El Unicaja es el grande: elimina al Real Madrid de la Copa

Copa del Rey - semifinal - jornada 1

Real Madrid

82 93

Finalizado

Unicaja

En Badalona se acab¨® una historia. Y empieza otra. El Unicaja M¨¢laga ape¨® al Real Madrid en semifinales de la Copa despu¨¦s de haber barrido en cuartos al campe¨®n Barcelona. Nadie desde 1953, en la existencia anterior a la ACB, hab¨ªa tumbado en el mismo torneo copero a los dos gigantes. La haza?a la escribi¨® un grupo lleno de fe y de baloncesto. Por primera vez en 14 a?os, desde que el Tau y el club malague?o jugaron la final de 2009, ninguno de los dos grandes del baloncesto espa?ol estar¨¢ en la final de la Copa. Bar?a y Madrid se repart¨ªan mano a mano los 13 ¨²ltimos t¨ªtulos, y los blancos no faltaban al encuentro decisivo por la corona desde hace 10 ediciones (siempre en ese tramo con Pablo Laso, este s¨¢bado en la grada como espectador). El Unicaja tir¨® a la basura cualquier pron¨®stico con un Kravish euf¨®rico (20 puntos, seis rebotes y tres tapones), nueve rebotes m¨¢s en la mochila (34-25), una colecci¨®n de 14 triples y un ejercicio colectivo que desactiv¨® a las estrellas del Madrid.

Es un guion habitual. Ante dos torres como Tavares y Yabusele, es com¨²n refugiarse en posiciones m¨¢s alejadas del aro antes que pisar terreno minado. La pr¨¢ctica la suelen repetir los rivales del Madrid y la calc¨® el Unicaja. Un triple de Perry y otro de Kravish, y varias carreras lanzadas por el base, dieron cierta seguridad inicial a los verdes y a su estrategia anti-Tavares. El conjunto malague?o buscaba algo de comida r¨¢pida antes que ataques est¨¢ticos que le obligaran a un cuerpo a cuerpo, escenario en el que el Madrid es un hueso. Claro que el gigante es mucho gigante, el hombre m¨¢s dominante en Europa. Tres tapones de Tavares empeque?ecieron a los muchachos de Ibon Navarro y alimentaron ese respeto malague?o a verse de frente con el muro. Tavares hace cada vez m¨¢s, y cada vez mejor. No es solo un dique, sino que desde su privilegiada atalaya ve huecos en ataque que otros no alcanzan y se viste de pasador. Su alianza con Musa devolvi¨® el volante a los blancos: del 9-13 al 19-17 con el que concluy¨® el primer cuarto.

Muchas piezas nuevas en el tablero. Un quinteto entero de refresco en el Madrid, que tiene un ej¨¦rcito por plantilla. Y Alberto D¨ªaz y Dar¨ªo Brizuela a la pista por parte del Unicaja. Tiempo para la clarividencia de Sergio Rodr¨ªguez, que juega con mil ojos pese a que la carrocer¨ªa ya no es la de antes, y para el m¨²sculo de Deck en el poste bajo. En los verdes Brizuela andaba con la p¨®lvora mojada (tres fallos y dos faltas), pero Kalinoski y Perry mantuvieron la fiebre del tiro exterior (29-30). Chus Mateo repesc¨® a Musa para reforzar a la unidad B mientras Poirier y Yabusele sumaban un tap¨®n por barba. El pulso estaba muy igualado en el Ol¨ªmpic, lleno de intensidad en cada bando. Kravish no se arrug¨® ante el regreso a cancha de Tavares y estamp¨® dos mates que reflejaron la crecida del Unicaja. El 39-39 en el intermedio dejaba claro que el partido se jugaba a la carta m¨¢s valiente.

El Unicaja rotaba sus peones para descolocar al Madrid, siempre muy m¨®vil el conjunto de Ibon Navarro. Al mando pilotaba Osetkowski, que mareaba a Tavares por dentro y por fuera. Primero le birl¨® un 2+1 que el caboverdiano protest¨® (un hombre tan grande siempre est¨¢ en la diana) y luego martille¨® desde el per¨ªmetro. En la siguiente jugada el estadounidense cometi¨® su cuarta falta personal por un golpe a Musa. Pero la inspiraci¨®n segu¨ªa siendo verde y Kalinoski percuti¨® de nuevo a distancia, tambi¨¦n con los 2,21m de Tavares en los morros (50-58). ¡°?M¨¢laga!, ?M¨¢laga!¡±, bramaba el Ol¨ªmpic.

Al Madrid le urg¨ªa una sacudida. ?Un triple de Sergio Rodr¨ªguez? Respondi¨® Kravish con la misma receta. No encontraban los blancos los espacios para llegar al aro del Unicaja y en cambio eran un grupo vulnerable en el suyo. Los andaluces alcanzaron la ¨²ltima pausa un par de palmos por delante (59-66). Esta vez no hab¨ªa un genio en trance, como Brizuela ante el Bar?a, sino todo un equipo muy enchufado. El Madrid estaba contra las cuerdas, igual que en cuartos ante el Valencia.

La maquinaria del triple continuaba a pleno rendimiento en la plantilla verde (14 bingos de 27 intentos en todo el encuentro, por el 3 de 21 del Madrid). Ejim, Kalinoski y Carter se atornillaron detr¨¢s de la l¨ªnea de tres y estiraron la renta hasta los 14 puntos: 64-78 a falta de 7m 01s. Para colmo blanco, Musa se retir¨® lesionado y Tavares pas¨® por el banquillo con un corte en una ceja.

A sudar en defensa. La ¨²nica rendija para la remontada del conjunto de Chus Mateo pasaba por apretarse mucho m¨¢s el cintur¨®n sin el bal¨®n. Asomaron los fajadores en el parqu¨¦, y con ellos ese esp¨ªritu de resistencia que los blancos llevan grapado en el escudo (72-80 a 4m 20s). Con eso no bastaba porque el Unicaja igualaba como m¨ªnimo sus revoluciones y pujaba con m¨¢s quilates de baloncesto. El bal¨®n volaba en sus manos. Kravish en la zona y Carter a lo lejos acabaron con los temblores de la tropa de M¨¢laga, si es que hab¨ªa alguno por ver la gloria tan cerca, mientras en el Madrid los tiros alocados (y fallados) de Hanga y Yabusele no fueron m¨¢s que los coletazos antes de la muerte. En Badalona cantaba un grande, y no era el Barcelona, y no era el Madrid. En el Ol¨ªmpic sonaron los tambores: ¡°?M¨¢laga! ?M¨¢laga!¡±.

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