Melanie Garc¨ªa, del Decathlon a ser la portera titular de Espa?a en el Mundial de hockey hierba

Llevaba siete a?os como segunda portera de la selecci¨®n espa?ola y, cansada de esperar, tras los Juegos de Tokio decidi¨® dar un paso a un lado y abrirse otras v¨ªas en la vida. As¨ª, Melanie Garc¨ªa (Las Palmas de Gran Canaria; 31 a?os) tir¨® curr¨ªculos por doquier y acept¨® lo primero que le lleg¨®, en log¨ªstica de un Decathlon llevando maquinaria y pal¨¦s. Dos meses m¨¢s tarde, 60 d¨ªas de madrugones a las cuatro de la ma?ana, le llam¨® el seleccionador. La portera titular, Mar¨ªa de los ?ngeles Ruiz, iba a ser madre y dejaba el equipo nacional. ¡°Muy mal lo tienes que hacer para no jugar¡±, le dijo entonces el t¨¦cnico Adrian Lock.

Mel, como le llaman todas, dej¨® Decathlon y volvi¨® a hacer m¨¢s trabajo que nadie, siempre la ¨²ltima en salir del gimnasio porque entiende que las porteras hacen poco f¨ªsico. ¡°Quiere mejorar, dar m¨¢s al equipo y eso lo notamos¡±, cuenta una de las capitanas, Gigi Oliva. ¡°Es su momento porque ahora ya no solo forma parte del equipo, sino que tambi¨¦n est¨¢ compitiendo. Y est¨¢ demostrando sus capacidades¡±, a?ade Lock. ¡°Siento que es mi Mundial, que las compa?eras me apoyan y conf¨ªan en m¨ª¡±, responde Mel antes de medirse a India en los octavos de final (21.30. RtvePlay, Teledeporte y Esport3); ¡°me gusta tener esta responsabilidad y haberme quitado la espina de no ser la primera portera cuando siempre lo hab¨ªa sido en todos los otros sitios¡±.

Y eso que el hockey y ser portera fue de casualidad. Primero se acerc¨® al deporte porque en su instituto, cuando contaba con 12 a?os, hicieron una demostraci¨®n con los sticks y, junto con los amigos del barrio, probaron fortuna. Mel se qued¨® en el equipo y, en un partido de jornadas abiertas, no fue el portero del equipo y ella, por m¨¢s que no llevara casco ni guantes porque siempre hab¨ªa sido jugadora de campo, decidi¨® ponerse bajo los palos. ¡°Era muy inconsciente¡±, relata divertida al tiempo que enumera la cantidad de protecciones que se pone ahora (coquilla, pantal¨®n, pies, ca?as, peto, casco y guantes). Aunque lo hizo tan bien que al acabar el choque la seleccionadora de Canarias le cit¨® para la siguiente convocatoria. Por entonces, su madre, trabajadora incansable porque ten¨ªa a cuatro en casa, pensaba que jugaba a voleibol. Cosa que cambi¨® con el tiempo porque con 17 a?os se fue por tres cursos a Barcelona, al Polo, regres¨® a casa otras dos temporadas, se march¨® un a?o al Lille franc¨¦s y otros dos al White Star belga para volver al Polo, donde ya suma siete ejercicios. Y, aunque fue citada con la absoluta con 19 a?os, despu¨¦s estuvo cinco largos a?os sin ser convocada por Espa?a. ¡°Echaba de menos la selecci¨®n¡±, cuenta Mel, que tambi¨¦n estudi¨® a la vez integraci¨®n social. Pero Lock le llam¨® para que fuera la segunda, papel que le molestaba, pero no lo transmit¨ªa.

¡°No conozco a nadie que hiciera mejor el papel de segunda, era un diez¡±, le elogia Xantal Gin¨¦. ¡°Ese rol lo llev¨® muy bien a pesar de lo duro que es. Siempre se lo hemos agradecido porque llevaba la sonrisa en la boca¡±, se suma la capitana Mar¨ªa L¨®pez. ¡°Es una persona muy trabajadora que estaba esperando esto, su oportunidad. Y confiamos mucho en ella¡±, agrega Alejandra Torres-Quevedo. ¡°Lo ha cogido con ganas y est¨¢ demostrando que est¨¢ a un nivel excepcional. Que siga as¨ª para muchos a?os¡±, interviene Marta Seg¨². ¡°Fue excepcional para el grupo y ahora ya no solo es del equipo, sino que compite a un gran nivel¡±, le piropea Lock. ¡°Eso y que a las nuevas, tambi¨¦n a las porteras que llegamos, nos anima, nos ayuda¡­¡±, remacha Jana. ¡°Se trataba¡±, resuelve Mel; ¡°de disfrutar y crear buen rollo, anteponer al equipo a m¨ª misma, aunque por dentro estaba triste¡±.

Pero todo el vestuario remarca su car¨¢cter alegre, tambi¨¦n sus ganas de picar con gracia -¡±debe ser porque es Canaria¡±, sueltan unas cuantas- y su capacidad de comunicaci¨®n en el campo. ¡°Me lo paso bien¡±, suelta Mel, que reconoce que la parada que m¨¢s le gusta hacer es esa a una arrastrada en un penalti-c¨®rner que le exige tirarse al suelo. Tambi¨¦n disfruta con el ping-pong, la piscina, el futbol¨ªn y jugar algo a la Play en la concentraci¨®n de Espa?a, pero se da poco margen para el ocio porque, comprometida con la responsabilidad de ser la primera, se aplica con los v¨ªdeos de las rivales, sus lanzamientos de penalti-c¨®rner, c¨®mo entran al ¨¢rea y, de paso, entrenamientos extras. Es su momento, su Mundial, y no quiere desaprovecharlo.

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