Las seducciones del Madrid a R¨¹diger: de una carta en 2016 a la remontada del Bernab¨¦u
El alem¨¢n recibe como local al Chelsea, su exequipo, con el que cay¨® el a?o pasado en la Champions en una remontada determinante para que fichara por el Madrid
Antonio R¨¹diger ya jug¨® un Real Madrid-Chelsea de cuartos de Champions un 12 de abril en el Bernab¨¦u. Con el Chelsea. El a?o pasado. Esa noche le provoc¨® una frustraci¨®n de la que tard¨® en reponerse. ¡°Nunca en su vida hab¨ªa experimentado algo as¨ª¡±, dice una fuente cercana al futbolista. Tambi¨¦n fue el momento que comenz¨® a cambiar su destino, hasta depositarlo este mi¨¦rcoles en el vestuario local del estadio de aquella pesadilla, donde recibir¨¢ a su exequipo en la ida de los cuartos de la Copa de Europa (21.00, Movistar).
El alem¨¢n recuerda bien el instante que lo transform¨® todo. Iban 0-3 por delante, suficiente para avanzar a semifinales despu¨¦s del 1-3 de la ida. Incluso anotaron el 0-4, pero el VAR caz¨® una mano y se anul¨®. ¡°Est¨¢n muertos¡±, pens¨®. Lo pens¨® todo el mundo. O casi. Modric encontr¨® a Rodrygo en el ¨¢rea con el exterior y se fueron a la pr¨®rroga. ¡°El estadio explot¨® como Toni nunca hab¨ªa visto¡±, dice la misma fuente.
Aquel prodigio provoc¨® cierta fascinaci¨®n en el futbolista por el Madrid. No era la primera vez. Casi seis a?os antes, en otro momento muy oscuro de su carrera, R¨¹diger hab¨ªa recibido otra dosis de seducci¨®n. Cinco d¨ªas antes del debut de Alemania en la Eurocopa de 2016, se rompi¨® el cruzado anterior de la rodilla derecha en un entrenamiento y se perdi¨® el campeonato. Entonces recibi¨® una cari?osa carta del Madrid en la que le deseaba que regresara pronto a los campos de juego. R¨¹diger todav¨ªa guarda aquella carta, que ha rele¨ªdo de cuando en cuando durante estos a?os.
Hubo m¨¢s. Tres veranos m¨¢s tarde, intentaron contratarlo, pero la FIFA acababa de prohibir al Chelsea fichar hasta un a?o m¨¢s tarde, y ¨¦l prefiri¨® no forzar un traspaso que habr¨ªa dejado en dificultades al club. ¡°Tiene el coraz¨®n en el lugar correcto. Siempre pone el equipo por delante¡±, cuenta una fuente con acceso al vestuario del Chelsea. ¡°Incluso en momentos dif¨ªciles para ¨¦l, como cuando no jugaba, se preocupaba antes de los problemas de otros compa?eros y siempre ten¨ªa tiempo para escucharlos¡±.
Ese rasgo le ha facilitado un acomodo casi instant¨¢neo en el vestuario del Madrid, seg¨²n una fuente de Valdebebas: ¡°Es un tipo muy sencillo y parece que lleva toda la vida aqu¨ª. Muy generoso con todos, y siempre de guasa¡±.
Ese esp¨ªritu contrasta con la imagen feroz que proyecta sobre el c¨¦sped. ?l se compara al central que considera su modelo, el portugu¨¦s Pepe, en el Madrid de 2007 a 2017: ¡°Muy agradable fuera del campo y un monstruo en el campo¡±.
Lo fue hace un a?o en el Bernab¨¦u, en una noche que termin¨® de decidir al Madrid a lanzarse a por un futbolista que quedaba libre en medio del caos del Chelsea, bloqueado por la invasi¨®n rusa de Ucrania. R¨¹diger despach¨® un muy buen partido, en el que incluso anot¨® de cabeza el 0-2. Enfrente, los blancos sufrieron al afrontar los ¨²ltimos minutos con Carvajal de central, un puesto que nunca hab¨ªa ocupado. D¨ªas despu¨¦s Ancelotti telefone¨® al alem¨¢n para convencerle de que se mudase a Madrid. En Londres, la incertidumbre era extraordinaria, sin interlocutores para negociar una posible renovaci¨®n. El Gobierno hab¨ªa obligado a Abram¨®vich a vender el equipo y la operativa estaba en el aire.
El t¨¦cnico italiano despleg¨® la seducci¨®n definitiva: ¡°Me dijo que me quer¨ªa, que confiaba en mis cualidades, y que pod¨ªa ayudarle a ¨¦l y al equipo. Sinceramente, a mi edad eso es suficiente¡±. Sab¨ªa lo que ten¨ªa en mente Ancelotti, y tambi¨¦n que llegaba a un equipo bastante hecho. Por eso, seg¨²n su gente no le inquiet¨® no verse al principio demasiado a menudo en el once inicial. En los primeros 15 partidos, fue titular en ocho. En los ¨²ltimos 25, desde el Madrid-Leipzig de octubre, ha empezado 23. Con 2.914 minutos, ya es el cuarto futbolista de campo m¨¢s utilizado por el t¨¦cnico, por detr¨¢s de Vinicius, Valverde y Milit?o.
Con el avance de la temporada ha ido entendi¨¦ndose mejor con el brasile?o en el campo, con quien ha afinado tambi¨¦n la sinton¨ªa fuera. ¡°Vive los entrenamientos precisamente de manera muy parecida a como los vive Milit?o. Les va la vida en ellos, y cada peque?a victoria en los partidillos la celebran como las Champions¡±, dicen en Valdebebas. Tambi¨¦n ha ido manejando con mayor seguridad la defensa a campo abierto que muchas veces requiere el Madrid, donde los centrales se ven m¨¢s desprotegidos por el centro del campo que en otros equipos.
El ajuste defensivo general se ha notado sobre todo despu¨¦s del Mundial, como se aprecia si se mira la evoluci¨®n de los goles esperados (xG, abreviatura en ingl¨¦s) en contra en la Liga. El 29 de enero la media m¨®vil de los diez partidos anteriores del modelo de Statsbomb estaba en 0,96 por partido. Desde ah¨ª, comenz¨® un descenso hasta estabilizarse alrededor del 0,60. El Madrid es ya, con el Bar?a, el que menos ocasiones concede esta temporada en la Liga: 0,73 goles esperados por partido.
Se ha amoldado al vestuario y al juego, pero a¨²n le falta encontrar el modo de ajustarse a la ciudad. Cuando viv¨ªa en Londres, le gustaba pasar tiempo en sus trattorias favoritas, donde practicaba el italiano aprendido en su tiempo en la Roma, cuando se rompi¨® la rodilla y recibi¨® desde Concha Espina la carta que a¨²n guarda.
El d¨ªa de su presentaci¨®n comprendi¨® la dificultad de hacer algo parecido en Madrid. Era tambi¨¦n el cumplea?os de su hermanastro y agente, Sahr Senesie. Fueron a celebrar todo a un restaurante y en un momento compartieron en las redes sociales una fotograf¨ªa de la comida. Al salir, los esperaba una peque?a multitud que hab¨ªa descifrado el lugar donde celebraban.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.