El Betis doma Vallecas

La ilusi¨®n por alcanzar la final de Copa por primera vez en su historia engalan¨® Vallecas. Territorio comanche para muchos visitantes este curso que termin¨® conquistado por el Betis y un imponente William Carvalho, due?o y se?or del partido por poder¨ªo y su pericia para ganar el duelo con un gol monumental. En un escenario tan barrial, su gol callejero fue el colof¨®n a una actuaci¨®n memorable. Una exquisitez tan fr¨ªa como da?ina. Un t¨²nel a Catena en el coraz¨®n del ¨¢rea y un toque fino y suave sobre la salida de Dimitrievski. Gan¨® en la ida copera el Betis, que se sobrepuso al cicl¨®n que quiso ser el Rayo y al madrugador gol que encaj¨®.

Con el barrio volcado y encendido ante la cita hist¨®rica, el Rayo emergi¨® rompedor y a la carrera. El tempranero gol de ?lvaro Garc¨ªa dio fe ello. La cabalgada de Balliu tuvo el poder¨ªo de un obstaculista para saltar sobre la entrada de ?lex Moreno. Si el galope fue demoledor, al pase fue cl¨ªnico. Levant¨® la vista el alban¨¦s y puso un pl¨¢tano envenenado. La piller¨ªa de ?lvaro Garc¨ªa para ganarle la espalda a Sabaly le hizo saber al senegal¨¦s que pisaba Vallecas. No hab¨ªan pasado cinco minutos y el Rayo le hab¨ªa dejado claro al Betis que quer¨ªa correr. Con Trejo pulsando el acelerador de la t¨¦cnica y la visi¨®n. A la izquierda, otro bal¨®n a Fran Garc¨ªa acab¨® en otra rosca similar a la de Balliu que esta vez no encontr¨® rematador. Ard¨ªa Vallecas ante la puesta en escena de su equipo. Valiente y vertical, exhibiendo por qu¨¦ sus transiciones son la comidilla de la Primera. Aupado por los trazos de ese patr¨®n de juego que ha impuesto Iraola tan acordes con la identidad de la barriada, el Rayo acongoj¨® al Betis con esa salida tan explosiva.

El equipo de Pellegrini se present¨® con la baja pand¨¦mica de Canales y tard¨® un cuarto de hora en cogerle el aire al partido. El mediapunta c¨¢ntabro es lo que Trejo para el Rayo. Sin su gran referencia, el Betis comprendi¨® que le conven¨ªa bajar el juego de revoluciones. Creci¨® a partir de William Carvalho. El mediocentro luso es un caballo que este curso se ha templado con la pelota. Primero impuso su f¨ªsico para que el Rayo ya no progresara en velocidad y despu¨¦s empez¨® a darle m¨¢s fluidez a la distribuci¨®n. El partido fue suyo por presencia y decisi¨®n. A Juanmi le puso una pelota de 40 metros que rompi¨® la osada defensa adelantada local que acostumbra a vivir en el alambre. La picadita, ante el asombrado Dimitrievski, no estuvo a la altura del prodigioso control de Juanmi y no cogi¨® puerta.

A la crecida verdiblanca se fueron sumando Fekir, Ruibal y sobre todo Borja Iglesias. El ariete comenz¨® a darle hilo al juego de su equipo en los ¨²ltimos metros, que hasta entonces mor¨ªa en el ¨¢rea local. Una descarga por aqu¨ª, una pelota aguantada por all¨¢ y un gol que explic¨® c¨®mo se busca la vida un delantero. De un recorte de tac¨®n escondiendo la pelota y otro baile limpi¨® a ?scar Valent¨ªn y a Fran Garc¨ªa. En la medialuna la porter¨ªa se le abri¨® y opt¨® por un disparo ajustado que el esforzado vuelo raso de Dimitrievski no ataj¨®.

Borja Iglesias para todo

El tanto termin¨® por apagar al equipo de Iraola y concretar el manejo del partido que hab¨ªa conquistado el Betis. Lo intent¨® el Rayo sin renunciar a sus intentos por hacer da?o con el v¨¦rtigo, pero a William Carvalho se le sum¨® Guido como dique. Con una penetraci¨®n de Ruibal y el posterior remate de Borja Iglesias el Betis se fue al descanso con la sensaci¨®n de haber domado a un conjunto que sali¨® a morderle.

Y con esas mismas intenciones se present¨® el Rayo en la reanudaci¨®n. ?lvaro Garc¨ªa asumi¨® su rol de extremo alborotador para darle la incitativa a su equipo. Se repet¨ªa el escenario del arranque. El Rayo a toda mecha, el Betis a domesticarlo. Y lo logr¨®, de nuevo con Carvalho y Borja Iglesias como piezas determinantes. El partido del delantero tuvo todo lo que se le puede pedir a un ariete de sus caracter¨ªsticas. Marc¨® territorio en los duelos con Mario Su¨¢rez y Catena y les hizo sufrir cuando se alejaba del ¨¢rea.

Lo de Carvalho fue de traca en su gol. La jugada naci¨® de un saque de falta r¨¢pido que Borja Iglesias aguant¨® hasta que apareci¨® Tello por el costado izquierdo. El centro raso de este le cay¨® al mediocentro luso. Rompi¨® todas las leyes para un futbolista de su envergadura. Par¨® el tiempo en el ¨¢rea como un mediapunta sibilino para atravesar a Catena con un ca?o de escuela. Solo ante Dimitrievski, ejecut¨® con la frialdad de un nueve. Interior y al rinc¨®n. La doma que hizo del Rayo y del juego fue culminada con esa obra que deja al Betis a un paso de la final. Aunque la norma de que los goles en campo contrario ya no valen doble y la valent¨ªa del Rayo no le garantizan el ¨¦xito.

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