El Bar?a o el equipo del 1-0
Un gol de Pedri resuelve un partido ya muy visto en el equipo azulgrana ante un Girona defensivo al inicio y que roz¨® el empate al final
El Bar?a va camino de ser el equipo del 1-0 o del 0-1. No hay mejor manera de identificar a un plantel tan raro, despersonalizado futbol¨ªsticamente y agarrado a su porter¨ªa despu¨¦s de encajar solo seis goles en 18 partidos, 14 veces invicto Ter Stegen. El fin justifica los medios ante la necesidad que siente y tiene de ganar la Liga. No sorprende que celebre el t¨ªtulo virtual de campe¨®n de invierno a la espera de los resultados del Madrid. El gol redentor en Girona fue de Pedri en su partido 100. Ante la falta de delanteros, el tinerfe?o marc¨® las diferencias en una cita que evoc¨® el d¨ªa de la marmota si se rebobinan muchos de los partidos del Bar?a.
Apenas hubo tiempo para discutir sobre la extra?a alineaci¨®n que dispuso Xavi, condicionado por las lesiones y las sanciones de Lewandowski y Ferran, porque a los 20 minutos se rompi¨® Demb¨¦l¨¦, el futbolista feliz y dichoso que marcaba las diferencias en el Barcelona. Jugaban los azulgrana sin laterales naturales y con dos extremos hasta que el franc¨¦s fue sustituido por Pedri. El Bar?a recuperaba la f¨®rmula de los cuatro centrocampistas, solvente en las citas m¨¢s exigentes, mientras el Girona se esmeraba en la defensa del ¨¢rea de Gazzaniga.
El equipo de M¨ªchel se aplicaba en el juego sin bal¨®n y solo se estiraba cuando interven¨ªa Riquelme, un futbolista profundo y h¨¢bil, protagonista de la ¨²nica ocasi¨®n del Girona en la primera parte cuando habilit¨® sin suerte a Yan Couto. Tampoco fue muy productivo el Barcelona. Los azulgrana eran un equipo muy previsible, fr¨ªo como la tarde en Montilivi, falto de velocidad, sin m¨¢s recurso que el tiro de media distancia ganado a partir de las dudas o las p¨¦rdidas del Girona, debilitado por la ausencia de sus centrales David L¨®pez y Santi Bueno.
No era f¨¢cil para el Girona salir con el cuero y encontrar la l¨ªnea de pase ni tampoco resultaba sencillo para un Bar?a poco fino y sin desmarque alcanzar el ¨¢rea de Gazzaniga. La renuncia a jugadores como Sergi Roberto, Alba y Balde no ayudaba precisamente a desbordar desde los costados de la misma manera que la baja de Demb¨¦l¨¦ elimin¨® la suerte del regate en un partido plano y cerrado por la falta de espacios, un mal escenario para que Ansu Fati sobresaliera como 9. Al Girona le bastaba con ser un equipo intenso con el cuero para reducir al Barcelona.
La entrada de Alba fue por tanto consecuente para variar el guion del partido por parte del Barcelona. El lateral le dio aire a su equipo por el flanco izquierdo y los azulgrana empezaron a sacar centros a pesar de la falta de un rematador como Lewandowski. Ausente el polaco y roto Demb¨¦l¨¦, la alternativa es Pedri, un volante que ya no solo tiene jerarqu¨ªa sobre la pelota sino tambi¨¦n respecto al partido, autor ya de seis goles, cinco en la Liga, el ¨²ltimo despu¨¦s de la asistencia de Alba que no logr¨® interrumpir Gazzaniga despu¨¦s de un error de Juanpe.
El gol despabil¨® al Girona y achant¨® al Barcelona, un equipo que parece programado solo para el 1-0. A favor de marcador, los azulgrana se desintonizan y se entregan a la protecci¨®n del arco de Ter Stegen. Tambi¨¦n ocurri¨® en Girona. El equipo de M¨ªchel se apoder¨® de la pelota y desnud¨® al de Xavi, siempre m¨¢s a gusto en la recuperaci¨®n que en la elaboraci¨®n, poco preciso y sin picante en el ¨¢rea contraria, necesitado de delanteros, permanentemente a la espera de que Ansu vuelva a ser Ansu. No apareci¨® tampoco en Montilivi, sustituido en pleno acoso final del Girona.
M¨ªchel se la jug¨® con los cambios en los ¨²ltimos diez minutos, tiempo en el que acostumbra a cambiar el signo de los partidos, mientras Xavi quitaba al ¨²ltimo delantero ¡ªRaphinha¡ª para poner a Kessi¨¦. Al Girona, demasiado a la expectativa con el 0-0, incapaz de cerrar su arco en los 18 partidos de Liga, le fall¨® entonces la punter¨ªa, sobre todo a Stuani y a Iv¨¢n Mart¨ªn, que marr¨® un tiro en la boca de gol a centro de Joel Roca. Tampoco acertaron los azulgrana en las contras, empe?ados en la sufrida defensa de su ventaja y expuestos a cualquier error, como ya pas¨® contra el Espanyol. No sabe ser agresivo de cara al gol y su sexto 1-0 fue suficiente para cantar victoria el d¨ªa que estrenaba su camiseta con la senyera en el pecho que subraya su v¨ªnculo con Catalu?a.
A falta de f¨²tbol asociativo y fluido, entregado al juego de perder y recuperar la pelota, el Barcelona se abona al resultadismo, al 1-0 y al 0-1.
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