Un misil sobre una refiner¨ªa altera el Gran Premio de Arabia Saud¨ª de F¨®rmula 1
Rebeldes hut¨ªes de Yemen reivindican un ataque sobre una instalaci¨®n a 20 kil¨®metros del circuito, donde la carrera sigue adelante
El Gran Premio de Arabia Saud¨ª de F¨®rmula 1 sigue adelante, al menos por el momento, a pesar del ataque de este viernes con misiles y drones sobre el dep¨®sito que la petrolera Aramco tiene en Jeddah, a menos de 20 kil¨®metros del Corniche Circuit, sede de la carrera. La ofensiva, que tuvo lugar poco antes del inicio de los primeros ensayos libres, a las 18.00, fue reivindicada poco despu¨¦s por los rebeldes hut¨ªes de Yemen, que tambi¨¦n atacaron las instalaciones de Rabigh y Ras Tanura, ambas lejos del trazado. Este asalto es el ¨²ltimo que los hut¨ªes han llevado a cabo esta semana en Jeddah, donde las autoridades del aeropuerto internacional Rey Abdulaziz se vieron obligadas a reprogramar varios vuelos. Se da la circunstancia de que Aramco es uno de los principales patrocinadores del certamen y, desde este curso tambi¨¦n, de la escuder¨ªa Aston Marton.
En la reuni¨®n que mantuvieron los promotores del campeonato y los organizadores locales con representantes de los equipos y los pilotos, y que oblig¨® a retrasar un cuarto de hora el inicio del segundo entrenamiento, se concluy¨® que los actos y la carrera domingo seguir¨¢n adelante. A Stefano Domenicali, CEO de la F1, se le uni¨® acto seguido Mohammed Ben Sulayem, el presidente de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA).
¡°Hemos recibido garant¨ªas totales de que, para el pa¨ªs, la seguridad es lo primero y tiene que estar garantizada. Ellos [los funcionarios locales] est¨¢n aqu¨ª con sus familias; de hecho, est¨¢n aqu¨ª, en el circuito. De manera que disponen de todos lo sistemas necesarios para proteger esta zona, la ciudad y los lugares a los que vamos¡±, convino Domenicali, en un improvisado encuentro con los medios de comunicaci¨®n. ¡°En ese sentido, confiamos en la autoridad local, de modo que seguiremos adelante con el evento¡±, a?adi¨® el ejecutivo italiano.
Ben Sulayem, por su parte, destac¨® que los objetivos de los hut¨ªes son infraestructuras, no civiles. ¡°Este es probablemente el lugar m¨¢s seguro en el que puedes estar en Arabia Saud¨ª en este momento. Por eso seguimos corriendo¡±, a?ad¨ªa Toto Wolff, director de Mercedes, que por primera vez en mucho tiempo coincidi¨® en algo con Christian Horner, su hom¨®logo en Red Bull: ¡°Ning¨²n acto de terrorismo puede tolerarse. El deporte no debe intimidarse ante una situaci¨®n como esta; simplemente no es aceptable¡±.
Reuni¨®n de los pilotos
La postura oficial de los promotores y los equipos qued¨® clara en el sentido de esas declaraciones. Sin embargo, los pilotos quisieron decir la suya y, por las m¨¢s de tres horas y media que se pasaron analizando la situaci¨®n una vez concluida la segunda pr¨¢ctica ¨Ccomandada por Charles Leclerc y con Carlos Sainz, el tercero¨C, no todos est¨¢n de acuerdo con la decisi¨®n tomada. Los principales protagonistas del certamen se reagruparon en la Asociaci¨®n de Pilotos (GPDA), por la que fueron tambi¨¦n desfilando los responsables de mayor rango del Gran Circo (Domenicai, Ross Brawn, director general de la F1, as¨ª como todos jefes de las estructuras). Algunos, como Mattia Binotto, el mandam¨¢s de Ferrari, incluso tuvieron que regresar al circuito tras haberlo abandonado.
Varios corredores mostraron su preocupaci¨®n por lo acontecido, e incluso plane¨® la sensaci¨®n de que un posible boicot era una hip¨®tesis real. Helmut Marko, una de las piezas m¨¢s incluyentes en Red Bull, donde desempe?a el papel de principal asesor del due?o, Dietrich Mateschitz, puso de manifiesto la diferencia de perspectiva de la pareja de la escuder¨ªa energ¨¦tica. ¡°Max [Verstappen] no est¨¢ asustado para nada. Checo [P¨¦rez] s¨ª lo est¨¢, y mucho. Pero no creo que esto [esta coyuntura] sea muy distinta a la de vivir en Ciudad de M¨¦xico¡±, solt¨® el expiloto austr¨ªaco, una de las voces m¨¢s pol¨¦micas. A pesar de la inquietud, la GPDA decidi¨® seguir con el programa del fin de semana, y sobre las 2:30 de la ma?ana cada cual volvi¨® a su hotel.
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