Sinner aborta la rebeli¨®n tard¨ªa de Alcaraz
El espa?ol amaga con la remontada, pero cede en un duelo gobernado por el italiano (6-1, 6-4 y 6-7(8) y 6-3, en 3h 25m) y se despide en los octavos de Londres
Al sexto intento va la vencida para Jannik Sinner. El italiano, de 20 a?os, escora con la derecha y redondea una tarde que amaga con adoptar un giro ¨¦pico, descartado finalmente porque a cada empell¨®n de Carlos Alcaraz (19) reacciona el cuartofinalista con una defensa formidable. No hay manera: 6-1, 6-4 y 6-7(8) y 6-3, despu¨¦s de 3h 25m. As¨ª se cierra este episodio de la rivalidad que apunta a marcar la nueva ¨¦poca. El espa?ol no desiste, aunque enfrente hay un muro que habla alto y claro: el ma?ana tambi¨¦n le pertenece. Ha sido superior Sinner. Termina as¨ª esta segunda andadura por Wimbledon, territorio de complejidades y dificultades. Pero el chico de El Palmar no se marcha de vac¨ªo: con solo cinco partidos sobre hierba, promete revancha y encuentra el est¨ªmulo de Nueva York en el horizonte. Emplaza a finales de agosto: all¨¢ voy, Flushing Meadows.
La futura era se escribe a toda velocidad, la que despiden los sablazos de uno y otro desde la primera bola en juego. Es una tarde a c¨¢mara r¨¢pida. Salvo contadas excepciones, se acab¨® el cambio de marchas o la especulaci¨®n. La nueva juventud que empuja y se abre hueco procesa y ejecuta todo a un ritmo de v¨¦rtigo, como si solo valiera el hoy, el ahora. El ya mismo. Desde el principio, los dos se encaran a tumba abierta y al aficionado que observa desde la tribuna lateral apenas le da tiempo a hacer el caracter¨ªstico giro de cuello, de un lado a otro, tic-tac, para seguir la estela de la pelota en los intercambios. Alcaraz y Sinner ¨Cel martes contra Novak Djokovic: 6-2, 4-6, 6-1 y 6-2 a Tim van Rijthoven¨C progresan y compiten a toda pastilla, como si en sus monoplazas no hubiera freno.
Dec¨ªa Alcaraz que empieza a tener convicci¨®n sobre la hierba, y as¨ª lo atestigua la evoluci¨®n de las dos previas al cruce con el italiano. Ya no es un extra?o en la superficie. A?ad¨ªa el murciano que sab¨ªa c¨®mo hincarle el diente a su amigo, al que bati¨® siendo un par de adolescentes en 2015 y al que abras¨® el curso pasado en Bercy, en el primer encuentro profesional entre ambos. Sin embargo, Sinner ha venido con la lecci¨®n bien aprendida y con paso firme, con la s¨®lida voluntad de reclamar con buen tenis y sugerentes argumentos su cuota de protagonismo. El tirol¨¦s rompe la bola, carga duro una y otra vez, pero tiene un registro bastante m¨¢s rico que el de los pegadores de nuevo cu?o. Escapa al estereotipo actual.
Desenfunda y mu?equea con naturalidad, y la grada de La Catedral empieza a fantasear y a recordar aquellos tiempos en los que el Becker primerizo, ese pelirrojo, dejaba a todo el mundo boquiabierto en la ejecuci¨®n del saque y la volea. Envida Sinner en cada pelotazo y aborta cualquier intento de Alcaraz por reengancharse, exigido el espa?ol en cada punto y frustrado: cuando el rival arma el brazo, el golpe es indescifrable. Tiene piernas para todo el murciano, pero esa bola fiera se dispara y clava los dientes en el cordaje, as¨ª que al intentar devolverla se queda muchas veces atrapada en la raqueta. Corre y corre el de El Palmar, pero el mazo del italiano se impone.
