La conveniente felicidad de Messi y el PSG

No existe una definici¨®n general y universal de lo que es una buena relaci¨®n. Pero s¨ª se entiende que deber¨ªa ser un sentimiento rec¨ªproco y bidireccional, y eso nunca se ha dado en el v¨ªnculo que tienen Messi y el PSG. Lo ¨²nico rec¨ªproco que hay entre ellos es la conveniencia. Messi necesitaba curar su herida y busc¨® un parche lejos de Barcelona, y en Par¨ªs necesitaban otra estrella (porque no ten¨ªan suficientes) para ganar de una vez por todas la Champions. Todo empez¨® forzado.

Que hace unos d¨ªas el argentino se fuera a Arabia Saud¨ª sin el permiso del club para cumplir con un acto publicitario no ayud¨® mucho a prosperar la relaci¨®n, la verdad. Lo que escoci¨® a Al-Khela?fi no fue que se marchase sin su consentimiento, sino que se fuese a Arabia, justo cuando se est¨¢ rumoreando que la temporada que viene podr¨ªa jugar all¨ª. Eso y que se vio superado por la presi¨®n popular y decidi¨® castigarlo con dos semanas sin cobrar, sin jugar ni entrenar. De esas dos semanas ha cumplido una, previo perd¨®n p¨²blico, claro.

Public¨® un v¨ªdeo de 38 segundos en el que sal¨ªa vestido de traje, sin corbata, con las manos en los bolsillos y con la misma pose que tiene un ni?o cuando tiene que pedir perd¨®n a su hermano obligado por sus padres. Se excus¨® en un patr¨®n que hab¨ªa seguido el equipo, el de librar despu¨¦s de cada partido. Y se justific¨® con un compromiso publicitario. Messi pidi¨® perd¨®n de forma funcionarial, sin sentirlo. Como el que ficha al entrar a trabajar o se lava los dientes por la ma?ana. Es lo que toca. Un discurso que podr¨ªa haber escrito con ChatGPT. Pero le funcion¨®.

No se puede decir que el lunes fuese un mal d¨ªa para ¨¦l. Por la ma?ana, indulto del club y por la tarde, premio en la gala Laureus 2023 que le acredita como mejor deportista del a?o.

Yo nunca he recibido un premio individual, as¨ª que no s¨¦ muy bien qu¨¦ dir¨ªa en el momento de recogerlo. Supongo que me acordar¨ªa de mi familia y amigos. De los que han estado a lo largo del camino y no al final, esos son los que de verdad importan. La gente que te viene a la cabeza en ese momento es la gente que m¨¢s significa para ti, la que m¨¢s te ha marcado y la que te evoca todas las veces que has sido feliz. As¨ª que, desde mi nula experiencia preparando discursos, me atrever¨ªa a decir que a Messi le pas¨® un poco eso. Subido al escenario y recogiendo uno de los Oscars del deporte, se acord¨® de los que m¨¢s ha querido. Sus palabras se dirigieron, obviamente a su familia, a la selecci¨®n argentina, con la que hace unos meses toc¨® el cielo mundial en Qatar. Y tambi¨¦n se acord¨® del Bar?a. Del PSG, ni rastro. El discurso no fue nada muy lacrim¨®geno, pero s¨ª significativo: ¡°Este a?o tuve la suerte de cumplir mi gran sue?o, ser campe¨®n del mundo, me cost¨® much¨ªsimo, casi toda mi carrera, en el medio pas¨¦ de todo, muchas alegr¨ªas con el Barcelona y muchas tristezas con la selecci¨®n, pero nunca me detuve, y todo fue una ense?anza para m¨ª¡±.

Se acord¨® del club azulgrana como el que se acuerda de su ex. Pasando por encima, pero dejando claro que no lo ha olvidado, que la herida no est¨¢ cerrada. ?Nostalgia o gui?o? En un mes sabremos por fin si Par¨ªs, Arabia o Barcelona. Aunque, como dir¨ªa Sabina: ¡°Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver¡±.

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