F¨²tbol en la semana sin f¨²tbol
?Cu¨¢ntos lazos entre padres, hijos y amigos ha fortalecido la pasi¨®n por este deporte? ?Y cu¨¢ntos lazos habr¨¢ roto por dejarle el mando a las bajas pasiones?
El f¨²tbol. Mi semana era tranquila, sin partidos que comentar por la fecha FIFA. ¡°Una semana sin f¨²tbol¡±, me dije, antes de encontrarme de frente con un revoltijo de partidos en los que el f¨²tbol volvi¨® a demostrar su capacidad de seducci¨®n, atravesando pa¨ªses, edades, sexos¡ Viendo multitudes acompa?ando a equipos de todo pelaje, uno se pregunta: ?Cu¨¢ntos lazos entre padres, hijos y amigos ha fortalecido la pasi¨®n al f¨²tbol a lo largo del tiempo? ?Y cu¨¢ntos lazos habr¨¢ roto por dejarle el mando a las bajas pasiones? Pero aqu¨ª sigue, lleno de energ¨ªa, renovando ilusiones, animando debates, siendo divisorio en el peor de los casos, creando comunidad en el mejor. Hablamos de un juego y, como tal, de una actividad que est¨¢ fuera de la realidad. Pero qu¨¦ poder el del f¨²tbol para lograr que los estadios pongan en olvido la pandemia que a¨²n acecha y la guerra que est¨¢ golpeando la puerta.
Los chicos. Fui invitado a Maspalomas por Jos¨¦ Ram¨®n de la Morena para presenciar la Liga Promises, Torneo internacional sub 12 que desde 1996 organiza la Fundaci¨®n El Larguero. Me encanta mirar al futuro viendo a chicos que por primera vez se muestran ante la televisi¨®n. Tienen una seriedad adulta, porque la presi¨®n pesa como un fardo sobre el placer y la espontaneidad. Algunos se imponen por el tama?o del cuerpo, otros por el tama?o del talento, y es un espect¨¢culo aparte ver c¨®mo la inteligencia de cada cual intenta desequilibrar con las armas que le dio la naturaleza. En algunos casos ya asoma el profesional que van a ser. Todos controlan y pasan con una gran precisi¨®n en velocidad, algunos llevan el amague de f¨¢brica, pocos regatean y ninguno se anima a liberar la inspiraci¨®n. El Madrid (1) y el Bar?a (0) alcanzaron la final. Al final lloraron ganadores y perdedores. Audiencia televisiva: un mill¨®n.
La patria. En Am¨¦rica y en ?frica culminaban las clasificaciones para el pr¨®ximo Mundial, en partidos donde pa¨ªses enteros se redujeron a once tipos que, con sudor patri¨®tico, se hicieron cargo del orgullo nacional. El impiadoso f¨²tbol tumb¨® a Italia del Mundial, con toda una historia de competitividad a cuestas hecha de c¨¢lculo, de astucia y de grandes futbolistas. Como fueron v¨ªctimas de Macedonia, hab¨ªa que buscar culpables. Algunos genios atribuyeron la eliminaci¨®n a que Italia juega demasiado bien. Afortunadamente, eso tiene f¨¢cil soluci¨®n: que en la pr¨®xima eliminatoria seleccionen a los peores jugadores. La Generaci¨®n dorada de Chile tambi¨¦n se qued¨® sin Mundial, pero eso no es m¨¢s que la ¨²ltima evidencia del paso del tiempo. Finalmente, con el sentido del honor que caracteriza a los hinchas, algunos senegaleses lanzaron rayos l¨¢ser en la tanda de penaltis a los jugadores de Egipto, lo que demuestra que es compatible ser patriota y delincuente.
El r¨¦cord. El Bar?a y el Madrid de f¨²tbol femenino se enfrentaron en cuartos de final de Champions e hicieron historia en el Nou Camp batiendo el r¨¦cord de asistencia, con 91.553 espectadores. Como en estos d¨ªas no hay nada como un r¨¦cord para subrayar un fen¨®meno, este salto estad¨ªstico pone al f¨²tbol femenino en otra dimensi¨®n. M¨¢s aficionados del Bar?a que del Madrid, normal; m¨¢s gente joven que mayor, buen dato de futuro; y, sobre todo, m¨¢s mujeres que hombres, lo que abre un nuevo espacio para la mujer, no solo dentro del campo, sino tambi¨¦n en las gradas. Un partido que llevaba el pron¨®stico definido por la superioridad del Bar?a, hoy por hoy el mejor equipo de Europa. Pero competido, porque las jugadoras del Madrid empiezan a saber lo que representan y jugaron, a pesar del 5 a 2, sin complejos y con orgullo. Por ah¨ª se empieza. Y as¨ª acab¨® mi semana sin f¨²tbol, peloteado desde todas las latitudes.
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