El irresistible tir¨®n de la Premier
El f¨²tbol ingl¨¦s se abri¨® hace tiempo a todo tipo de influencias exteriores y todo entrenador o futbolista que no pasa por all¨ª siente que se est¨¢ perdiendo algo
De repente, Unai Emery se nos fue al Aston Villa. Bueno, no s¨¦ si tan de repente, ya que el curso pasado estuvo a punto de aceptar una oferta del Newcastle; ahora no ha podido vencer esta nueva tentaci¨®n y deja el Villarreal, un nicho feliz, por este equipo de Birmingham de presente un poco complicado pero que es, en t¨¦rminos estrictamente hist¨®ricos, el quinto club ingl¨¦s. Lopetegui tambi¨¦n podr¨ªa estar ya en la Premier de no ser porque prefiere acompa?ar a su padre en momentos dif¨ªciles, en Asteasu, en la Gipuzkoa profunda. Tambi¨¦n Ra¨²l escucha sirenas de la Premier, donde podr¨ªa empezar su carrera seria de entrenador, una vez completada la mili en el Castilla. Y la temporada ya empez¨® con Casemiro dejando el Madrid para marcharse al United.
La Premier es el gran referente, el Silicon Valley del f¨²tbol donde todos quieren estar. Un adversario gigante para LaLiga, que ve c¨®mo se le va fugando talento a?o tras a?o. ?Cu¨¢ntos jugadores de la Premier habr¨¢ en la prelista de Luis Enrique? ?Cu¨¢ntos en la lista final? Y no s¨®lo eso: tambi¨¦n compite con nuestras aspiraciones de incorporar talentos de otros lugares entre los que no hace falta decir que el m¨¢s destacado es Haaland.
Hemos vivido a?os de vacas gordas por la conjunci¨®n de unos grandes talentos nacionales, lo que podr¨ªamos conocer como la generaci¨®n de Sud¨¢frica, y la coincidencia de Cristiano y Messi entre nosotros. Hubo un a?o en que el equipo de los mejores estuvo compuesto ¨ªntegramente por jugadores de LaLiga: cinco del Madrid, cinco del Bar?a y Falcao, del Atl¨¦tico. Pero ya antes de aquello la Premier hurgaba en los pilares de nuestro f¨²tbol y se llevaba promesas de las que apenas hab¨ªamos o¨ªdo hablar aqu¨ª, como Piqu¨¦, Cesc o Arteta, que hoy entrena al Arsenal despu¨¦s de haber hecho toda su carrera all¨ª. Ahora mismo, los porteros n¨²meros dos y tres de la selecci¨®n, Robert S¨¢nchez y David Raya, son jugadores de la Premier de cuya existencia no ten¨ªamos constancia hasta que Luis Enrique empez¨® a citarles. Y all¨ª est¨¢n tambi¨¦n De Gea, Kepa, Adri¨¢n San Miguel, Guaita¡ Es dif¨ªcil ver un partido de la Premier y no encontrarse un portero espa?ol y de paso alg¨²n que otro jugador de otras posiciones en el campo. Es llamativa la inclinaci¨®n de la Premier a fichar porteros extranjeros, influencia sin duda de Guardiola, que cuando lleg¨® al City repudi¨® al internacional Joe Hart y fich¨® a Claudio Bravo. Los porteros ingleses estaban atrasados en el juego con el pie, que hoy se ha hecho norma, y en alguna cosa m¨¢s.
El f¨²tbol ingl¨¦s se abri¨® hace tiempo a todo tipo de influencias exteriores. Hace 50 a?os eran rar¨ªsimos los extranjeros all¨ª, ahora no es imposible que alg¨²n equipo salga a jugar sin ning¨²n elemento local. Aquel f¨²tbol monol¨ªtico e inalterable que mir¨¢bamos como si fuera una pir¨¢mide de Egipto, entrenado por unos tipos castizos de h¨¢bitos de trabajo inalterables, tiene ahora una riqueza cosmopolita que le hace m¨¢s y m¨¢s atractivo. Todo entrenador o futbolista que no pasa por la Premier siente que se est¨¢ perdiendo algo.
La Premier crece y crece a costa de todos, tambi¨¦n de nosotros, as¨ª que no es raro que en un a?o un poco peor que otros nos quedemos de golpe sin m¨¢s representante en octavos de la Champions que el Madrid, al que le defiende su propia condici¨®n sexy. Jugar en el Madrid prestigia, por eso siempre puede haber un R¨¹diger o un Alaba que agoten su contrato en un Chelsea o un Bayern o alg¨²n club que te venda a un Courtois antes de que cumpla el ¨²ltimo a?o y pueda dejar alg¨²n dinero. Pero no es s¨®lo eso: tambi¨¦n la prospecci¨®n en el mercado para traer talentos prematuros, a la espera de que cuajen. No son baratos, no todos cuajan, por cada Vinicius o Valverde hay otros que se quedan en el camino, pero es un recurso m¨¢s viable que pelear el mercado con la Premier.
El verano pasado so?amos con ver a Mbapp¨¦ en el Madrid y a Haaland, palanca sobre palanca, en el Bar?a. Una nueva ¨¦poca de oro, repetici¨®n de la de Messi y Cristiano. Pero Haaland se fue al City y ya me pregunto si cuando Mbapp¨¦ se harte del PSG vendr¨¢ al Madrid o cruzar¨¢ el Canal.
Perdida la ventaja de la ley Beckham, con la mitad de ingresos por televisi¨®n y unas discordias internas que no lo hacen apetecible, nuestro f¨²tbol ve alejarse a toda prisa a la Premier. Ahora la preocupaci¨®n es que no nos alcance Alemania.
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