Ufarte al Atleti y el Madrid buscando extremo

Las dudas de Ancelotti en la banda derecha (Rodrygo, Asensio, Lucas V¨¢zquez, Valverde¡­) evocan los 10 a?os que pas¨® el Madrid en probaturas para ese puesto mientras Ufarte triunfaba en el Atl¨¦tico.

En una fecha imprecisa de 1963, un mec¨¢nico almeriense que hab¨ªa probado suerte en Pontevedra antes de emigrar a Brasil regresaba a Espa?a por primera vez, a la boda de la hija mayor, que se hab¨ªa quedado con los abuelos. Aprovech¨® el viaje para ofrecerle al Madrid el fichaje de su hijo, que triunfaba en Brasil hasta el punto de que quer¨ªan nacionalizarle para suceder a Garrincha en la verdeamarelha. Le recibi¨® Miguel Malbo, el hombre de la cantera. Ten¨ªa alguna referencia del jugador, Ufarte, conocido all¨ª como Espanhol, y pregunt¨® al padre si hab¨ªa llegado a tener ficha en Espa?a.

¡ªNo, ¨¦l sali¨® de all¨ª con 14 a?os.

¡ªNo podemos ficharle. Si la primera ficha la ha tenido en un pa¨ªs extranjero, para el f¨²tbol es extranjero.

El hombre se sinti¨® injuriado y amargado. ?Su hijo, extranjero! Pero esa era la letra de la norma mal pensada con la que se hab¨ªa prohibido la importaci¨®n de extranjeros tras el fracaso de Espa?a en el Mundial de Chile 62.

El Madrid ten¨ªa como extremo derecho a Amancio, de modo que no puso inter¨¦s en plantear a la Federaci¨®n el absurdo de que un chico nacido en Pontevedra fuera considerado extranjero. Tampoco pod¨ªa pedir un favor all¨ª, pues hab¨ªa retirado su representante en ella justamente desde la prohibici¨®n de fichar extranjeros. Y eso que el presidente, Benito Pico, hab¨ªa sido vicepresidente de Bernab¨¦u, pero rompieron justamente por el cierre de fronteras.

En el verano del 64, Espanhol jug¨® con el Flamengo el Trofeo Naranja en Valencia, form¨® un alboroto y el Atl¨¦tico fue a por ¨¦l. La pega de la extranjer¨ªa se resolvi¨® con un certificado del Petit L¨¦rez de Pontevedra, equipo infantil con el que hab¨ªa jugado antes de salir de Espa?a, y entr¨® en el Atl¨¦tico como mano en guante. Hasta sombreros le lanzaron en el viejo Metropolitano. R¨¢pido como el viento, con gran regate, se convirti¨® en la gran baza del Atl¨¦tico. Ante el Madrid echaba el resto, nunca perdon¨® que le rechazaran por tildarle de extranjero. Fueron legendarios sus duelos con Sanch¨ªs.

El mismo a?o que lleg¨® Ufarte, Amancio pas¨® a interior en punta para suplir el declive de Puskas. Por el puesto de extremo derecho empez¨® un desfile de aspirantes que durar¨ªa tanto como la carrera del pontevedr¨¦s en el Atl¨¦tico.

Serena. El primero, puro ye-y¨¦, hecho en la cantera y autor de un gol hist¨®rico al Partiz¨¢n en la final de 1966. Fue a menos, empez¨® a caer en suplencia y en el 68 sali¨® al Elche. En cinco a?os dej¨® 86 partidos y 15 goles.

Ag¨¹ero. Uno de los siete paraguayos venidos a Espa?a tras el Mundial 58. El Madrid lo fich¨® del Sevilla (ya con doble nacionalidad) para la 65-66. Un a?o, nueve partidos, dos goles. Pas¨® al Granada.

Veloso. Lleg¨® en la 65-66 procedente del Depor, donde fue pareja de ataque con Amancio y cuatro veces internacional. Delantero centro, se le intent¨® adaptar al extremo con resultado discreto. Cuatro temporadas y al Orense. 42 partidos y 19 goles.

Juanito. Fichado del Albacete, extremo o interior. Dos partidos en la 66-67, entre cesiones al Valladolid, Rayo y Castell¨®n.

De Diego. Interior en punta fichado del Oviedo en la 67-68, tambi¨¦n intentado de adaptar al extremo. Tres temporadas, 12 partidos, cinco goles.

Miguel P¨¦rez. Argentino, oriundo, apareci¨® en la 67-68. Extremo, iba m¨¢s cuando una lesi¨®n de rodilla le fren¨®. Cinco a?os, 66 partidos, 13 goles. Luego, Zaragoza, Rayo y Castell¨®n.

Jos¨¦ Luis. Canterano, lleg¨® al equipo en la 67-68, su puesto natural era el de Pirri, pero se convirti¨® en un comod¨ªn. Jug¨® de lateral, en la media y a veces de extremo derecho. Cuatro veces internacional. En 10 a?os dej¨® 183 partidos y 16 goles en diversas posiciones.

Fleitas. Paraguayo. Lleg¨® al M¨¢laga en 1968 como falso oriundo, pas¨® al Madrid para la 70-71. Otro interior en punta al que se intent¨® adaptar. Mucha clase y propenso a engordar. Dos a?os titular, 77 partidos, 26 goles. Se fue al Nimes, de donde regresar¨ªa al Sevilla. Se cas¨® con una hija de Fernando Rey.

Ortu?o. Extremo derecho, fichado del Sabadell en la 70-71. Dos temporadas, ocho partidos, dos goles. Pas¨® al Castell¨®n.

Aguilar. Llegado en la 71-72 junto a Corral y Santillana, extremo de clase y velocidad, pero miedoso. Jug¨® ocho temporadas con 160 partidos y 50 goles. Fue el d¨¦cimo de la lista. Y diez fueron los a?os que Ufarte se mantuvo como titular en el Atl¨¦tico (luego fue al Racing) mientras el Madrid se volv¨ªa loco buscando extremo derecho.

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