La ficci¨®n y la realidad del Bar?a
La indefinici¨®n es tan manifiesta en el equipo de Xavi que incluso el Madrid pareci¨® tener dudas sobre si su rival en el cl¨¢sico eran los azulgrana
Hoy no se sabe muy bien qu¨¦ es el Bar?a. La identidad ya no se recupera con el cambio de entrenador, ni siquiera cuando se llama Xavi. La construcci¨®n de un equipo lleva su tiempo y el proceso exige una idea que no se ha visualizado en los momentos cumbre de la Liga y mucho menos de la Champions. La indefinici¨®n es tan manifiesta que incluso el Madrid pareci¨® tener dudas sobre si su rival en el cl¨¢sico era el Bar?a. No se explica si no la consideraci¨®n que tuvo con los azulgrana en un partido decidido desde que se cantaron las alineaciones en el Bernab¨¦u. Los madridistas se confundieron tanto que a punto estuvieron de conceder el empate tras la comparecencia de Ansu, Ferran y Gavi. Los suplentes se avergonzaron de los titulares y obligaron al Madrid a un ¨²ltimo esfuerzo que gener¨® un penalti y el 3-1.
No hay partido en el que no se hable de los ¨¢rbitros ni de los errores individuales para camuflar los defectos estructurales del Barcelona. El azulgrana no es un equipo grande ni peque?o, suficientemente aparente en cualquier caso para protagonizar el antes y despu¨¦s de las jornadas, incluso en escenarios pomposos como el Bernab¨¦u. La propaganda presume de una grandilocuencia que no se corresponde con la n¨®mina de futbolistas ni tampoco con el juego colectivo del Bar?a. Los azulgrana pierden con los mejores, como son el Bayern, el Madrid o el Inter, y por otra parte no tienen la humildad y el sacrificio necesarios para competir desde la inferioridad que se supone a la mayor¨ªa de los adversarios que acuden al Bernab¨¦u.
Las certezas encumbran al l¨ªder y las dudas embargan al Bar?a. Hay un problema de concepci¨®n y de organizaci¨®n del juego as¨ª como sorprendentemente de posicionamiento en un plantel como el de Xavi. No es un equipo compacto, sino que parece compartimentado, como si cada l¨ªnea actuara por separado, sin un hilo conductor ni una l¨ªnea de pase definida, falto de la figura del medio centro que fue y ahora no es Busquets. El capit¨¢n pareci¨® superado desde que perdi¨® el duelo con Kroos en la jugada del 1-0. Los barcelonistas se han peleado tanto con la pelota que los adversarios aguardan a que se equivoquen para armar la transici¨®n y encarar a Ter Stegen.
No es extra?o que los jugadores se molesten cuando Xavi les cambia porque entienden que no tienen la culpa de las derrotas como pas¨® con Raphinha ante el Inter y con Demb¨¦l¨¦ en Madrid. Ha sido decisi¨®n del entrenador que los extremos se sientan las figuras de un equipo que acaba en Lewandowski. A los interiores, sin embargo, les cuesta conectar con los delanteros y los laterales afrontan situaciones de dos contra uno o se vencen en los repliegues como pas¨® con Sergi Roberto. No es f¨¢cil explicar c¨®mo ha llegado a jugar tan mal el Barcelona despu¨¦s de empezar bien hasta la llegada del virus FIFA. Las lesiones diezmaron a la zaga y el equipo se cay¨® con el mismo estruendo que la temporada pasada despu¨¦s de ganar en el Bernab¨¦u. Aquel 0-4 activ¨® la memoria despu¨¦s del mal paso en la Champions contra el Inter. La respuesta azulgrana sin embargo no fue la misma y cedi¨® por 3-1.
No es recomendable recurrir a los datos cuando las sensaciones son opuestas. El Bar?a acud¨ªa como l¨ªder, hab¨ªa ganado los siete ¨²ltimos partidos, presum¨ªa de tener al portero menos batido y al delantero m¨¢s goleador del campeonato, y al final result¨® que perdi¨®, que el meta suplente del Madrid solo encaj¨® un tanto y que no marc¨® Lewandowski sino Benzema. El Bar?a se llev¨® al enga?o por la estad¨ªstica de la Liga, quiso jugar como un campe¨®n y se expuso demasiado si se tiene en cuenta su falta de consistencia y agresividad y la fragilidad mostrada en Europa. El relato azulgrana se ha vuelto de alguna manera ficticio desde que asumi¨® el eufemismo de las palancas de Laporta. Ahora toca ser un equipo de verdad ante el Villarreal, el Athletic y los dem¨¢s equipos que pueden descontar puntos antes de volver a cruzarse con el Madrid en el Camp Nou.
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