El f¨²tbol en Estados Unidos busca un nuevo horizonte
El primer trofeo internacional de un club estadounidense en 22 a?os alimenta las ambiciones de una Liga en crecimiento
Poco antes de las once de la noche del mi¨¦rcoles, un pu?ado de aficionados segu¨ªa en la grada del estadio Lumen, en el centro de Seattle, agitando banderas y coreando el triunfo de los Sounders. Hab¨ªan pasado casi dos horas desde que el equipo hab¨ªa doblegado a los Pumas de M¨¦xico en la Liga de Campeones de la Concacaf (LCC). Fue la primera victoria en 22 a?os de un equipo estadounidense en el torneo de la Confederaci¨®n del norte y centro de Am¨¦rica y el Caribe, dominada desde hace 16 a?os por equipos mexicanos. Las televisiones hab¨ªan levantado los plat¨®s y trabajadores barr¨ªan el confeti del c¨¦sped sint¨¦tico. Pero en el ambiente se respiraba la sensaci¨®n de que el equipo hab¨ªa llegado a un nuevo nivel, a un mercado global.
¡°Ten¨ªa que estar ah¨ª. Fue algo hist¨®rico¡±, asegur¨® la noche del mi¨¦rcoles Brian Kelly, un profesor de educaci¨®n primaria de 36 a?os que vio a los Sounders levantar su primer trofeo internacional. El equipo lleva 13 a?os en la Major League Soccer (MLS, la liga estadounidense), pero su historia se remonta casi medio siglo atr¨¢s. La de Seattle fue una de las 24 escuadras que form¨® parte del primer experimento comercial del llamado soccer en el pa¨ªs, la North American Soccer League. Desde entonces, los hinchas mostraban un orgullo particular. El historiador Frank McDonald recuerda en el libro The United States of Soccer, de Phil West, que los seguidores del Estado de Washington recibieron en 1975 a Pel¨¦ y su Cosmos de Nueva York con una pancarta que dec¨ªa: ¡°Pel¨¦, aqu¨ª estar¨ªamos aunque no hubieras venido¡±. Un a?o despu¨¦s, 58.000 personas fueron a ver un encuentro entre el equipo del astro brasile?o y los locales. Fue una de las entradas m¨¢s importantes para un deporte despreciado.
Ese desprecio es hoy cosa del pasado. Seattle, junto a ciudades como Columbus (Ohio), Los ?ngeles (California), Dallas (Texas) o Filadelfia, son bastiones del f¨²tbol. La noche de la final de la LCC, el sistema que mide los movimientos s¨ªsmicos en el noroeste de Estados Unidos registr¨® tres peque?os terremotos en 90 minutos. Estos coincidieron con cada uno de los goles encajados por Pumas.
El t¨ªtulo de la Concacaf fue el objetivo principal desde el arranque de la campa?a para Garth Lagerwey, el m¨¢nager general de los Sounders. La prensa deportiva local consideraba el trofeo el Moby Dick del ejecutivo, quien estuvo cerca de conquistarlo en 2011 cuando estaba al frente de Real Salt Lake, de Utah. El Monterrey de M¨¦xico venci¨® aquella vez. Lagerwey lleg¨® al noroeste en 2015 y comenz¨® a crear el equipo que ha conquistado este hito, que les permitir¨¢ jugar el pr¨®ximo Mundial de Clubes de la FIFA. ¡°No ser¨¢ un partido solo por diversi¨®n contra reservas, vamos a jugar por un trofeo. Para esto hacemos lo que hacemos, ?no? Es incre¨ªble¡±, dijo a The Athletic.
Los Sounders comparten casa con sus hermanos mayores, los Seahawks de la liga de f¨²tbol americano, el equipo m¨¢s popular de la ciudad. A este les siguen los Mariners del b¨¦isbol, el ¨²nico en la liga profesional que no ha jugado nunca una Serie Mundial. Ambos deportes tienen m¨¢s arraigo que el f¨²tbol, pero la realeza deportiva de estos equipos dio un empuj¨®n a los locales para conseguir el t¨ªtulo internacional. Marshawn Lynch, un corredor de potencia que ayud¨® a Seattle a conseguir la Superbowl en 2014, grab¨® un video pidiendo a la ciudad abarrotar el estadio. El Lumen registr¨® una asistencia de 68.400 personas, la mejor entrada en un partido de la LCC. Ken Griffey Jr., un emblem¨¢tico jugador de los Mariners de los a?os noventa, tambi¨¦n grab¨® un mensaje para calentar los ¨¢nimos. ¡°Dicen que es solo un juego, pero esto es mucho m¨¢s¡ Esto significa todo¡±, afirmaba en un texto lleno de ¨¦pica local y cargado de gui?os a los triunfos de casa.
