La Kings League, f¨²tbol pachanga y espect¨¢culo del bueno
La liga de los ¡®streamers¡¯ vista ¡®in situ¡¯ en una nave del puerto de Barcelona: m¨¢s ¡®show¡¯ que deporte
Hay un pu?ado de quincea?eros en los accesos a la puerta 34 del puerto de Barcelona. Pasan la tarde del fr¨ªo y h¨²medo domingo en una rotonda. ¡°Ojo, viene un coche de los caros¡±, grita uno de ellos. Y pone en alerta al resto. Lo suyo es una excepci¨®n. Las tardes de domingo son ahora, para los de su generaci¨®n, tardes de andar enganchados a Twitch. O sea, al ordenador, a la tele o al m¨®vil. Cualquier aparato con conexi¨®n a internet que les permita seguir la Kings League, la liga de los streamers. Un universo paralelo en el que confluyen lo real y lo virtual: una jornada de partidos de f¨²tbol 7, desde las cuatro hasta las nueve de la noche, cuando da comienzo el ¨²ltimo; y una serie de programas online y en directo liderados por una decena de streamers, los comunicadores de la nueva era. Un universo que tiene su punto de encuentro en una gran nave del puerto barcelon¨¦s, m¨¢s all¨¢ de ese acceso 34.
La estructura esconde un pabell¨®n con grada ¡ªla jornada cuatro la siguieron in situ 265 personas, entre ellos un equipo de EL PA?S¡ª, una sala del VAR, cabinas para los streamers-presidentes, una (peque?a) zona VIP y unas duchas. Los campos de calentamiento, aleda?os, est¨¢n en el exterior. Tambi¨¦n las oficinas o la sala de realizaci¨®n, una caseta prefabricada donde se recoge la se?al de m¨¢s de 14 c¨¢maras, incluida la que lleva el ¨¢rbitro al pecho, por ejemplo, y desde donde se emite para el canal oficial de Twitch de la Kings League, que acoge una media de visualizaciones en tiempo real de m¨¢s de 300.000 espectadores. O consumidores. O fans. Vete a saber c¨®mo habr¨ªa que llamar a lo que se considera casi una comunidad de fieles. No en vano, la Kings tiene m¨¢s audiencia ¡ªhan llegado a alcanzar un mill¨®n de visualizaciones entre los diferentes canales relacionados¡ª que la mayor¨ªa de partidos de LaLiga. ¡°A ver qui¨¦n se ve ahora un Rayo-Betis¡±, lleg¨® a decir Adri Contreras, uno de los presidentes y conocido creador de contenido. O tiktoker, pues Tiktok es la red en la que empez¨® a acumular visitas.
En la pista, sobre un cuidado manto de c¨¦sped artificial, el f¨²tbol. Siempre hubo f¨²tbol en nuestras vidas. F¨²tbol ¡ªel de toda la vida, de 11 contra 11¡ª, f¨²tbol sala, f¨²tbol 7, partidillos de solteros contra casados, ligas de empresa¡ Este de la Kings League es poco m¨¢s que una pachanga. No tiene el pim pam pum ni las paredes del f¨²tbol sala; tampoco las transiciones o los cambios de orientaci¨®n que uno puede ver en LaLiga; pero que el campo sea peque?o ofrece otros alicientes: una velocidad de juego may¨²scula y la facilidad para el contrataque r¨¢pido. ¡°Aqu¨ª los jugadores van con mucha intensidad, tienen mucha t¨¦cnica y un buen uno contra uno¡±, explica Joan Capdevila, exfutbolista y una de las estrellas de la competici¨®n.
Juegan seis y el portero, amateurs con exprofesionales ¡ªalgunos se conservan mejor que otros: ejercicio cruel el de comparar, por ejemplo, a De la Red, para quien no pasaron los a?os, con Capdevila¡ª, y se rigen por unas reglas tan curiosas como maleables. Porque aqu¨ª si algo no funciona, se cambia, como en las empresas modernas.
Desde la grada, uno asiste al espect¨¢culo ajeno a lo que pasa en los diferentes canales de Twitch. Atiende al juego, de calidad variable, y contempla c¨®mo se rifan las tarjetas de la suerte, esas que se han inventado para hacer el show m¨¢s entretenido: Sale un 6 vs 6. Decepci¨®n entre el p¨²blico. Suerte que algo m¨¢s tarde sale un 2 vs 2, primera vez en cuatro jornadas, que agita los ¨¢nimos de los presentes. La saca, adem¨¢s, un invitado de honor: David Broncano, que se suma a la movida, sentado en el palco junto a Gerard Piqu¨¦, el presidente e ide¨®logo de la Kings League junto a Ibai Llanos. Durante un corto periodo de tiempo los equipos se la juegan en un dos contra dos. Los m¨¢s atrevidos (y los m¨¢s listos) son Porcinos, el equipo de Ibai Llanos. Salen con un portero-jugador y logran una clara superioridad. Con un magn¨ªfico Hugo Fraile (jugador de Segunda hasta el pasado verano) se llevan ese duelo y el partido.
