Sandra S¨¢nchez, el oro y las l¨¢grimas del adi¨®s al k¨¢rate

Lleg¨® el momento de decir adi¨®s. Sandra S¨¢nchez, la peque?ina del k¨¢rate, la que dice que se cay¨® en una marmita de energ¨ªa infinita, la que antes de las competiciones importantes sue?a que se la come una tortuga gigante, la deportista incansable, tozuda, risue?a, de risa contagiosa, se despide del tatami con 40 a?os y once meses, con la medalla n¨²mero 60. La ¨²ltima, la del ¨²ltimo baile, la ha conseguido esta madrugada en Birmingham (Alabama) en los Juegos Mundiales tras derrotar en la final a la japonesa Hikaru Ono. ¡°Quiz¨¢ fueron las l¨¢grimas m¨¢s bonitas que pod¨ªa sentir. He vivido una etapa tan intensa que me emociona sentir que he logrado todo lo que hab¨ªa so?ado¡±, dijo agarrando fuerte la medalla.

En su palmar¨¦s, un oro ol¨ªmpico, dos mundiales y siete europeos. Y, lo que es m¨¢s importante, haber conseguido que la gente sepa lo que es un kata, que los ni?os y ni?as la imiten en los patios del colegio. El kata es un combate contra un rival imaginario en el que los jueces eval¨²an tu capacidad de transmitir, la fuerza, el equilibrio, la rapidez. Lo que sientes y lo que sacas fuera.

¡°Dice que ya para, pero luego me mira y me suelta: ¡®Jes¨²s, ?y si vamos a la pr¨®xima competici¨®n?¡±. Jes¨²s es Jes¨²s del Moral, su pareja y entrenador. Siempre hab¨ªa una ¡°pr¨®xima¡± competici¨®n para Sandra S¨¢nchez, incluso despu¨¦s del oro ol¨ªmpico, cuando nadie ten¨ªa fuerzas para nada. Ella par¨® una semana y se puso a preparar el Mundial de Dubai, y se colg¨® un oro.

Esta vez ha sido la ¨²ltima de verdad. Tambi¨¦n porque el k¨¢rate se ha ca¨ªdo del programa de los Juegos de Par¨ªs 2024. Sandra quer¨ªa despedirse en una competici¨®n con p¨²blico. No lo tuvo en Tokio, ese 5 de agosto, d¨ªa en el que celebraba su aniversario de matrimonio. El d¨ªa en que deseaba que sus padres estuvieran all¨ª. Antes de la pandemia les hab¨ªa comprado unos billetes de regalo, para que no se perdieran la cita ol¨ªmpica. La pandemia trastoc¨® los planes de todos. Y sus padres, Seraf¨ªn y Mar¨ªa Isabel, montaron una fiesta enorme en Talavera de la Reina y la vieron por la tele. ¡°Dale un abrazo de nuestra parte, t¨² que est¨¢s all¨ª y felic¨ªtala por el aniversario¡±, escrib¨ªan por WhatsApp a esta periodista. ¡°He hablado con ellos y no sab¨ªan ni qu¨¦ decirme de lo emocionados que estaban, la que han liado en casa¡­¡±, contaba luego ella.

Ahora es una mujer a punto de cumplir 41 a?os. Cuando mira atr¨¢s siempre ve aquella ni?a de cuatro que dec¨ªa sentir algo cada vez que pisaba un tatami y que no par¨® hasta convencer a sus padres de que la llevaran a uno. El profesor les dijo: ¡°Dejadla probar y se le pasar¨¢ la tonter¨ªa¡±. Nunca se le pas¨®. Ni siquiera cuando dejaron de creer en ella y la dejaron fuera de la selecci¨®n. Ni siquiera cuando se pagaba las competiciones de su bolsillo, rompiendo la hucha cerdito que ten¨ªa en casa.

Sandra no se subi¨® a un podio internacional hasta los 32, edad en la que normalmente los karatecas est¨¢n ya retirados. Desde entonces (2015) lleva 60 medallas seguidas. Tard¨® tanto en subirse a un podio porque estuvo apartada durante varios a?os. Con 20, entr¨® en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid y al mes se march¨® porque a su madre le diagnosticaron un c¨¢ncer y quer¨ªa estar cerca de ella. Iba a abandonar la residencia, no las rutinas de entrenamiento. Desde la Federaci¨®n de entonces le dijeron a su maestro que hab¨ªa desaprovechado su momento. Y tuvo que pelear durante a?os para demostrar que no era as¨ª.

Sigui¨® entren¨¢ndose y compitiendo para representar a su club de Talavera, termin¨® Ciencias del Deporte y con 24 a?os dej¨® el k¨¢rate y se march¨® a Australia. ¡°Ve¨ªa que no pod¨ªa llegar a m¨¢s y empec¨¦ a pensar en mi futuro profesional. Daba clases de k¨¢rate extraescolares¡±. A la vuelta le pidieron que volviera a hacer katas; pero a ella no le apetec¨ªa volver a ese ambiente que la hab¨ªa dejado fuera. Se dej¨® convencer y tuvo que pelear un mes para convencer a Del Moral ¡ªdesencantado con muchos competidores que lo dejaron de un d¨ªa para otro¡ª para que se convirtiera en su entrenador. Para ella era el ¨²nico capaz de hacerla mejorar mezclando f¨ªsico y k¨¢rate.

Y ¨¦l, cuando habla de ella, siempre dice: ¡°Hay algo en ella que es muy dif¨ªcil ver en los dem¨¢s: hay algo que te transmite, algo de fuera de serie¡­ Es como cuando sale un genio entre un mill¨®n, tiene algo, y Sandra tiene ese algo¡±. Ese algo es b¨¢sico porque el kata perfecto es el que se hace con el coraz¨®n, explican siempre ambos. La gente ha descubierto lo que es un kata gracias a Sandra S¨¢nchez, la peque?ina del k¨¢rate.

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