El misterio de la hierba que no crece en el Bernab¨¦u y ya cuesta 1,5 millones
El Madrid, que prepara la instalaci¨®n del quinto c¨¦sped del curso, atribuye el deterioro al polvo de las obras y los expertos apuntan tambi¨¦n a los cambios provocados por los trabajos en la iluminaci¨®n y la ventilaci¨®n
A finales de enero de 2001, la afici¨®n del Ajax se hart¨® del estado del c¨¦sped del Amsterdam Arena y solt¨® dos vacas sobre el pasto. Hab¨ªan transcurrido menos de cinco a?os desde la inauguraci¨®n del primer estadio de Europa con techo retr¨¢ctil y el club ya hab¨ªa tenido que cambiar la hierba 24 veces. El Bernab¨¦u va a un ritmo similar. Despu¨¦s del partido de esta tarde contra el Almer¨ªa (18.30, Dazn), y antes de la semifinal de la Champions contra el Manchester City del 9 de mayo, el Real Madrid tiene previsto instalar su quinto campo del curso. Alrededor de un mill¨®n y medio de euros de hierba ya.
El teletipo de la agencia Reuters sobre la protesta de los aficionados del Ajax detalla que ¡°una de las vacas contribuy¨® a la mejora de la calidad del c¨¦sped con algo de fertilizante natural propio¡±. En el estadio de La Castellana lo que pastaba el jueves por la tarde era un peque?o ej¨¦rcito de palomas. Engull¨ªan las semillas de una siembra reciente y delataban el problema. Se aprovechaban de un m¨¦todo habitual de maquillaje de campos en mal estado, seg¨²n una fuente del sector: se esparcen semillas de crecimiento r¨¢pido, que en cinco d¨ªas pueden haber germinado casi dos cent¨ªmetros. Si uno se pone sobre el campo, se sigue viendo ralo, pero por televisi¨®n el efecto resulta muy convincente.
El estado de la hierba del Bernab¨¦u es uno de los asuntos m¨¢s comentados estos meses en los c¨ªrculos de quienes se dedican a las instalaciones deportivas de golf y f¨²tbol. La semana pasada se juntaron tres d¨ªas en Toledo muchos de los mayores expertos europeos, que compart¨ªan una sensaci¨®n de perplejidad. ¡°Es un misterio para todo el sector¡±, dice uno de los asistentes.
El club lo atribuye al polvo que generan las obras de remodelaci¨®n del estadio. ¡°Sab¨ªamos que esto se iba a producir¡±, dicen. El Madrid est¨¢ construyendo un recinto apabullante sin dejar de jugar en ¨¦l. Como obra civil, el desaf¨ªo es formidable, ¨²nico en Europa. Al c¨¦sped, un organismo vivo muy delicado, la alteraci¨®n de los equilibrios le est¨¢ resultando demasiado estresante. Aunque su estado no depende de un ¨²nico factor, como explica el profesor Carlos Gilarranz, de la Escuela T¨¦cnica Superior de Ingenier¨ªa Agron¨®mica, Alimentaria y de Biosistemas de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid: ¡°No me quedar¨ªa solo en el efecto del polvo, que es verdad que influye; pero examinar¨ªa m¨¢s factores¡±. El polvo, por ejemplo, ya estaba presente la temporada pasada, cuando tambi¨¦n se jug¨® bajo las obras, y el c¨¦sped aguant¨®.
?Entonces? Una fuente que conoce de manera directa el problema justifica la etiqueta de misterio que le ha colocado el sector: ¡°Si no est¨¢s dentro, es m¨¢s f¨¢cil acertar el Euromill¨®n que esto¡±. Los diversos expertos externos consultados coinciden en apuntar a los factores que han cambiado de la temporada pasada a esta. El estadio se ha transformado durante estos meses en un aspecto fundamental para el c¨¦sped: los trabajos en la cubierta han avanzado y se ha ido cerrando m¨¢s la abertura. ¡°El escenario es completamente distinto¡±, explica una fuente del sector que se?ala que la hierba recibe ahora algo menos de luz natural y que adem¨¢s el avance de la construcci¨®n ha alterado los circuitos de circulaci¨®n del aire que funcionaban el curso pasado.
Hay otro aspecto que ha variado desde el verano: el c¨¦sped est¨¢ instalado ya sobre las placas que lo trasladar¨¢n al invernadero del hipogeo, el recinto excavado bajo el estadio, para preservarlo durante otros eventos una vez termine la obra. Se podr¨ªa sospechar del efecto de las placas en la temperatura de la hierba, o de una cantidad insuficiente de arena bajo los tepes de c¨¦sped, pero los expertos consultados lo descartan. Se inclinan por apuntar a las transformaciones en los vol¨²menes del edificio, un asunto estudiado ya en otros campos, empezando por aquel Amsterdam Arena inaugurado en 1996, en una ¨¦poca en la que a¨²n no exist¨ªan las l¨¢mparas para el cuidado de la hierba.
Una parte del techo del fondo sur del estadio de Wembley se retira para mejorar la luz cuando no se usa el recinto. En otros campos se alter¨® el proyecto arquitect¨®nico con este mismo fin, como en el del Manchester City, donde los extremos de las gradas son m¨¢s bajos que la parte central. Este campo cuenta tambi¨¦n con un sistema de lamas regulables que admiten m¨¢s luz cuando no se usa el campo y mejoran la ventilaci¨®n.
El verdor y la perfecci¨®n del c¨¦sped de los estadios de f¨²tbol es una ficci¨®n, construida a partir de multitud de ayudas artificiales: luces, ventiladores, abonos, sustancias antiplagas, composiciones h¨ªbridas, mallas de sustento... Estos recintos m¨¢s o menos cerrados y con espacios de sombra muy significativos no constituyen el escenario ideal para la hierba, que tampoco prospera a la sombra de un ¨¢rbol. A¨²n menos cercado por una obra mastod¨®ntica creciente.
La situaci¨®n es endiablada, pero cuenta con un horizonte esperanzador al que apunta la misma fuente con conocimiento directo, segura de que las causas son indescifrables desde fuera: ¡°El a?o que viene el c¨¦sped va a estar espectacular¡±.
La soluci¨®n est¨¢ en la cueva de 25 metros de profundidad excavada bajo el lateral oeste del estadio donde se est¨¢ terminando un laboratorio muy sofisticado en el que vivir¨¢ el c¨¦sped entre partido y partido, separado en seis planchas apiladas en sendos niveles. La hierba estar¨¢ mejor en ese agujero que fuera, como explica el ingeniero Gilarranz: ¡°En el hipogeo estar¨¢ en condiciones parametrizadas. All¨ª est¨¢ todo controlado, como en la UCI¡±. La temperatura, la humedad, los nutrientes, la ventilaci¨®n, el corte y una iluminaci¨®n con un espectro adaptado a las necesidades de la planta en cada momento.
Hasta entonces continuar¨¢ el misterio irresuelto de la hierba imperfecta que intriga al sector. ¡°Pero es el tipo de obra del que se dir¨¢: ¡®Hace 20 a?os el Madrid empez¨® algo que ahora es lo normal¡±, seg¨²n uno de los asistentes al congreso de Toledo.
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