El Olympique de Lyon supera con autoridad al Barcelona en la final de la Champions femenina
El cuadro franc¨¦s desarbola al equipo cul¨¦ con tres goles en la primera media hora y se defiende hasta coronarse por octava vez en la m¨¢xima competici¨®n continental
En la Champions League manda el Olympique de Lyon. Y de eso, el cuadro franc¨¦s, no quer¨ªa que quedara ninguna duda. Al Barcelona ya se lo hab¨ªa dejado claro en su primera final de Europa en 2019 en Budapest (4-1) y este s¨¢bado lo volvi¨® a padecer en Tur¨ªn. En el momento en que las azulgrana andaban con la confianza en llamas, dispuestas a tutearlas, ya con el traje de campe¨®n defensor del t¨ªtulo, el Lyon las volvi¨® a mandar a la lona. Como en Hungr¨ªa, al cuadro franc¨¦s le bast¨® media hora para ense?ar su poder¨ªo: tres goles en 33 minutos. Esta vez, el Bar?a se rebel¨®. No le alcanz¨®. El camale¨®nico Lyon, capaz de dominar el partido con y sin el bal¨®n, tan duro fuerte f¨ªsicamente como mentalmente, es imposible de descifrar para el Barcelona.
En un duelo cargado de simbolismo, en el que se med¨ªan los ¨²ltimos dos campeones de Europa, due?os de dos estilos diferentes, el Lyon no quer¨ªa que nadie ponga en jaque su hegemon¨ªa. El cuadro franc¨¦s levant¨® su octava Champions en una especie de ba?o de realidad para las azulgrana. Antes de la final de Tur¨ªn, el Barcelona y el Lyon se hab¨ªan enfrentado en cinco oportunidades, en todas con el mismo ganador: el cuadro franc¨¦s. Nada cambi¨® en Tur¨ªn, por mucho que Jonatan Gir¨¢ldez, t¨¦cnico del Bar?a, le diera vueltas el duelo.
Gir¨¢ldez apost¨® por el control contra el t¨¢cticamente desordenado Lyon. De entrada, el mensaje era claro: Jenni Hermoso en lugar de Oshola, menos profundidad pero m¨¢s piernas para atar el bal¨®n en la medular. Sobre todo, si se ten¨ªa en cuenta que, con Martens fuera de forma, el t¨¦cnico azulgrana coloc¨® de extremo izquierdo a Mariona. Sin embargo, en el amanecer del duelo, el Bar?a sufr¨ªa para sortear la presi¨®n de las francesas. Si hasta Putellas, una especialista en eso de esconder el cuero, acumul¨® cuatro p¨¦rdidas en seis minutos, la ¨²ltima letal para Pa?os. Recobr¨¢ndose de una entrada, Henry tom¨® la pelota a 30 metros de la porter¨ªa del Barcelona y no se lo pens¨®: sac¨® un latigazo, potente y preciso, que se col¨® en la escuadra.
El gol, s¨ªmbolo de poder¨ªo, mandaba un mensaje claro: Europa es territorio del Lyon, presente en 10 finales de la Champions. De hecho, las once azulgrana que saltaron al campo ya sab¨ªan qu¨¦ era perder final de Champions ante el Lyon. Las que estuvieron en la final de Budapest, pero tambi¨¦n Paredes (cuando vest¨ªa la camiseta del PSG) y Rolfo (Wolfsburgo). Y las jugadoras de Bompastor no ocultaban su deseo de ense?arle al Bar?a qui¨¦nes eran las due?as del continente. Nada m¨¢s marcar Henry todas las futbolistas del cuadro franc¨¦s, incluida la portera Endler, se unieron en una pi?a en el c¨ªrculo central.
Aturdido e impreciso, el Bar?a no lograba descansar con el bal¨®n y solo romp¨ªa al Lyon con los desmarques de Aitana y las escaladas por la banda izquierda de Rolfo. Bonmat¨ª se col¨® en el ¨¢rea del cuadro franc¨¦s, pero el remate de Hermoso lo rechaz¨® sin demasiado esfuerzo Endler. La 10 tampoco estuvo acertada en el ¨¢rea peque?a para mandar a la red el buen pase lateral de Rolfo.
A los analistas del Barcelona les result¨® complicado preparar la final. No hab¨ªa manera de encontrar patrones en el juego del Lyon. Un caos imposible de descifrar, por momentos brillantes, en otros intrascendente, una acumulaci¨®n de cromos capaz de lo mejor, nunca de lo peor, siempre imposible de tumbar para el Bar?a.
Y si de cromos se trata, ninguno mejor que Ada Hegerberg. La noruega no necesit¨® mucho para demostrar por qu¨¦ es la mejor artillera de la Champions. En su primer remate a puerta, la ganadora del primer Bal¨®n de Oro firm¨® de cabeza el 0-2. La superioridad del Lyon comenzaba en la potencia f¨ªsica para controlar a las volantes del Bar?a, se gestaba en las alas y se materializaba en el ¨¢rea. El reloj reci¨¦n pasaba la media hora, cuando Macario cant¨® el tercero despu¨¦s de aprovechar un despiste azulgrana en la zaga. El Barcelona estaba grogui, sin su br¨²jula en la medular. Patri Guijarro padec¨ªa con la presi¨®n de las francesas, Aitana no encontraba su lugar y Alexia reci¨¦n apareci¨® en el minuto 41, cuando con firmeza remat¨® en el coraz¨®n del ¨¢rea el centro de Hansen.
Tras el paso por los vestuarios, Gir¨¢ldez cambi¨® de plan. En realidad, volvi¨® a su idea inicial: potencia f¨ªsica y velocidad para atacar el espacio con Oshoala. La receta asust¨® al Lyon. Entonces, cuando el duelo se pon¨ªa a golpe por golpe, el preparador azulgrana sum¨® m¨¢s gasolina: Martens. El Olympique hab¨ªa amenazado a Pa?os con Cascarino y Malard, pero el Bar?a ya estaba instalado en el campo del Lyon.
Tras el remate al larguero de Patri Guijarro ¡ªrecuper¨® el bal¨®n en la mitad del campo y, cuando vio a Endler adelantada, no dud¨® en disparar¡ª, el Bar?a sac¨® m¨¢s orgullo que f¨²tbol. Comenz¨® a mover el cuero, ahora con dos extremos bien abiertas como Martens y Graham y una delantera inc¨®moda para la defensa del Lyon como Oshola, que liberaron a Guijarro, Aitana y Putellas. Pero el Lyon se defendi¨® sin complejos. Y aguant¨®. Jug¨® con el reloj hasta levantar su octava Champions y ense?arle al mundo qui¨¦n manda en Europa.
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