Superliga: autoenmienda a la totalidad

Unos 22 meses despu¨¦s de la fulgurante aparici¨®n de Florentino en El Chiringuito revelando la inminencia de un vuelco en las estructuras del f¨²tbol europeo, el proyecto de Superliga se ha presentado a s¨ª mismo una enmienda a la totalidad. Aquel anuncio de abril de 2021 son¨® como un trueno: una Superliga cerrada, s¨®lo con los mejores, que desarrollar¨ªa continuos partidos entre ellos. Una conjura de los clubes con m¨¢s seguimiento en redes del mundo: Madrid, Bar?a, Atleti, Juve, Mil¨¢n, Inter y el Big Six se anunciaban como socios fundadores y se dio como inminente el enrolamiento del Bayern, el Borussia y el PSG. Quince en total para una liga de 20, en dos grupos de 10, a la que ser¨ªan invitados por cooptaci¨®n, otros cinco cada curso. Los fundadores se reservaban derecho permanente de presencia, fuera cual fuese su clasificaci¨®n en la edici¨®n anterior o en su campeonato nacional. Hab¨ªa financiaci¨®n asegurada.

Aquello pinch¨® estrepitosamente. El Big Six se retir¨® por resistencia de la calle, los alemanes y el franc¨¦s no se apuntaron y Atl¨¦tico, Mil¨¢n e Inter hicieron mutis por el foro. Quedaron Florentino, Laporta y Agnelli, este desplazado ahora sin honor de su cargo al frente de la Juve, que hoy no sabemos qu¨¦ piensa de todo esto. Quiz¨¢ s¨®lo piensa en no terminar descendida a la Serie B. Hasta el financiador comprometido, J.P. Morgan, se retir¨® lamentando el da?o reputacional.

Ahora la cara del proyecto es Bernd Reichart, simp¨¢tico y dicharachero CEO de lo que queda, que ha publicitado un dec¨¢logo enmendando radicalmente los contenidos de aquel precipitado anuncio. La nueva oferta es un modelo es abierto, sin miembros permanentes, se acceder¨ªa por m¨¦ritos deportivos, tendr¨ªa ¡®varias divisiones¡¯ compuestas por entre 60 y 80 equipos que seguir¨ªan compitiendo en sus ligas, habr¨ªa fondos de solidaridad, preocupaci¨®n por el f¨²tbol femenino y tal y tal. Una carta de intenciones sin detalle de financiaci¨®n ni de modelo de competici¨®n, salvo asegurar 14 partidos a todos los equipos (hoy los finalistas de la Champions juegan 13) lo que supone recargar el calendario.

Salvo en esto ¨²ltimo es lo que hab¨ªa, s¨®lo que se trata de que no lo organice la UEFA, sino ellos. ?Qui¨¦nes son ellos? Tres de momento, o mejor dos, Florentino y Laporta, y lo que queda del otro, Agnelli. Asegura Reichart que bastantes clubes se desean afiliar, pero no hablan por miedo. ?Miedo a qu¨¦? ?A la UEFA? El Madrid, capit¨¢n de rebeli¨®n, gan¨® tan ricamente la ¨²ltima Champions sin que los arbitrajes le importunaran.

Es un qu¨ªtate t¨² que me pongo yo, agarrado al clavo ardiendo de la decisi¨®n que a¨²n se espera del TJUE. Supongamos que dicta que la UEFA no tiene derecho de monopolio sobre la competici¨®n de clubes europeos. Eso s¨®lo significar¨¢ que estos tres (o dos, no s¨¦ si en estas condiciones puede contar a estos efectos la Juve) podr¨¢n levantar un bander¨ªn de enganche, pero ?cu¨¢ntos se apuntar¨¢n?

La UEFA tiene defectos, el principal de los cuales para el caso que nos ocupa es su negligencia a la hora aplicar las normas del fair play financiero, que ha llegado al punto de que la Premier haya empapelado al Manchester City, tarea que hubiera correspondido antes y mejor a la UEFA. Que el propio presidente de la ECA (la uni¨®n de clubes en el seno de la UEFA) sea otro muy exagerado infractor del fair play financiero, Nasser Al-Khela?fi, el capo del PSG, es todo un c¨ªnico sarcasmo. El anterior presidente de la ECA era, por cierto, Agnelli. Vaya ojo para buscarlos.

Pero fuera de eso, que no es poco, me dir¨¢n, y que alg¨²n d¨ªa tendr¨¢ que arreglarse (a ver si el ejemplo de la Premier anima), la UEFA maneja cada a?o tres competiciones europeas de clubes con m¨¢s de 230 equipos. No es f¨¢cil suplantar la tarea de una organizaci¨®n as¨ª, con cerca de 70 a?os de vida y que ha sabido ir actualizando las competiciones al paso de los tiempos. Y es menos f¨¢cil que lo consigan quienes hasta ahora no han reunido gente ni para una partida de mus.

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