Osasuna hunde al Sevilla
Una jugada de Abde clasifica al equipo navarro en la pr¨®rroga ante un rival con escasa fortuna
Casi 20.000 valientes desafiaron a la temperatura y el horario, inh¨®spitos ambos, porque llegar a una semifinal de Copa no es cuesti¨®n balad¨ª para las aficiones. El Sadar estuvo a unos pasitos del lleno. No salieron defraudados los pamplonicas intr¨¦pidos que ver¨¢n a Osasuna en semifinales. Para el Sevilla, lo mismo de siempre esta temporada. Liberado por una noche de las penurias de la Liga, el equipo sevillano se tom¨® la Copa como una reivindicaci¨®n, sin nervios, para tratar de t¨² a t¨² a Osasuna, que, por una vez cambi¨® el trato por el usted en los primeros minutos del partido, cuando su rival mostr¨® sus intenciones apropi¨¢ndose de la pelota y apretando en campo navarro, pero a los hombres de Sampaoli les falta finura en el remate. Sacaron cinco saques de esquina en un cuarto de hora y encajonaron a Osasuna en su ¨¢rea, pero sin eficacia.
Pero despu¨¦s de un inicio chisposo del Sevilla, Aimar Oroz y Moi comenzaron a conectar mejor, encontraron a Chimy ?vila, que se mov¨ªa por la zona caliente, y obligaron a los sevillistas a replegar sus l¨ªneas. El partido se equilibr¨®, y casi le ven¨ªa mejor el plan a los visitantes, que pod¨ªan correr m¨¢s a campo abierto, pero no lo hicieron. Prefirieron regresar a la idea inicial. Jordan y Rakitic se afanaron en recuperar balones en medio campo. Con Moncayola desplazado a la banda, la superioridad sevillista en la zona media volvi¨® a manifestarse en el ¨²ltimo tramo de la primera parte.
El juego era trepidante, pero se apagaba en las ¨¢reas, donde s¨®lo mandaban los defensores de ambos equipos. En la Copa es tan importante nadar como guardar la ropa, y en el Sadar todo el mundo se afanaba en ello. A los puntos iba ganando el Sevilla cuando se marcharon los futbolistas a tomarse algo calentito en el vestuario, pero regres¨® mejor Osasuna, m¨¢s a su estilo habitual, haciendo llover balones cruzados sobre la porter¨ªa de Bono, que hab¨ªa sustituido a Dmitrovic por unas molestias del serbio.
El mejor env¨ªo lo hizo Kike Barja, y lo caz¨® Chimy a dos metros de la porter¨ªa. Parec¨ªa gol, pero apareci¨® el milagroso brazo derecho del portero internacional marroqu¨ª, que desbarat¨® la mejor ocasi¨®n hasta ese momento. Cada env¨ªo era una pesadilla para la zaga del Sevilla; cada c¨®rner una fiesta en las gradas de El Sadar. Pero de repente, el partido se convirti¨® en un intercambio de golpes. Como cuando cambia el viento de forma s¨²bita, se aceler¨® el juego por ambos bandos.
Comenz¨® Lamela con un disparo que se envenen¨® al golpear en David Garc¨ªa y oblig¨® a Herrera a estirarse para mandar a saque de esquina; despu¨¦s otra vez el Sevilla apret¨® con un centro de Acu?a y el remate de Rafa Mir que sali¨® demasiado cruzado. Pero en la siguiente acci¨®n, golpe¨® Osasuna. Un centro pasado desde la izquierda lo toc¨® Rub¨¦n Garc¨ªa de cabeza al punto de penalti y all¨ª reba?¨® Chimy, protegi¨® con el cuerpo, busc¨® postura para rematar y lo hizo al darse la vuelta para poner la pelota junto al palo y desatar la locura en las gradas. Otra vez le ca¨ªa la Liga encima al Sevilla, aquejado por los mismos males que mantienen en el filo de la navaja a un equipo que parec¨ªa destinado a otros afanes. Apretaron los jugadores de Sampaoli, porque era empatar o nada.
Los navarros se convirtieron en un front¨®n. Budimir tuvo el segundo gol en un remate franco de cabeza en un saque de esquina en el que nadie marcaba al delantero, pero ya a la desesperada, con tres centrales en la defensa navarra para mantener el resultado, En Nesyri se col¨® entre dos de ellos para desviar el centro de Suso y llevar el partido a la pr¨®rroga en el minuto 95. Pero todav¨ªa quedaba Abde. El Sevilla dominaba la pr¨®rroga cuando la pelota le lleg¨® al marroqu¨ª, que corri¨® hacia el ¨¢rea, fren¨® en seco, dej¨® pasar de largo a Bad¨¦, se dio la vuelta y marc¨® por donde no se lo esperaba su compatriota Bono. El fr¨ªo intenso de Pamplona se transform¨® en calor abrasador. Osasuna estar¨¢ en las semifinales.
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