,5). El neerland¨¦s Anish Giri, vencedor del estadounidense Wesley So por un doble 2,5-1,5 ser¨¢ el rival del ruso el s¨¢bado y domingo en la final del torneo por internet Carlsen Invitational.
Niep¨®mniachi explic¨® as¨ª el desenlace: ¡°Cuando los jugadores estamos muy cansados y tensos despu¨¦s de tantas partidas seguidas, todo puede ocurrir. Tras remontar hoy y ganar la 2? manga, Carlsen tambi¨¦n ten¨ªa algo que perder en el desempate. Y eso es lo que ha ocurrido. En los minutos anteriores, he tomado un caf¨¦ y he pensado que no pod¨ªa jugar peor que en las dos partidas que he perdido hoy, y eso me ha tranquilizado¡±.
El primer asalto confirm¨® que la tarea de quienes deb¨ªan remontar el marcador iba a ser muy dif¨ªcil. Tanto Carlsen como Giri aguantaron muy bien con negras, sin estar nunca en posiciones peligrosas, hasta que se firmaron sendos empates. El segundo entre Giri y So fue un empate a¨²n m¨¢s aburrido. Por el contrario, el noruego y el ruso mantuvieron una pelea formidable, que Niep¨®mniachi logr¨® ganar en un tipo de posici¨®n (sin damas) donde Carlsen, con una peque?a ventaja, suele brillar mucho.
Ese doloroso rev¨¦s dejaba al campe¨®n del mundo ante una tarea herc¨²lea: tumbar dos veces seguidas a un rival dur¨ªsimo y en gran forma. En el tercer asalto, Niep¨®mniachi no cometi¨® el error de jugar descaradamente a empatar con blancas: ir¨ªa contra su estilo y entrar¨ªa en el terreno donde su rival se mueve como pez en el agua. De modo que la tensi¨®n fue subiendo a medida que el tiempo disponible para ambos iba bajando, en una posici¨®n de doble filo. Mientras tanto, So no lograba ventaja alguna con blancas, e incluso ten¨ªa que pelear para no perder.
La partida estelar entr¨® en su fase desquiciante para cualquier ser humano que no est¨¦ acostumbrado a ese traj¨ªn. Niep¨®mniachi, con un minuto m¨¢s disponible, no vio un golpe rotundo, 31 Cxg7, que le garantizaba el empate (y la eliminaci¨®n de Carlsen). Solo cuatro jugadas despu¨¦s, el escandinavo ten¨ªa una gran ventaja y m¨¢s tiempo. Pero, probablemente paralizado por la presi¨®n y la angustiosa obligaci¨®n de ganar, pens¨® cuatro minutos y medio y no hizo una jugada tranquila, relativamente f¨¢cil, que le hubiera dejado a las puertas de la victoria. Solo le quedaban 30 segundos, su posici¨®n ya no era mejor y su ca¨ªda parec¨ªa cantada.
Sin embargo, fue el eslavo quien sufri¨® entonces una especie de congelaci¨®n mental, que le llev¨® a perder la ventaja en el reloj y el equilibrio en el tablero. Esta vez, el campe¨®n no fall¨® y ejecut¨® sin piedad a su v¨ªctima. La esperanza de una remontada ¨¦pica segu¨ªa viva.
Mientras Giri fulminaba a So en 27 movimientos, Carlsen empleaba con blancas una idea de Giri para sacar a Niep¨®mniachi de los caminos m¨¢s trillados contra la Defensa Siciliana. Y los hechos indican que acert¨®: muy inc¨®modo ante la perspectiva de un largo suplicio estrat¨¦gico en posici¨®n pasiva, el ruso se precipit¨® en la b¨²squeda de contrajuego, y qued¨® perdido muy pronto. Una vez m¨¢s, el campe¨®n fue implacable.
Tras esa tremenda remontada, Carlsen mantiene su ventaja sobre Niep¨®mniachi en el balance de partidas r¨¢pidas: 14 victorias, 15 empates y 7 derrotas. Y la estad¨ªstica le daba como favorito para el desempate rel¨¢mpago (+3 =9 -1). Pero, m¨¢s que los n¨²meros, lo que cuenta en una situaci¨®n de tensi¨®n tan extrema y a esa velocidad (5 minutos m¨¢s tres segundos de incremento tras cada jugada) es la estabilidad emocional, y el ruso est¨¢ muy por debajo del noruego en ese terreno.
Como en el asalto inicial de la tarde, Carlsen no tuvo el m¨¢s m¨ªnimo problema para igualar con negras. E incluso logr¨® una ventaja microsc¨®pica, que le motiv¨® para rechazar el empate y llegar a una posici¨®n ventajosa -pero de tablas t¨¦cnicas- de torre, caballo y rey contra torre y rey, sin peones. El noruego porfi¨® tanto en busca de la improbable victoria que un desliz de rat¨®n le hizo perder la torre, y entonces pas¨® de torturador a torturado. Por fortuna para ¨¦l, torre y rey contra caballo y rey tambi¨¦n es tablas, que se firmaron en el movimiento 142.
?Hab¨ªa minado ese incidente la moral del campe¨®n? Es muy dif¨ªcil saberlo, porque de hecho logr¨® una peque?a ventaja con blancas en la siguiente partida. Pero el caso es que la gestion¨® mal, y que Niep¨®mniachi s¨ª estaba adecuadamente mentalizado, como explic¨® despu¨¦s. Las tornas cambiaron, el ruso fue incrementando la presi¨®n y la ventaja, y el campe¨®n acab¨® besando la lona.
Carlsen no ha ganado ninguno de los cuatro torneos disputados hasta ahora en el Meltwater Champions Chess Tour. Esta semana parec¨ªa recuperado de sus fracasos de los ¨²ltimos meses, pero no ha podido con Niep¨®mniachi, quien puede ser su rival por la corona mundial de partidas lentas el pr¨®ximo noviembre en Dub¨¢i; el ruso lidera tras la mitad de las rondas, junto al franc¨¦s Maxime Vachier-Lagrave, el Torneo de Candidatos, que se reanudar¨¢ dentro de un mes en Yekaterimburgo (Rusia).
El campe¨®n felicit¨® a Niep¨®mniachi ¡°por su gran rendimiento¡± cuando fue entrevistado por los comentaristas de Chess24. Y no parec¨ªa tan deprimido como tras sus fracasos de los ¨²ltimos meses. Pero tiene motivos para estar preocupado.
Portal oficial: https://championschesstour.com/
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.