El deporte choca con los derechos de las mujeres transexuales

La federaci¨®n internacional de atletismo (WA), siguiendo la senda abierta por las de nataci¨®n y rugby, ha decidido prohibir a las mujeres transexuales que se hayan sometido a la terapia de bloqueo de testosterona y reemplazo hormonal despu¨¦s de los 12 a?os ¡ªen la pr¨¢ctica, a todas las mujeres transexuales¡ª tomar parte en sus competiciones femeninas. La medida, adoptada el jueves, sustituye la anterior regla, que fijaba un l¨ªmite de testosterona end¨®gena, por debajo de cinco milimoles por litro de sangre, para permitir su participaci¨®n. La norma era tan imposible de saltar que la WA no tiene registrado que ninguna mujer trans haya tomado parte en sus competiciones.

La exclusi¨®n ¡ª¡±preferimos primar la igualdad sobre la inclusi¨®n¡±, dice la WA¡ª supone una contradicci¨®n con las leyes de un gran n¨²mero de pa¨ªses, que otorgan plenitud de derechos como mujeres a todas las transexuales, en cuanto las priva del derecho a competir.

¡°La WA ha tomado la decisi¨®n no bas¨¢ndose en datos cient¨ªficos sobre la posible superioridad de las mujeres transexuales en cuanto han pasado todos los procesos androg¨¦nicos de la pubertad, que ella misma reconoce que no existen, sino por miedo¡±, reflexiona el investigador Jonathan Ospina, doctor en Ciencias del deporte y profesor en la Universidad de Valladolid. ¡°En enero de 2022 cre¨® un gran esc¨¢ndalo los triunfos de la nadadora trans Lia Thomas en los campeonatos universitarios de Estados Unidos. Pocos meses despu¨¦s, la Federaci¨®n Internacional de Nataci¨®n (FINA) fue la primera gran federaci¨®n ol¨ªmpica que excluy¨® a las mujeres trans. No hay datos, solo efecto contagio. Solo hay an¨¦cdotas. Sabemos de Lia Thomas, pero no de otras que nunca triunfaron entre las mujeres¡±.

Ospina lleva a?os investigando el asunto y reconoce su fracaso: ¡°No podemos determinar la memoria muscular y los efectos de la testosterona a largo tiempo. La causa fundamental es que son una poblaci¨®n m¨ªnima y con unas relaciones muy complicadas con el resto de la sociedad. Dar el paso requiere mucha meditaci¨®n y superar muchos miedos. No es f¨¢cil¡±.

De la complejidad del asunto, de la dificultad de engarzar las normas creadas para un juego, como es el deporte, que se basa en la igualdad de oportunidades, al menos sobre el papel, sabe casi m¨¢s que nadie Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez Pati?o, atleta internacional que fue excluida de las competiciones porque, por su condici¨®n intersexual, su cuerpo produc¨ªa m¨¢s testosterona que los de las dem¨¢s atletas. Actualmente, es investigadora en la Universidad de Vigo. ¡°No hay una soluci¨®n clara, pero s¨ª que est¨¢ claro que no se puede legislar sobre la transexualidad sin tener en cuenta que se va a chocar con algo tan importante para la sociedad como es el deporte¡±, dice. Mart¨ªnez Pati?o a?ade que no hablar¨ªa tanto de memoria muscular o de efectos permanentes de la testosterona que dan lugar a ventajas, sino de ¡°habilidad adquirida previa¡±.

La gente del deporte, en su mayor¨ªa, defiende la decisi¨®n. Lo explica la atleta toledana Irene S¨¢nchez Escribano. ¡°Socialmente, por supuesto, las transexuales tienen que tener todos los derechos como mujeres, derechos que tenemos todas; pero deportivamente tienen que comprender que nunca vamos a estar en condiciones de igualdad, pues ellas siempre ser¨¢n superiores¡±, dice S¨¢nchez Escribano, de 30 a?os, mujer cisg¨¦nero y graduada en Medicina. ¡°Como mujer deportista me parece fundamental poder disfrutar de mi capacidad de sentirme competitiva con todas mis rivales. Ese derecho lo pierdo ante las mujeres transexuales. Son m¨¢s fuertes, m¨¢s altas y m¨¢s r¨¢pidas¡±.

No usa S¨¢nchez Escribano, campeona de Espa?a de 3.000 m obst¨¢culos, el t¨¦rmino ¡°dopadas¡±, pero los efectos sobre el organismo que se supone que crea un crecimiento dirigido por la testosterona son similares a los que buscaban los cient¨ªficos de la Alemania del Este alimentando a sus atletas con p¨ªldoras de anabolizantes.

S¨¢nchez Escribano, que defiende el derecho de Caster Semenya, atleta intersexual tambi¨¦n excluida, a correr sin tener que medicarse con estr¨®genos, no considera que la soluci¨®n posible sea la concepci¨®n de una tercera categor¨ªa de g¨¦nero: hombres, mujeres, transexuales. ¡°No hay mujeres trans suficientes para crearla¡±, dice la atleta. ¡°Y ellas no creo que quieran sentirse trans, sino solo mujeres¡±. Tampoco piensa Mart¨ªnez Pati?o que la sociedad est¨¦ preparada para la llegada de un tercer g¨¦nero.

Manuel Jim¨¦nez, profesor de fisiolog¨ªa e investigador de neuroendocrinolog¨ªa en la Universidad de La Rioja, y preocupado por la ola de transfobia que atraviesa las redes, sin embargo, est¨¢ a favor. ¡±Es un problema serio. La testosterona no es un asunto ¨²nicamente masculino. Algunas competidoras cis de primer nivel a las que he estudiado pueden alcanzar un percentil de testosterona de 80-85 respecto a un hombre sano sedentario. Una competici¨®n solo trans ser¨ªa la soluci¨®n, y no ser¨ªa m¨¢s discriminatoria que permitir a las trans competir con mujeres cis y ganar; siempre se las se?alar¨ªa con el dedo. Ser¨ªa m¨¢s excluyente que inclusivo¡±, dice. ¡°Solo se hacen m¨¢s p¨²blicos los casos de las trans que arrasan, pero tambi¨¦n las hay que no triunfan¡±.

¡°Claro¡±, apostilla Ospina, muy triste por la exclusi¨®n decretada por el atletismo. ¡°Los casos de mujeres trans que no arrasan no interesan al relato dominante. No les sirven. Y, sin duda, despu¨¦s del paso dado por el rugby, la primera federaci¨®n internacional que las excluy¨®, la nataci¨®n y el atletismo, las dem¨¢s federaciones perder¨¢n el miedo y tambi¨¦n las prohibir¨¢n. Al dar libertad de acci¨®n a todas, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional perdi¨® una gran oportunidad¡±.

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