Final previsible con guion sorprendente: el Bar?a derrota al UCAM Murcia entre escalofr¨ªos

Copa del Rey - semifinal - jornada 1

Bar?a

103 90

Finalizado

UCAM Murcia

El baloncesto, en Espa?a, es un deporte que juegan cinco contra cinco en el que (casi) siempre gana o Madrid o Bar?a. Los dos grandes se han repartido las 12 ¨²ltimas Copas del Rey (seis para cada uno) y en Granada disputar¨¢n el noveno cl¨¢sico por el t¨ªtulo en las ¨²ltimas 13 ediciones. Cuando acabe la final de este domingo (18.30, #Vamos) blancos y azulgrana se habr¨¢n repartido 33 de los ¨²ltimos 37 t¨ªtulos nacionales disputados. Un final previsible junto a la Alhambra, pero con un guion sorprendente.

El Bar?a derrot¨® entre escalofr¨ªos a un conmovedor UCAM Murcia, que estir¨® su umbral de resiliencia hasta extremos inauditos para remontar 16 puntos de desventaja y pelearle a Goliat el partido hasta los ¨²ltimos minutos. McFadden ech¨® abajo la obra de Laprovittola y entre Mirotic y Kuric (14 puntos, 11 de ellos en el ¨²ltimo cuarto) enderezaron el rumbo del vigente campe¨®n.

La noche vali¨® por varias vidas. Laprovittola marc¨® la senda y el Bar?a cogi¨® carrerilla en un santiam¨¦n, de nuevo sin freno como ante el Manresa. Liberado de la responsabilidad de subir el bal¨®n, el base argentino ejerce esta temporada de artificiero azulgrana y no tard¨® en dinamitar el partido, con 8 puntos y un 2 de 3 en triples antes incluso de romper a sudar. Indetectable para los radares de las defensas rivales y certero como en sus d¨ªas de mvp con el Joventut, Lapro vio claro el fil¨®n rumbo a la final ante un Murcia tan tieso como nervioso. Despu¨¦s de exprimir sus fuerzas para culminar la haza?a ante el Valencia en cuartos, el conjunto de Sito Alonso pec¨® de candidez y desacierto (1 de 11 en tiros de campo de inicio) en la puesta en escena.

Abrumados ante el panorama y con los argumentos traspapelados, el UCAM languideci¨® en la pista y en el marcador ante un Bar?a incontenible. Del 16-6 a los seis minutos, al contundente 32-16 con el que se culmin¨® el primer cuarto. En su particular contrarreloj copera los de Jasikevicius doblaron a su rival pr¨¢cticamente en la recta de salida. Con un 5 de 6 en tiros de dos, un 6 de 8 desde el per¨ªmetro, y una potente pedalada a modo de rodillo. Una tormenta azulgrana que apenas pudieron achicar Webb y Cate.

Pero la estampida del Bar?a fue tan impetuosa que levant¨® una polvareda en la que se perdi¨® hasta el propio conjunto azulgrana. Perdieron la perspectiva y se les salt¨® la cadena. Ya sin miedo ni presi¨®n, el Murcia se empe?¨® en darse otro homenaje en Granada. El Bar?a pec¨® de suficiencia, baj¨® el pist¨®n, cay¨® en el ritmo murciano, y concedi¨® una rendija por la que se col¨® un trepidante McFadden. El escolta estadounidense, entrenado en Burgos para las gestas, entr¨® en combusti¨®n y encabez¨® un parcial de 9-27 que permiti¨® al Murcia volver del m¨¢s all¨¢ para reengancharse al partido (43-43, m. 17). La numerosa afici¨®n pimentonera desat¨® el s¨ª se puede mientras se frotaba los ojos. Volvi¨® Laprovittola para secar los sudores a los suyos con cinco puntos consecutivos pero, para entonces, la mejor¨ªa defensiva del UCAM le hab¨ªa convertido en un equipo correoso y desacomplejado. El Bar?a se march¨® al entreacto con la sensaci¨®n de que no hab¨ªa terminado de ajustar la cadena para volver a rodar.

El duelo entre Laprovittola y McFadden se cerr¨® con un 16-12 a favor del argentino. Pero el Murcia replic¨® al 9 de 16 en triples del Bar?a con un 6 de 11. El conjunto de Sito Alonso pas¨® de los 32 puntos encajados en el primer cuarto a los 33 anotados en el segundo. Un apasionante espect¨¢culo con 104 puntos en 20 minutos (55-49) y la sensaci¨®n de haber rescatado del limbo de lo previsible un partido que pareci¨® sentenciado en el pr¨®logo.

Pero hab¨ªa mucha novela por delante. Cuando el Bar?a se despert¨®, McFadden segu¨ªa metiendo triples. Y a su agitaci¨®n febril se sumaron Taylor, Webb y toda la hinchada murciana (59-59, m. 23). El UCAM apur¨® la Copa con la pasi¨®n como combustible. Y Tom¨¢s Bellas abraz¨® la gesta con otro triple m¨¢s que complet¨® el volantazo al marcador (65-66, m. 27). Czerapowicz fue m¨¢s que Jokubaitis en ese tramo, los gritos de Jasikevicius se perdieron entre la algarab¨ªa de las gradas y Augusto Lima machac¨® para poner el 65-70. Faltaba el paso al frente de Mirotic y, con seis puntos consecutivos de su estrella, el Bar?a logr¨® entrar por delante en la recta de meta (73-72, m. 30).

No le import¨® a McFadden que, apurando su umbral de sufrimiento, volvi¨® a poner la igualada (78-78, m. 33). Pero a cada minuto, conforme escalaba Sierra Nevada, al Murcia se le multiplicaba la ilusi¨®n y la asfixia. Hasta el l¨ªmite de sus fuerzas. Jokubaitis y Kuric fueron el ox¨ªgeno del Bar?a y el cuerpo le dijo basta a McFadden, que cay¨® rendido y lesionado mientras los de Jasikevicius entraban en calor (89-80, m. 35). El tercer triple de Kuric traslad¨® la orgullosa carroza murciana del Mirador de San Nicol¨¢s, con vistas a la Alhambra, al Paseo de los Tristes para llorar con honor lo que pudo ser y no fue. El todopoderoso Bar?a estaba en la final para intentar revalidar el t¨ªtulo en el cl¨¢sico interminable. Una final previsible tras un guion sorprendente.

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