En otras regiones, el f¨²tbol se est¨¢ independizando del resto de deportes. A finales de abril, el Ayuntamiento de Miami cedi¨® finalmente a los encantos de la MLS. Despu¨¦s de varios a?os de retrasos y con un debate de seis horas, los concejales aprobaron finalmente los planes para construir cerca del aeropuerto un proyecto que albergar¨¢ la nueva casa del Inter Miami. El estadio tendr¨¢ capacidad para 25.000 personas e incluir¨¢ un parque de 23 hect¨¢reas con canchas de f¨²tbol, adem¨¢s de un hotel con 750 habitaciones y edificios de oficinas.
El Inter ha llegado finalmente a la tierra prometida. La franquicia debut¨® en la liga hace tres a?os de la mano de David Beckham y los hermanos Jorge y Jos¨¦ Mas, empresarios del sector de la construcci¨®n, de origen cubano-americano. Estos aseguran que la edificaci¨®n estar¨¢ lista para el arranque de la MLS en 2025. Si el plazo se cumple, se har¨¢ realidad al fin una promesa que Beckham exigi¨® a los Mas para entrar en la sociedad. El equipo deb¨ªa jugar en Miami, por las oportunidades de mercado que engloba la ciudad de Florida. Hasta ahora, el Inter juega en Fort Lauderdale, a casi 50 kil¨®metros de la ciudad.
La MLS sostiene su crecimiento. El a?o pasado, la liga ten¨ªa 27 equipos. Este lleg¨® a 28 con la incorporaci¨®n del Charlotte FC en Carolina del Norte. El n¨²mero 29 llegar¨¢ el pr¨®ximo a?o con el Saint Louis City, que jugar¨¢ en una cancha ubicada en un barrio negro que tiene 200 a?os de historia. Los ejecutivos de la MLS todav¨ªa estudian qu¨¦ ciudad recibir¨¢ el equipo n¨²mero 30, cuyo debut llegar¨¢ probablemente en 2024. Este, con casi toda seguridad, reforzar¨¢ el oeste. El comisionado Don Garber afirm¨® a finales del a?o pasado que Las Vegas est¨¢ al frente en la carrera, pero tambi¨¦n hay negociaciones con grupos de Phoenix (Arizona) y San Diego (California).
Una liga con 30 equipos revela el mercado potencial del f¨²tbol en Estados Unidos. La MLS naci¨® en 1996 con solo 10 escuadras y le ha llevado tres d¨¦cadas ponerse a la par de la MLB y la NBA, que tienen el mismo n¨²mero de franquicias. La NFL y la liga de hockey, la NHL, tienen 32. El pr¨®ximo a?o ser¨¢ importante porque se jugar¨¢ la Leagues Cup, un experimento para explotar la animadversi¨®n entre el f¨²tbol de EE UU y el de M¨¦xico. Todos los equipos profesionales de ambos pa¨ªses se disputar¨¢n el trofeo durante el verano. Estas naciones, junto a Canad¨¢, albergar¨¢n el Mundial de 2026.
La MLS busca subir otro pelda?o en su crecimiento, el de la presencia en la televisi¨®n. La pasi¨®n de la liga se vive principalmente en los estadios. El equipo de Charlotte, uno de los m¨¢s d¨¦biles de la presente temporada, debut¨® en marzo jugando en casa frente al Galaxy de Los ?ngeles. Lo hizo ante 74.500 personas, la mejor entrada de la liga. En la televisi¨®n, no obstante, a¨²n lucha por un sitio estelar. Los encuentros emitidos a nivel nacional tuvieron un rating promedio de 285.000 espectadores en 2021, un incremento de 11% respecto a 2019. Los ejecutivos esperan alcanzar este a?o un promedio de 300.000, a¨²n por debajo de las audiencias que registran otras ligas regionales, como la mexicana. En el mercado interior, el f¨²tbol es el cuarto deporte m¨¢s visto despu¨¦s del f¨²tbol americano, el baloncesto y el b¨¦isbol.
La liga femenina, la NWSL por sus siglas en ingl¨¦s, le lleva una gran ventaja a la MLS. La final del a?o pasado logr¨® una audiencia que rebas¨® el medio mill¨®n de espectadores. A inicios de abril, un partido entre San Diego y el Angel City, de Los ?ngeles, tuvo una audiencia de 450.000 espectadores. El campeonato logrado por Washington frente a Chicago fue seguido por medio mill¨®n de televidentes.
¡°Queremos un partido del Mundial¡±, dijo el mi¨¦rcoles Rub¨¦n Osorio, de 55 a?os, fuera del estadio Lumen, y vestido con la camiseta de la selecci¨®n mexicana y una bufanda de los Sounders. ¡°Vea esta afici¨®n, estamos listos para ense?ar al mundo que queremos partidos importantes¡±, afirm¨®. En 1994 la FIFA pas¨® a Seattle por alto. En 2026 la omisi¨®n ser¨ªa imperdonable.
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