El Madrid tiene de todo
Un buen l¨ªder, guiado por Benzema, a hombros de Valverde y Rodrygo y con un firme Lunin, acaba con el colista Elche despu¨¦s de que el VAR invalidara tres goles del Real
El Real Madrid result¨® excesivo para el Elche, que con el coraz¨®n en los huesos sobrellev¨® como pudo un duelo may¨²sculo para un colista. El zaguero de Primera tuvo como comensal al l¨ªder. A un l¨ªder muy redondo en el primer tiempo que no pudo sellar el encuentro hasta que Benzema emboc¨® el quinto tanto madridista y Asensio clav¨® el sexto. Por el camino, el VAR derog¨® tres. Carrete para el Elche, de chasco en chasco para Benzema y su s¨¦quito. Solo pudieron cantar el 0-2 del capit¨¢n cuando el partido a¨²n ten¨ªa trama. Antes, el 0-1 de esa superpotencia que es Valverde. El 0-3 de Asensio retrat¨® a otro gran Rodrygo. Tan cort¨¦s con el balear como exquisito en el gol de Benzema con un taconazo con frac.
El Madrid parti¨® con la cabeza en el Mart¨ªnez Valero, no a¨²n colgado del cl¨¢sico o con Leipzig en la mirilla. Tutelado por Carlo Ancelotti, que ya advirti¨® del riesgo de tomarse el partido en chanclas, el Real compareci¨® abanderado por el Bal¨®n de Oro (Benzema) y su distinguida comitiva ofensiva (Rodrygo y Vinicius). Y no falt¨®, por supuesto, el empleado del mes (Valverde), disc¨ªpulo aventajado de los ilustrados Kroos y Modric. Con todos los sentidos en Elche, el Madrid dej¨® un primer acto muy notable. No tanto el segundo periodo, con m¨¢s distensiones.
De entrada, el t¨¦cnico italiano no se dej¨® nada: R¨¹diger ¡ªel enmascarado jabato de Varsovia con la cabeza cosida¡ª por Mendy y Rodrygo ¡ªel del descabello al Bar?a¡ª por Tchouameni. Alaba ocup¨® el lateral izquierdo como en sus tiempos mozos en M¨²nich, y Kroos, enciclop¨¦dico como es, se instal¨® en el sill¨®n central del gabinete de medio campo. Con la pelota en marcha el Real no se guard¨® nada. Iba e iba en busca de la finca de Bad¨ªa.
Las permutas madridistas desali?aban a los muchachos del repescado Jorge Almir¨®n. Sin bal¨®n, Rodrygo flu¨ªa como extremo por la derecha. Con la pelota grapada, el brasile?o ped¨ªa cita junto a Benzema. Rodrygo, a su manera, m¨¢s fino y sagaz para maniobrar por el embudo que Vinicius, concuerda con el capit¨¢n tan bien como concilia su compatriota con el genial delantero franc¨¦s desde la orilla izquierda.
Flu¨ªa y flu¨ªa el Madrid. F¨²tbol arm¨®nico, toque a toque sin pausa, sin morosos con la pelota al pie. La primera culminaci¨®n fue de Benzema, que cerr¨® una jugada sinf¨®nica con teclas de Valverde, Modric, Rodrygo y Vinicius. En el f¨²tbol puro, el natural, un golazo. Hoy, la nada por un atestado de ese artefacto que es el VAR. Un pelillo de Vinicius le delat¨® en fuera de juego. Sin ventaja, pero en un microsc¨®pico fuera de lugar. Tambi¨¦n mereci¨® confetis y serpentinas otra jugada de billar que deriv¨® en un festejo de Alaba. Resulta que Benzema ten¨ªa un juanete en off side. No fue el ¨²nico disgusto del franc¨¦s. En el segundo tramo, un cord¨®n de Carvajal invalid¨® otro tanto de Benzema. Curioso, en los tres goles revocados por el incordiante VAR el fuera de juego era de los asistentes, no de los goleadores.
Entre chivatazos y chivatazos lleg¨® el momento Valverde. Hoy no es un jugador, es un convoy por s¨ª solo. Llegado al Castilla por la gatera en 2016, el uruguayo es uno de los secretos mejor guardados del siglo madridista. Tan remiso parec¨ªa que ni Valverde esperaba a este Valverde: un trueno. Con turbinas en las piernas abruma a los adversarios cuando abre gas. Cubre latifundios, tiene tanta ida como vuelta, no le falta tacto y, de repente, cumple a rajatabla con la petici¨®n de Ancelotti: nadie en el Madrid remata como el charr¨²a desde larga distancia. Puntual ante el Bar?a y ante el Elche, al que cruji¨® con un zurdazo desde el balc¨®n de ¨¢rea. Cada expedici¨®n de Valverde tiene miga, mucha miga.
De un Madrid explosivo, cl¨ªnico y hasta art¨ªstico en algunos lances del primer tiempo a un Real m¨¢s categ¨®rico ante Bad¨ªa pero menos firme y recreativo. El Elche, resistente por los pelos del VAR, no se venci¨®. Con m¨¦rito, poco a poco equilibr¨® el partido durante un trecho. Nunca se fue y Nico examin¨® a Lunin con un tiro pu?etero bien desviado por el ucranio. No fue el ¨²nico aviso.
Lunin, tanto tiempo limitado al papel de aguador de Courtois, se exhibi¨® de nuevo ante un cabezazo picante de Clerc. El partido estaba vivo. El Madrid, tan en fuera de juego, le hab¨ªa dado vidilla. Lo advirti¨® Ancelotti, que recurri¨® al colmillo de Tchouameni en detrimento de Modric, al que se despide con honores en todas las plazas. Hay leyendas en activo. Y hay futbolistas iluminados que abrillantan al l¨ªder. Rodrygo y Valverde, por ejemplo. Este Madrid tiene de todo.
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