El ¡®tiempo muerto¡¯ que revivi¨® al Madrid cuando el City ten¨ªa el 73% de posesi¨®n
Ancelotti aprovech¨® una parada por un percance de G¨¹ndogan para enviar a Camavinga al ataque, y de una carrera suya naci¨® el gol de Vinicius
Hubo una embestida de Antonio R¨¹diger que provoc¨® un viraje en la trama del partido. El Madrid llevaba casi media hora contemplando el control del City, que alcanzaba por entonces cifras apabullantes: hab¨ªan tenido la pelota el 73% del tiempo. Entonces, mientras G¨¹ndogan esperaba un pase, su compatriota lo atropell¨® desde atr¨¢s y qued¨® aturdido sobre la hierba. Su convalecencia se transform¨® en una especie de tiempo muerto del Madrid, cuyos jugadores se juntaron en la banda alrededor de Ancelotti, mientras Benzema vigilaba al ca¨ªdo.
Aquel lance proporcion¨® una pausa al encuentro en un momento en el que hab¨ªa comenzado a aflorar cierta desesperaci¨®n en la grada. Poco antes, hab¨ªa emprendido una larga y creciente pitada durante una secuencia de pases de m¨¢s de dos minutos de los de Guardiola. La embestida de R¨¹diger detuvo el bamboleo, que seg¨²n Modric hab¨ªan previsto y tampoco les hab¨ªa incomodado tanto: ¡°Sab¨ªamos que ellos tienen posesi¨®n, pero hemos sido pacientes, esperando nuestra oportunidad. Ellos teniendo el bal¨®n no crearon mucho, y nosotros sufrimos y aguantamos ah¨ª¡±. Tambi¨¦n era la previsi¨®n de Ancelotti: ¡°Es normal que el City tenga la posesi¨®n, pero esto no tiene que volvernos locos. Tenemos que controlar bien los espacios entre l¨ªneas¡±.
En el par¨®n, Lucas V¨¢zquez hablaba con Carvajal, Kroos se?alaba l¨ªneas de movimiento cerca de la porter¨ªa contraria, y Ancelotti se ocupaba de Camavinga. Le recordaba todo el carril que ten¨ªa por delante en su banda izquierda. Para el t¨¦cnico, el franc¨¦s es un lateral solo cuando defienden. En el momento en que el equipo recupera la pelota, lo ve capaz de transformarse en lo que resulte necesario. Por eso siempre juega. Puede oficiar de interior, o correr doblando al extremo. Ancelotti quer¨ªa que galopara.
Mientras se atend¨ªa a G¨¹ndogan, a¨²n tendido en la hierba, la grada tambi¨¦n tuvo tiempo de sacudirse el susto: ¡°?C¨®mo no te voy a querer, c¨®mo no te voy a querer¡!¡±, enton¨®. De todo aquello, Camavinga sali¨® embalado. Us¨® la primera pelota que reconquist¨® para lanzarse al galope. Al Madrid le val¨ªa con su zancada y la de Fede Valverde para desarmar el entramado del City. La segunda arrancada del franc¨¦s fue a¨²n m¨¢s fulgurante, apoyada en una sutil pared con Modric. En un parpadeo se encontraba olisqueando ya el ¨¢rea de Ederson. Por all¨ª rondaba tambi¨¦n Vinicius, as¨ª que se la dio. Un plan sencillo: pared, carrera, pase, tiro y gol del brasile?o.
Vinicius, que ven¨ªa de volar por los aires la final de la Copa del Rey, revent¨® la pelota desde fuera del ¨¢rea y transform¨® el guion. G¨¹ndogan se hab¨ªa repuesto, pero el City se qued¨® sonado. El Madrid detect¨® que algo se hab¨ªa quebrado, algo que hab¨ªa crujido antes ya un par de veces, como cuando Vinicius le birl¨® a Rodri un bal¨®n despu¨¦s de un mal control que parec¨ªa sencillo. El brasile?o meti¨® un pase que cruz¨® fulgurante de lado a lado del ¨¢rea y que un defensa lo reba?¨® lanz¨¢ndose al c¨¦sped cuando Benzema ten¨ªa la pierna en posici¨®n de remate.
Los efectos del tanto desembocaron en un raro estallido de la grada cuando se decret¨® el descanso: se celebr¨® como si hubiera ca¨ªdo el 2-0, o como si se hubiera alcanzado el final. No hab¨ªa sido tanto, pero s¨ª que el Madrid hab¨ªa puesto el pie en tierra firme despu¨¦s de mucho zarandeo.
La charla de Ancelotti hab¨ªa desatado a Camavinga, y Camavinga reactiv¨® al Madrid. En el descanso, el t¨¦cnico tambi¨¦n oper¨® con el franc¨¦s, como dijo Modric: ¡°Ha dicho que tenemos que tener m¨¢s bal¨®n, crear m¨¢s. Sabemos que Cama desde ah¨ª puede entrar en el medio y se encuentra bien. Ese movimiento nos ha salido bien. Tocamos m¨¢s¡±.
La crecida del Real dur¨® hasta otra intervenci¨®n del franc¨¦s, esta vez un mal pase en la salida que intercept¨® Rodri, que inici¨® una secuencia que termin¨® en el empate de De Bruyne. Pese a la contrariedad, Ancelotti estaba satisfecho: ¡°Muy contentos con el partido. Ojal¨¢ se pueda repetir a la vuelta¡±, dijo. ¡°No tendremos a la afici¨®n, pero s¨ª en el coraz¨®n¡±.
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