Haaland resuelve todos los problemas del City
El delantero noruego saca a su equipo del atasco con dos goles en su primer partido de Premier frente al rocoso West Ham
Erling Haaland es un portento f¨ªsico. Pero su gran poder reside en su cerebro. Pocos jugadores tan potentes han sido capaces de registrar m¨¢s datos en menos tiempo cuando se trata de atacar los espacios. A ¨¦l le dio tiempo a mirar dos veces a Gundogan y dos veces a los centrales y al portero, mientras se giraba para emprender su carrera hacia el coraz¨®n del ¨¢rea. Cuando el mediocampista le dio el pase, el punta ya iba lanzado, fuera del alcance de sus marcadores y listo para controlar el bal¨®n en tiempo y forma con toda la informaci¨®n en su cabeza. Su toque de maestro anticip¨® a Areola y el portero le hizo penalti. Haaland acababa de recibir el primer pase al espacio que le hac¨ªan sus compa?eros. Le bast¨® para desguazar la f¨¦rrea defensa del West Ham y cambiar por completo el panorama del partido de debut del Manchester City en la Premier.
La jugada del penalti del 0-1, que ¨¦l mismo ejecut¨®, define el relieve de Haaland en este City. Su acci¨®n signific¨® mucho m¨¢s que un gol. Solucion¨® unos cuantos problemas de un plumazo. Si hay un adversario pegajoso en su campo, ese es el West Ham, tal vez el ¨²nico equipo del campeonato ingl¨¦s que es capaz de renunciar a la pelota sin avergonzarse y conservar la tensi¨®n competitiva sin desmayo. Un mal cliente para empezar la temporada. Mal rival para el City, que llegaba a Londres con unas cuantas piezas desajustadas.
La suplencia de Bernardo Silva, su c¨®mplice m¨¢s frecuente en los entrenamientos, fue una mala noticia para el noruego. Haaland puede hacer todo bien en un campo de f¨²tbol, pero para ser desequilibrante necesita socios. Silva es el primero, pero su descontento parece manifiesto desde que Guardiola le comenz¨® a postergar en 2020. En el viaje a Londres las elecciones del entrenador favorecieron a Grealish, que no tiene mucha visi¨®n, Gundogan, que est¨¢ fuera de forma, y De Bruyne, que a falta de fondo f¨ªsico ha reducido su radio de acci¨®n a la segunda punta.
Como si se percatase de que su medio campo carec¨ªa de elasticidad, Guardiola despleg¨® a sus dos laterales en los flancos de Rodri, y el City gan¨® en control al tiempo que ralentizaba su circulaci¨®n. Los contragolpes del West Ham se redujeron a la nada pero cuando el City tuvo la pelota careci¨® de lucidez. No puede ser de otro modo si el futbolista que m¨¢s la toc¨® fue Cancelo.
El partido avanzaba a paso de tortuga cuando pasada la media hora Gundogan recibi¨® con tiempo entre l¨ªneas y Haaland olfate¨® la brecha. El gol fue un prodigio al alcance de un delantero ¨²nico. ¡°Cuando ataca los espacios es como Ronaldo Nazario¡±, dijo Roy Keane, apostado en la grada del Estadio Ol¨ªmpico. El viejo delantero del United reconoci¨® el rel¨¢mpago del noruego al evocar las carreras del punta brasile?o, a quien ¨¦l sufri¨® dos d¨¦cadas atr¨¢s.
El 0-1 desatasc¨® el partido. Con espacios, en la segunda parte, al West Ham no le qued¨® m¨¢s remedio que salir de las casamatas. Abiertos los carriles, aguz¨® el colmillo Haaland, que se iba quedando sin energ¨ªa pero se las ingeni¨® para dosificarla cuando despeg¨® con un pase de De Bruyne a la espalda de los centrales. No lo encontraron m¨¢s. Su definici¨®n a un toque fue tan r¨¢pida, despu¨¦s de cambiar el perfil en carrera, que ni al portero ni a los zagueros les dio tiempo a reaccionar.
El primer partido del campeonato siempre es crucial. El City lo encarril¨® con dificultades gracias a dos apariciones de Haaland, el primer crack de m¨¢xima categor¨ªa que ficha Guardiola en sus casi 20 a?os de carrera como entrenador.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.