?ltimo d¨ªa, ¨²ltima hora... ¨²ltimo minuto
El l¨ªo de operaciones cruzadas le puede tocar a cualquier equipo y cualquier instante de ese ¨²ltimo d¨ªa del mercado de fichaje parece la historia interminable
Tras muchos d¨ªas, que digo d¨ªas, tras muchas semanas, hoy para m¨ª, ayer para ustedes, se cerr¨® eso que se llama el mercado del futbol (no en todos los sitios, no en todos los mercados), eso que hace a?os duraba un par de meses y que ahora permanece abierto todo el a?o porque, una cosa es que el tiempo de inscripciones (tambi¨¦n hemos aprendido que una cosa es fichar y otra inscribir) finalice a la media noche del 1 de septiembre y otra es que ¡°el mercado¡± se cierre. Si quieren pruebas sigan la actualidad, sobre todo la digital, de los clubes en cualquier medio de comunicaci¨®n y ver¨¢n que lo que se cerr¨® a la media noche del 1, se abri¨® a primera hora de la ma?ana del 2.
Hemos vivido un mercado en el que hemos aprendido de econom¨ªa del deporte, hemos sabido m¨¢s que nunca que eso del fair play financiero tambi¨¦n le afectaba a nuestro equipo, fuera cual fuera el tipo de proyecto. Antes parec¨ªa que esas cosas solo les pasaban a los equipos grandes y a alg¨²n otro que apuraba sus opciones buscando pescar en las necesidades de dar salidas de los grandes y que pod¨ªan producir opciones a buen precio y en buenas condiciones econ¨®micas para reforzar a tu equipo con jugadores que, tal vez, el 1 de julio eran imposibles por presupuesto y por demandas del jugador, bueno, del agente del jugador.
Hoy ya nada de eso es as¨ª y el l¨ªo de operaciones cruzadas le puede tocar a cualquier equipo y cualquier minuto de ese ¨²ltimo d¨ªa que parece la historia interminable.
Puedes entrar en tu despacho, si conseguiste salir ayer de ¨¦l, claro, ese 1 de septiembre con todos los elementos de tu plantilla cerrados, con todos los dosieres resueltos, con la sensaci¨®n de los deberes hechos y que una llamada, a veces solo un mensaje de texto, empiece a desarmarte lo que te ha costado muchos meses construir. Una oferta de esas irrechazables, una de esas en las que antes podr¨ªan generar un debate interno en cuanto a si hay que atenderla, valorando lo que podr¨ªamos perder en lo deportivo al debilitar nuestro proyecto. Pero ahora, en las angustiosas situaciones econ¨®micas que pasan la mayor¨ªa de los clubes, se cierra r¨¢pido el debate, si alguna vez lo hubo. Se le ponen ruedas a la maleta del jugador y eso te obliga a abrir tus archivos de jugadores que pueden reemplazar a tu jugador vendido. Ahora eres t¨² el que haces esa llamada, env¨ªas ese mensaje a un colega tuyo que iba descontando los minutos de este eterno d¨ªa y, por un lado, le alegras el mercado y por otro, le pones en el brete de elegir a su vez sustituto.
Y, como dec¨ªamos en la escuela, as¨ª sucesivamente hasta llegar a infinito, las operaciones se van encadenando, las tensiones se van sumando, las soluciones que a las 10 de la ma?ana te parec¨ªan regulares te empiezan a parecer hasta posibles o puede aparecer entre todo ese aluvi¨®n alguna pepita de oro que hay que cerrar r¨¢pido, antes que en media hora se la lleve otro.
Si a esto que ya es complicado de gestionar en su globalidad le suman ustedes todos los agentes y los intermediarios, no confundir unos con otros, aunque un agente tambi¨¦n puede ser un intermediario dependiendo de la gorra que en ese momento. Todos esos que en el ¨²ltimo momento tienen la operaci¨®n m¨¢gica, la que va a salvar tu econom¨ªa y la que te llevar¨¢ a tus mejores logros deportivos para luego, en medio segundo, muchas veces sin ni tan siquiera despedirse se desvanecen y ya no vuelves a saber de ellos hasta la pr¨®xima ventana de fichajes.
Y cuando todo acaba¡llega el fin de semana y la noria vuelve a girar.
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