Esos tipos normales
Ojal¨¢ pueda hacer una foto a ese momento en el que Valverde y Mendilibar se saluden. Cu¨¢nto dar¨ªa por poder escuchar esas palabras que intercambiar¨¢n dos tipos discretos, poco dados a las alharacas. Igual hasta hablan del ascenso del Sestao¡
?Cuando Jos¨¦ Luis Mendilibar lleg¨® al Sevilla solo le faltaba una manguera y un casco de bombero en su equipaje, ya que llegaba en lo peor del desastre a una casa, a un club que se ha acostumbrado a vivir en la ¨¦lite europea y cuya afici¨®n ya ha olvidado pasados tiempos complejos, duros y dif¨ªciles. L¨®gico, porque a lo bueno nos acostumbramos todos r¨¢pido y entendemos que nuestro estado normal debe ser el de la felicidad y m¨¢s si hablamos de un extraordinario divertimento que es el f¨²tbol.
Seis partidos ¡ªun mes¡ª m¨¢s tarde, el Sevilla surca aguas mucho menos turbulentas aunque en esta Liga tan igualada no hay que dejar nunca de remar para evitar problemas y ha conseguido una clasificaci¨®n para semifinales de Europa League, esa en la que cuando antes del partido de ida se le demandaba a Mendilibar sobre si hab¨ªa que priorizar la Liga, y la salvaci¨®n, y sacrificar para ello una competici¨®n europea donde el Sevilla es un referente absoluto, el de Zaldibar desviaba la cuesti¨®n con una sonrisa, esa que se le escapa de medio lado cuando sabe que toda respuesta ser¨¢ pillada desde el peor de sus lados y que es mejor dejar que el terreno de juego despeje alguna de esas ecuaciones perversas.
Y en una situaci¨®n similar, cualquier otro entrenador tendr¨ªa ya a un coro de voces que alabar¨ªa sus propuestas, le propondr¨ªa para renovar o, m¨¢s a¨²n, dirigir insignes nav¨ªos futboleros desorientados, gente que examinar¨ªa al detalle sus entrenamientos y analizar¨ªa con lupa sus ruedas de prensa para encontrar las claves, debe haber m¨¢s de una, de una resurrecci¨®n tan magn¨ªfica, una vuelta a la vida competitiva de jugadores que un mes antes eran denostados, de una luz tan hermosa y transparente que ahora mismo ilumina al proyecto sevillista. Pero hemos decidido que la clave y el resumen de lo obrado por Mendilibar es, solo, la normalidad. La pura y simple normalidad desde el discurso en sala de prensa aceptando la imprevisibilidad del juego, a la del entrenamiento, a la de c¨®mo resolver las ecuaciones que presenta el juego con f¨®rmulas tan simples como juntar lanzadores de c¨®rners y faltas con buen pie junto a rematadores de cabeza poderosos para poner el bal¨®n en el ¨¢rea y ver quien gana en ese duelo defensa-ataque.
La normalidad como eso simple que puede hacer cualquiera.
Pero la cuesti¨®n, para m¨ª, ser¨ªa: ?Es f¨¢cil ser normal en este mundo del f¨²tbol que busca soluciones sofisticadas y complejas? Llevo la cuesti¨®n un poco mas lejos : ? Es rentable ser normal en este actual mundo del f¨²tbol?
Porque se dir¨ªa que ese principio de normalidad, de discurso sencillo, pero de f¨¢cil llegada dentro del vestuario, esa forma de encarar el f¨²tbol despoj¨¢ndole de conceptos complejos, definiciones incomprensibles, miradas que olvidan lo obvio para buscar soluciones en profundidades inexploradas olvida muchas veces las opciones m¨¢s simples, m¨¢s cercanas, m¨¢s sencillas. Pero qu¨¦ complejo es hacer f¨¢cil lo dif¨ªcil. Siempre lo ha sido, pero ser capaz en estos tiempos virtuales, algor¨ªtmicos, de recurrir y trabajar lo simple, sencillo, eso que se puede tocar, palpar y sentir, eso que antes llam¨¢bamos la realidad, eso para m¨ª es una enorme lecci¨®n para quienes como yo solemos hablar y debatir sobre las magnitudes complejas del f¨²tbol y sus derivadas.
Por tanto, en el momento de escribir estas l¨ªneas, me voy a poner mis mejores galas para aplaudir y rendir pleites¨ªa al Sr. Mendilibar y su Sevilla que esta noche de jueves, casi ma?ana, pasan por San Mam¨¦s para seguir midiendo el crecimiento de su f¨²tbol y sus convicciones, esas que le confronta al Athletic en plena expansi¨®n liguera.
Y ojal¨¢ pueda hacer una foto a ese momento en el que Valverde y Mendilibar se saluden antes del partido. Cu¨¢nto dar¨ªa por poder escuchar esas palabras, sottovoce, que intercambiar¨¢n entre ellos, dos tipos discretos poco dados a las alharacas. Igual hasta hablan del ascenso del Sestao¡
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