La tarea pendiente del introvertido G¨¹ndogan

Ilkay G¨¹ndogan (Gelsenkirchen, Alemania; 32 a?os) no quiso saber nada de la ¨²ltima final de la Champions. Despu¨¦s de terminar desplumado en el descuento del Bernab¨¦u, ya anunci¨® con antelaci¨®n que se buscar¨ªa otro plan de vida mientras el Madrid y el Liverpool dirim¨ªan sus asuntos en Par¨ªs. ¡°Solo el tiempo lo puede curar¡±, zanj¨® lac¨®nico hace un a?o, preso de la frustraci¨®n. El tiempo de espera, el suyo y el del Manchester City, se puede acortar m¨¢s de lo que imaginaba, aunque de nuevo la...

Ilkay G¨¹ndogan (Gelsenkirchen, Alemania; 32 a?os) no quiso saber nada de la ¨²ltima final de la Champions. Despu¨¦s de terminar desplumado en el descuento del Bernab¨¦u, ya anunci¨® con antelaci¨®n que se buscar¨ªa otro plan de vida mientras el Madrid y el Liverpool dirim¨ªan sus asuntos en Par¨ªs. ¡°Solo el tiempo lo puede curar¡±, zanj¨® lac¨®nico hace un a?o, preso de la frustraci¨®n. El tiempo de espera, el suyo y el del Manchester City, se puede acortar m¨¢s de lo que imaginaba, aunque de nuevo la tarea pendiente pasa por el equipo blanco.

El trance le pilla a este alem¨¢n de origen turco (sus padres emigraron en los ochenta desde Izmir hasta Dortmund) en un momento fronterizo de su carrera, a la caza del ¨²ltimo gran contrato de su trayectoria. Su vinculaci¨®n con los citizen expira en dos meses, lo pretende el Barcelona ¡ªentre otros¡ª y Guardiola a¨²n no lo da por perdido en p¨²blico. Mientras, este centrocampista de car¨¢cter t¨ªmido e introvertido, criado en los fundamentos del f¨²tbol combinativo, ha decidido sacar pecho a golpe de golazos. Tan decisivo se ha revelado recientemente que, como desvel¨® este martes su compa?ero Kyle Walker, en el vestuario bromean diciendo ¡°que en los ¨²ltimos meses [de competici¨®n] se convierte en Zidane¡±.

La cita definitiva contra los muchachos de Carlo Ancelotti en el Etihad se presenta con el impacto todav¨ªa latente de su ¨²ltima exhibici¨®n en la Premier, el pasado domingo contra el Everton (0-3). Despu¨¦s de media hora bastante pantanosa del City, al germano le llovi¨® un bal¨®n en mitad de la selva toffee y lo resolvi¨® con un golpeo maravilloso de espaldas a la porter¨ªa. De Haaland no se sab¨ªa nada y ¨¦l lo conect¨® muy poco despu¨¦s a la corriente con un gran centro para el 0-2. Y a la vuelta del descanso, cerr¨® la sesi¨®n maestra con sutileza en un golpe franco. Una semana antes, contra el Leeds, ¨¦l tambi¨¦n hab¨ªa marcado los dos goles, aunque el exceso de avaricia (y de generosidad del noruego) para tirar (y fallar) un penalti que no le tocaba torci¨® el morro del intervencionista Pep. ¡°Lo tienes que tirar t¨²¡±, le grit¨® a su nuevo panzer.

Sus cuatro tantos y dos asistencias de la ¨²ltima semana subrayan la naturaleza goleadora de un G¨¹ndogan que hizo del juego asociativo su marca de distinci¨®n y que forma parte de la bater¨ªa de suministros del elefante Haaland. ¡°Dec¨ªa que pod¨ªa jugar de nueve, la gente se re¨ªa¡±, reivindicaba el t¨¦cnico catal¨¢n hace dos a?os, cuando el alem¨¢n empez¨® a afilarse en el ¨¢rea rival. En sus cuatro primeras campa?as, se qued¨® en 22 dianas (una rotura del cruzado tambi¨¦n lo detuvo en seco nueve meses), mientras en las tres ¨²ltimas registr¨® 36. El curso pasado, en la jornada final, tuvo que ser ¨¦l quien sacara a su equipo del fango. Compareci¨® con 0-2 ante el Aston Villa a falta de media hora y meti¨® un doblete para remontar y ganar la Premier.

Puesto en perspectiva, las cifras de su fichaje hace siete campa?as (27 millones de euros) resultan casi contraculturales para este City, que en el mismo periodo ha tenido un gasto neto en altas de 665 millones (descontando las ventas). Es solo la 35? contrataci¨®n m¨¢s cara de la historia del club; desde su firma, ha habido 20 m¨¢s costosas. Fue la primera que se anunci¨® en 2016 bajo la ¨¦poca Guardiola y ahora toca revisar su caso.

Muy cercano a R¨¹diger

?l ya ha reconocido que creci¨® bajo la influencia ideol¨®gica del tr¨ªo Busquets, Xavi e Iniesta, y el Barcelona lo tiene en la libreta como refuerzo destacado para el crecimiento de su plantel. En el Camp Nou no van sobrados de calidad en una sala de m¨¢quinas muy dependiente de Pedri, y el alem¨¢n les ofrece precisamente eso y una carta de libertad que suavizar¨ªa el montante global de la operaci¨®n. En todo caso, no es el ¨²nico club que ha preguntado por ¨¦l. En la Premier, el plazo legal para que los equipos abran negociaciones con un jugador que acaba contrato se iniciar¨¢ en breve (en Espa?a arranc¨® en enero). ¡°Nadie sabe qu¨¦ va a pasar, tal vez se quede. Ojal¨¢. Es un tipo que maneja bien la presi¨®n, realmente bien¡±, expresaba hace unos d¨ªas Guardiola.

Este mi¨¦rcoles, seg¨²n avance posiciones en el campo hacia el ¨¢rea madridista, se encontrar¨¢ con su compatriota y amigo Antonio R¨¹diger, unidos pese a sus caracteres casi opuestos. O, quiz¨¢, precisamente por eso. El defensa, marcaje ventosa de Haaland en la ida, se exhibe locuaz y con un toque burl¨®n, mientras el medio se refugia en la discreci¨®n. ¡°No habla mucho, pero cuando lo hace todo el mundo escucha¡±, dec¨ªa de ¨¦l este domingo Guardiola, que no le dio descanso en los dos ¨²ltimos choques ligueros pese a superar ya la treintena.

El ¨²ltimo entrenamiento del City se retras¨® casi una hora en un M¨¢nchester que empez¨® extra?amente con sol y, poco a poco, fue recuperando su habitual tiempo destemplado. All¨ª, en un campo anexo al Etihad, Gundo empez¨® la tarde fuera de lugar, jugueteando bajo palos e intercambiando balones largos con su t¨¦cnico. Contra el Madrid se le necesitar¨¢ para otra cosa si quiere cerrar el pasado y levantar su primera Champions.

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