Tantas historias
En ¡®Historias ins¨®litas de los Mundiales de f¨²tbol¡¯, el periodista argentino Luciano Wernicke descubre an¨¦cdotas y detalles de todas las citas mundialistas celebradas hasta la fecha
Mucho han cambiado las cosas desde la celebraci¨®n del primer Mundial de f¨²tbol. Fue en 1930, en Uruguay. Los equipos llegaron en barco -muchos de ellos tras varias semanas de viaje- y el anfitri¨®n corr¨ªa con los gastos de desplazamiento y estancia. Se disput¨® en una ¨²nica ciudad, Montevideo. Acogi¨® el encuentro con menos asistencia de las citas mundialistas: un Ruman¨ªa-Per¨² que congreg¨® a trescientas personas. Pese a haber vencido a B¨¦lgica con claridad, el entrenador estadounidense amenaz¨® a sus jugadores con retirarles su amistad si segu¨ªan jugando ¡°tan mal¡±. El estadio Centenario se inaugur¨® con el cemento a¨²n fresco, lo que permiti¨® a los asistentes grabar mensajes de amor o patri¨®ticos. Antes del inicio de cada partido se daba la opci¨®n de elegir pelota -uruguaya o argentina, con una leve diferencia de tama?o- y a la final, tal y como mandan los retorcidos guiones del balompi¨¦, llegaron ambos pa¨ªses. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, se jug¨® un tiempo con cada esf¨¦rico. Los argentinos se impusieron en la primera mitad -jugada con su bal¨®n- y Uruguay se llev¨® el t¨ªtulo tras remontar en la segunda parte. Una cuesti¨®n de pelotas.
Detr¨¢s de cada gran cita deportiva, de los campeones, de las estad¨ªsticas y de las cr¨®nicas de los partidos, aparecen decenas y decenas de an¨¦cdotas que cuentan con una materia prima impagable: el ser humano. Si le sumamos un contexto de competici¨®n, de creciente atenci¨®n medi¨¢tica y de importantes cantidades de dinero en juego, el resultado es un divertido c¨®ctel. En Historias ins¨®litas de los Mundiales de f¨²tbol (Altamarea), el periodista argentino Luciano Wernicke descubre an¨¦cdotas y detalles de todas las citas mundialistas celebradas hasta la fecha. Un ejercicio de inmersi¨®n que descubre, por ejemplo, por qu¨¦ el queso holand¨¦s duplic¨® sus ventas en Corea del Sur tras la cita de 2002; uno de los motivos del buen desempe?o de Camer¨²n en Italia¡¯90; o el momento en el que Garrincha, ya en el vestuario antes de la final de Chile¡¯62, descubri¨® que, efectivamente, estaba a punto de empezar el partido decisivo. ¡°?Con raz¨®n hay tanta gente!¡±, exclam¨® antes de salir al campo sonriendo y ganar el t¨ªtulo.
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