Carlos Alcaraz, en plan estelar

Pone Carlos Alcaraz la r¨²brica de forma perfecta, con una volea delicada que certifica un estreno redondo en Indian Wells: doble 6-3 a Tanasi Kokkinakis, en 1h 16m. ?Lesi¨®n? Ni rastro. ?Nota? Elevada, cercana al sobresaliente. Ha sido un debut redondo en el que el murciano, que reaparec¨ªa despu¨¦s de ausentarse la semana pasada de Acapulco por una dolencia en el isquio de la pierna derecha, no solo no ha ofrecido signo alguno de molestia sino que ha descorchado un tenis de a...

Pone Carlos Alcaraz la r¨²brica de forma perfecta, con una volea delicada que certifica un estreno redondo en Indian Wells: doble 6-3 a Tanasi Kokkinakis, en 1h 16m. ?Lesi¨®n? Ni rastro. ?Nota? Elevada, cercana al sobresaliente. Ha sido un debut redondo en el que el murciano, que reaparec¨ªa despu¨¦s de ausentarse la semana pasada de Acapulco por una dolencia en el isquio de la pierna derecha, no solo no ha ofrecido signo alguno de molestia sino que ha descorchado un tenis de alt¨ªsimos quilates. Impecable al servicio, poderoso en el peloteo y definitivo cuando proced¨ªa, el espa?ol se cita con el neerland¨¦s Tallon Griekspoor en la madrugada espa?ola del lunes al martes y advierte: ¡°I love Indian Wells¡±. Pues eso. Avisado queda todo el mundo. Le gusta y quiere este torneo que se le resisti¨® el curso pasado.

Desde primera fila aplaude el propietario del torneo, el multimillonario Larry Ellison, y a las palmas se une el legendario Rod Laver, que adem¨¢s de ser una de las grandes referencias hist¨®ricas de su deporte, tiene buen gusto y sabe diferenciar qu¨¦ merece la pena hoy d¨ªa, qu¨¦ y a qui¨¦n ver. Se decanta este domingo por la ardorosa propuesta de Alcaraz y se lo pasa pipa, porque asiste a un recital que sit¨²a al espa?ol a una sola victoria de las 100 ¨Cahora son 99 en 131 partidos¨C y despeja cualquier tipo de inc¨®gnita, si acaso pudiera haberla: restablecido f¨ªsicamente, confirma las sensaciones emitidas en la previa ¨C¡±estoy preparado, entren¨¢ndome a full¡±¨C y ense?a los dientes desde el punto de partida. A la carga pero sin despiste alguno, sin idas ni venidas, deja una actuaci¨®n muy completa.

Los sufre Kokinakkis, una de esas promesas que no ha conseguido superar la barrera de la ilusi¨®n, con m¨¢s cartel que argumentos por ahora. 94? de la ATP, el australiano, de 26 a?os, infund¨ªa respeto por eso de venir con ritmo y asomar siempre como un rival venenoso, pero vuelve a constatar que todav¨ªa le queda un mundo para acercarse si quiera al segundo vag¨®n del circuito. Quebradizo y con lagunas notables, ante Alcaraz es absorbido por el alud. En un abrir y cerrar de ojos ya acusa un 3-0, y el espa?ol ¨C¡±trabajando, vamos, trabajando¡±, le insisten Juan Carlos Ferrero desde el box¨C subraya la brecha conforme su brazo coge calorcillo e impone velocidad de crucero; primer set a pedir de boca, con 10 ganadores, 4 errores y un solo punto cedido con el saque. El tanque an¨ªmico Kokkinakis ya insin¨²a una seria fuga.

La historia no cambia demasiado en la continuaci¨®n. El uno sigue a lo suyo, aplicado, creativo y demoledor cada vez que encuentra una bola corta o se perfila con la derecha, y el otro haciendo la goma a duras penas. Trata de reengancharse el australiano, pero no le deja Alcaraz, que deja una intervenci¨®n sumamente convincente: a la plasticidad y la fantas¨ªa habitual a?ade una linealidad que satisface a su entrenador. No hay curvas, ning¨²n altibajo. Brillantez, efectividad. De inicio a fin, pegada y control. Aprueba Ferrero y disfruta desde la grada Jimmy Connors, que recientemente instaba al espa?ol al carpe diem: ¡°?Qu¨¦ importa lo que digan los dem¨¢s? Es su carrera, es su cuerpo. Hace lo mejor para volver adonde estaba antes de las lesiones. Que disfrute y sea feliz¡±. Con una sonrisa en la boca, el de El Palmar, 19 a?os, deja escapar solo cinco puntos con primeros servicios y dos con segundos. Ko t¨¦cnico para empezar.

¡°Estoy totalmente recuperado. Me he movido realmente bien y me he sentido c¨®modo¡°, corrobora en la sala de conferencias. ¡°Trato de que la gente disfrute vi¨¦ndome, y creo que les gusta mi forma de jugar. Simplemente intento divertirme y estar relajado, no pensar y vivir el momento. Ir a por ello. Trato de presionar a mi rival en cada tiro; en los restos, por ejemplo¡±, contin¨²a el n¨²mero dos, que recuperar¨ªa el uno si conquista el trofeo el d¨ªa 19. ¡°Me gusta mi rev¨¦s, pegarlo e irme a la red. Pero hoy me ha sorprendido con el saque; he sacado muy bien en el primer set [un punto cedido de 21] y en el segundo tambi¨¦n. Estoy trabaj¨¢ndolo mucho¡±, remacha Alcaraz.

Badosa, con nuevo t¨¦cnico

A su buen hacer le acompa?a el de Paula Badosa, que a su vez significa el adi¨®s de la granadina Nuria P¨¢rrizas. Solo pod¨ªa quedar una: 6-2 y 7-5, tras 1h 38m. La catalana, que no pudo competir en Australia debido a una lesi¨®n de ¨²ltima hora y luego no pudo sortear las primeras rondas de Doha y Dub¨¢i, vuelve a su torneo fetiche y le cambia la cara, con nuevo inquilino en el banquillo, el brit¨¢nico Joel Canell: ¡°Este es mi lugar favorito en el mundo¡±, dice con una sonrisa de oreja a oreja, sabiendo que, cosas del tenis, se enfrentar¨¢ en la pr¨®xima escala a Elena Rybakina, su compa?era de dobles en el desierto californiano y hueso sumamente duro de roer, en tanto que la kazaja ¨C¨²ltima campeona en Wimbledon y finalista en Melbourne hace dos meses¨C desembarcar¨¢ en el cruce del lunes como favorita.

Avanza ella y lo hace de manera intimidatoria la n¨²mero uno, Iga Swiatek, que en 65 minutos pulveriza a Claire Liu, a la que concede ¨²nicamente un juego: 6-1 y 6-0. En paralelo, los viejos rockeros siguen haci¨¦ndose notar; la progresi¨®n del escoc¨¦s Andy Murray ofrece novedad, puesto que reduce a Radu Albot en dos sets y no se dilata, ni marat¨®n ni ¨¦pica esta vez (6-4 y 6-3), mientras el suizo Stan Wawrinka aparta a Miomir Kecmanovic (7-6(8) y 6-4) y acredita su regreso al top-100. Entretanto, el tenis espa?ol sufre dos bajas m¨¢s, las del valenciano Pedro Mart¨ªnez ¨Cinferior a Felix Auger-Aliassime, 7-6(5) y 6-4¨C y el asturiano Pablo Carre?o, quien no pudo ni saltar a la pista debido a un problema en el codo que precipita su regreso a casa.

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