El peor Madrid cae ante el Leipzig
El Real, de paso por Alemania, sucumbe ante un equipo m¨¢s recreativo en su primera derrota del curso y se jugar¨¢ el primer puesto en la ¨²ltima jornada ante el Celtic
El Leipzig, equipo reci¨¦n llegado a la realeza del f¨²tbol alem¨¢n, se llev¨® por delante al Madrid. Un recreativo Leipzig provoc¨® el primer patinazo del conjunto de Carlo Ancelotti, penalizado por un inicio blandengue, a rebufo de un rival mucho m¨¢s huesudo. Tampoco tuvo colmillo cuando m¨¢s a tiro se puso el conjunto de Marco Rose. Un traspi¨¦ con remedio. El Real tiene a un paso el primer puesto, le resta ganar al Celtic en Chamart¨ªn en la ¨²ltima jornada. En Alemania compareci¨® sin m¨¢s argumento que algunas pisadas de Vinicius. No fue un Madrid real. De largo, el peor Madrid del curso. En Alemania no hay siestas que valgan.
Media hora at¨®mica del Leipzig solo tuvo cierta respuesta en Vinicius, ¨²nica r¨¦plica de un Real tierno, muy tierno de entrada. En Alemania no estaban dos balones de oro (Modric y Benzema) ni el lanzado Valverde y el campe¨®n sinti¨® cierto desamparo. El Leipzig, entero, parti¨® a toda mecha, chisposo, con v¨¦rtigo, con brav¨ªa en cada asalto. Imposible para un Madrid tan quebradizo que en menos de veinte minutos ya ten¨ªa un 2-0 en contra. Dos saques de esquina como embrionarios de los goles de Gvardiol, un central con esmoquin, y Nkunku, un vector de primera en el f¨²tbol mundial. El primero frustr¨® una estupenda parada de Courtois a remate de Andr¨¦ Silva. El pujante Nkunku, que tiene de todo, velocidad, toque, finura, piller¨ªa, jale¨® a los suyos. Tras un rechace en Tchouameni, poco contundente, como todo el Madrid, revent¨® la porter¨ªa visitante con un porrazo con la zurda. Nada inesperado.
Tanto cuajo tuvo la puesta en escena del conjunto local que en 58 segundos ya hab¨ªa avisado a Courtois. Por el medio, el pu?etero Nkunku. Sorprende que su presente todav¨ªa pase por Leipzig.
Abrasaba el cuadro alem¨¢n, estaba de paso el Real Madrid. A¨²n no sintonizaba Kroos, no hab¨ªa trasiego de Tchouameni y Camavinga, ni un garabato siquiera de Rodrygo y Asensio. No hab¨ªa forma de enganchar a Vinicius, mientras en ese equipo-escuela que es el Leipzig, franquicia de Red Bull, todo era facundo. Un conjunto con nervio, con mand¨ªbula y sin miramientos cuando retaban Nkunku, Andr¨¦ Silva, Szoboszlai y Simakan. Un buen equipo, exigente para un Madrid con cierta sensaci¨®n prematura de orfandad.
Curioso, el 2-0 deriv¨® en el peor momento del equipo alem¨¢n, que con un mundo por delante se volvi¨® algo conservador. Mal rollo si enfrente circula el Madrid, por mucho que aparente un Real de aire principiante. No son pocas las falsas apariencias de un campe¨®n que se desmiente a menudo. Esta vez no se sacudi¨® del todo su pinta de monaguillo.
A ning¨²n rival le conviene que se active Vinicius. No solo por lo que realmente genera, sino por lo que los ajenos sospechan que puede provocar. Iluminado Vinicius llegaron las primeras se?ales de Rodrygo y Asensio, titular por primera vez en toda la temporada. En el Madrid de Ancelotti la escalera es clara. El balear es el cuarto escal¨®n ofensivo. Hazard, por cierto, solo tuvo pelda?o pasado el minuto 75, ya con el equipo al l¨ªmite y sin muchos m¨¢s recursos.
Pasada la media hora el Leipzig recul¨®. Cit¨® a Nkunku a la contra y se arm¨® cerca de las cuerdas. Sin Benzema, sin Modric, sin Valverde, Vinicius comprendi¨® que le tocaba un papel primog¨¦nito. Le va la marcha. Blaswich, portero local, tuvo un par de sobresaltos justo antes de que la primera maniobra significativa de Asensio anticipara el bingo de Vinicius. Un gol poco natural. El zurdo mallorqu¨ªn centr¨® con la derecha y el brasile?o, m¨¢s intr¨¦pido con los pies que con la cabeza, clav¨® un testarazo.
Menguado el marcador, el segundo acto no tuvo ataduras. Ida y vuelta, sin agarre en ning¨²n bando. Lleg¨® para nada Hazard y Ancelotti tambi¨¦n dio hilo a Carvajal y Alaba como ventiladores por los costados. El Madrid requer¨ªa m¨¢s remos que Vinicius, al que esta vez pocos camaradas secundaron.
No se abroch¨® en su guarida el Leipzig y cuando lo hizo cerr¨® bien, lo que le permiti¨® ser de nuevo expansivo. Otra vez con soltura, de nuevo con Courtois en la mirilla a la menor oportunidad. No le faltan los buenos futbolistas. Simakan, un fenomenal lateral derecho con chasis de central de cuerpo entero, es uno de ellos. Un instante despu¨¦s de la segunda rima de Asensio con Vinicius, al que se le fue el remate por un flequillo, el imponente Simakan percuti¨® por la derecha y advirti¨® de que Werner, reci¨¦n llegado al partido, asomaba por el otro costado. Tchouameni no estuvo firme como centinela. Tampoco Milit?o y el exdelantero del Chelsea sell¨® el 3-1 con un soplo a la pelota con la puerta abierta de par en par. El recorte final de Rodrygo de penalti de nada sirvi¨®. El primer puesto tendr¨¢ que esperar, aunque el Madrid, el m¨¢s rampl¨®n del curso, lo tiene a tiro.
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