Runr¨²n y alegr¨ªa pasajera
¡°?Vamos Carlitos, vamos animal!¡±, le animan desde un fondo. Y ¨¦l insiste e insiste, pero no hay manera. Los errores ensucian la estad¨ªstica ¨C39 al final, frente a los 8 del viernes contra Oscar Otte¨C y en el box, poblado por 12 acompa?antes, abunda la preocupaci¨®n. A unos metros, los cinco miembros que apoyan a Sinner contemplan con entusiasmo y el impacto de un saque contra la chapa genera la onomatopeya del p¨²blico: ¡°Wooooow!¡±. S¨ª, Sinner tambi¨¦n apunta a gran proyecto. Hier¨¢tico, ara?a los breaks y controla la escena con el aplomo que le caracteriza; tiene 20 a?os, pero aborda como un veterano. Ya se ha hecho con las dos primeras mangas (32 minutos la primera) y La Catedral aguarda a la reacci¨®n de Alcaraz. Hay runr¨²n.
Sinner wins the battle of youth.@janniksin becomes the youngest man to reach the quarter-finals at The Championships since 2014#Wimbledon | #CentreCourt100 pic.twitter.com/ProofLIX6u
— Wimbledon (@Wimbledon) July 3, 2022
Hay, c¨®mo no, algunos de esos brochazos de genialidad que tanto encandilan. Es el rev¨®lver del momento. No vuelve la cara, guerrea, trata de endurecer el partido. Se precipita tambi¨¦n; desde el fondo, la derecha chirr¨ªa. No es un d¨ªa de fortuna. Ni siquiera encuentra consuelo en esas bolas que golpean la cinta y se quedan suspendidas en al aire; todas caen de lado de Sinner. En realidad, se las gana. Incontestable e imperturbable, el italiano progresa como un c¨ªborg. No regala ni una. O s¨ª, cuando el exceso de ganas le cuesta un disgusto y el pulso se prolonga. Al borde de la r¨²brica, un rev¨¦s a la cinta y un resto a la malla lo penalizan. Ante el abismo, Alcaraz se agranda, sube, presiona y, ahora s¨ª, rasca y ara?a el premio.
Invita a pensar ese chispazo en un punto de inflexi¨®n, pero queda en una alegr¨ªa pasajera. Sinner repele ¨Csiete de siete opciones de rotura negadas¨C y contragolpea nada m¨¢s comenzar el cuarto set; va madurando el duelo hasta que inclina definitivamente la balanza. Se?ora exhibici¨®n al resto, polvaredas de cal cuando su bola besa las l¨ªneas. Salva Alcaraz otras tres situaciones terminales, pero se inclina a rega?adientes. Ah¨ª finaliza el recorrido del espa?ol, que aterriz¨® en Londres con prudencia, elev¨® luego el discurso y regresa a casa con un provechoso c¨²mulo de experiencias sobre el verde. El pr¨®ximo a?o, el periplo ingl¨¦s probablemente se diferente para ¨¦l. Londres ya aguarda a su vuelta.
¡°LA CATEDRAL ME HA IMPUESTO, PERO ME VOY CON LA CABEZA ALTA¡±
El rostro y el discurso de Alcaraz revelaban fricción en la sala de conferencias. Por un lado, el murciano subrayaba lo aprendido en este segundo viaje londinense, pero por otro, en su expresión se adivinaba el escozor de la derrota que volatilizó el sueño de atrapar su primer Grand Slam.
“No venía con muchas expectativas, aunque me voy con la cabeza alta. A pesar de no haber jugado al nivel que quería he tenido opciones y me voy contento por haber sido capaz de generar oportunidades para cambiar el partido”, introdujo.
Sin embargo, contaba Alcaraz, le faltó “estabilidad mental”. Esa linealidad que le exige su preparador, Juan Carlos Ferrero. “Hoy, como en muchos partidos, a ratos juego bien y a ratos mal. Me ha costado un poquito. La central de Wimbledon me ha impuesto bastante. Por algo se le llama La Catedral”, precisó.
Ahora pondrá rumbo a Hamburgo y Umag, donde el año pasado obtuvo su primer título profesional, para intentar arañar un puñado de victorias antes de afrontar la gira veraniega sobre cemento. Y no le falta optimismo, claro: “He jugado partidos muy buenos y he conseguido dar un buen nivel al final, pero Jannik ha estado increíble”.
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