Los asistentes, invitados (no se puede comprar entrada), no son ni de uno ni de otro equipo. Salvo por honrosas excepciones. Al Rayo de Barcelona lo sigue una mini grada de animaci¨®n: dos chavales, un bombo, una bandera. Hay, sin embargo, mucho curioso conocido: exfutbolistas y entrenadores aprovechan el d¨ªa para ver, en persona, de qu¨¦ va el tema. Y advierten que esto debe ser mucho m¨¢s divertido desde el sof¨¢ de casa porque en este engalanado pabell¨®n uno no puede escuchar ni a Ibai, ni a TheGrefg, ni a Piqu¨¦.
Y as¨ª transcurre la tarde, entre cartas y tandas de penaltis, como las que deciden dos de los duelos que llegaron a los 40 minutos finales empatados. Son penaltis en carrera. El jugador corre desde el c¨ªrculo central, el portero desde la l¨ªnea de gol. Y se dir¨ªa que, a diferencia del f¨²tbol convencional, tiene las de ganar el portero, que inquieta, atenaza, al tiempo que avanza y va dejando sin espacios al goleador. Es vibrante el desempate entre Aniquiladores y Saiyans: con penaltis parados, goles con regate y sombreros que se fueron al garete. Ganaron los primeros.
La igualdad se impone en la liga, donde ya no queda ning¨²n equipo invicto. Y todos siguen so?ando con estar en la final four del mes de marzo. El Camp Nou le abrir¨¢ las puertas al invento de Piqu¨¦. Y pondr¨¢ a prueba ¡ªllevan vendidas m¨¢s de 30.000 entradas¡ª la viabilidad de un evento, m¨¢s espect¨¢culo que deporte, que, pese a todo, pone al f¨²tbol tradicional ante la perspectiva de reaccionar si quiere atraer y retener al p¨²blico m¨¢s joven.
¡°Las nuevas generaciones buscan otro tipo de entretenimiento. Esto es una alternativa a otros deportes¡±. Lo sabe Capdevila por sus hijos, de 12 y siete a?os de edad. ¡°Ellos me ense?an a m¨ª, se lo saben todo¡±.
¡°Lo que queremos es que la gente se pueda entretener, que la pasen bien¡±, explica Kun Ag¨¹ero, que lleva dos a?os y medio en Twitch, preside uno de los clubes y hasta se atrevi¨® a jugar en la tercera jornada ¡ªy en la cuarta, pero el f¨ªsico le dio para cuatro toques de calidad y poco m¨¢s: se retir¨® con molestias musculares¡ª despu¨¦s de dejar el f¨²tbol por un problema de coraz¨®n hace dos a?os. ¡°Sab¨ªamos que iba a tener bastante audiencia, aunque no tanta¡±, confiesa.
Nadie sabe c¨®mo de larga ser¨¢ la vida de este proyecto, pero su despegue ha sido un ¨¦xito. En parte porque, en tiempos en que manda la televisi¨®n de pago, Kosmos defiende que la liga ser¨¢ ¡°siempre gratis y en abierto¡±. La rentabilidad se la dan los patrocinadores. Incluidas grandes marcas como McDonald¡¯s, la ¨²ltima en sumarse a la fiesta. ¡°Las marcas se interesan cada vez m¨¢s. Obviamente, el objetivo es que, despu¨¦s de una inversi¨®n importante, la competici¨®n sea rentable¡±, explica Oriol Querol, director de Kosmos y CEO de la Kings League.
Las claves del ¨¦xito de este evento tienen mucho que ver con la idea inicial, que ¡°naci¨® de una reflexi¨®n sobre c¨®mo el f¨²tbol tradicional ha ido perdiendo inter¨¦s para una serie de consumidores¡±, se?ala Querol. Desde las reglas hasta la retransmisi¨®n, pasando por el ¨¢rbitro, pensaron en c¨®mo modificar todos los aspectos del juego para que fuera m¨¢s atractivo. ¡°Sumamos a gente que tiene mucha audiencia, que acostumbra a hacer cosas juntos, pero que nunca hab¨ªa hecho nada como esto¡±, a?ade. La sorpresa fue, adem¨¢s, atrapar a un perfil de seguidor con el que no contaban: de m¨¢s edad y no exclusivamente masculino. ¡°Hay gente que ha hecho el camino a la inversa, porque ha entrado a Twitch para seguir la Kings League, no al rev¨¦s¡±, se?ala. Por todo ello han decidido explotar el modelo y montar una liga de mujeres: el 6 de mayo empieza la Queens League ¡ªmisma competici¨®n, mismo sistema, salarios id¨¦nticos¡ª, que celebrar¨¢ el draft en abril y se emitir¨¢ los s¨¢bados.
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