G¨¹ndogan: ¡°Adoro a Xavi e Iniesta, jugar tan f¨¢cil es muy duro¡±
El centrocampista del Manchester City, conductor de la Alemania que se medir¨¢ a Espa?a este domingo, reflexiona sobre el dif¨ªcil arte de jugar sencillo
Con Ilkay G¨¹ndogan (Gelsenkirchen, 1990) al mando, Alemania le ganaba c¨®modamente a Jap¨®n en su primer partido en el Mundial de Qatar (1-0). Sin ¨¦l, sustituido en el minuto 70, los japoneses remontaron (1-2). Este domingo el mediocentro del City volver¨¢ a coger el tim¨®n de su selecci¨®n para intentar sortear el temporal ante Espa?a.
Pregunta. Cuando usted apareci¨® en el Dortmund, en 2012, muchos ojeadores de grandes clubes comenzaron a decir que usted era el sucesor de Xavi. ?C¨®mo aprendi¨® a jugar as¨ª sin pasar por La Mas¨ªa?
Respuesta. Una parte es instintiva. Otra parte es mi car¨¢cter. Me gusta jugar f¨¢cil. Soy una persona sencilla, estricta, callada, a veces muy introvertida y muy humilde. No siento que con la pelota tenga que ser el que hace los trucos o las maniobras especiales. Desde que era un ni?o, en el campo siempre me gust¨® hacer las cosas m¨¢s simples del modo m¨¢s simple. Crec¨ª viendo el Bar?a de Xavi, Iniesta y Busquets. Ese placer se transmiti¨® a mi carrera profesional. Acabas identific¨¢ndote con eso porque t¨² piensas que ah¨ª est¨¢ la belleza del f¨²tbol. Algunos pueden sentirlo de un modo totalmente diferente: lo ves en Cristiano o en Ronaldinho con todo su show. Para m¨ª eso es divertid¨ªsimo, pero nunca me podr¨ªa identificar con ellos porque mi car¨¢cter es diferente. Por eso adoro tanto a Xavi y a Iniesta. Porque cuando llegas a profesional descubres lo duro que es jugar tan f¨¢cil.
P. Usted dijo que contra Jap¨®n tuvo la impresi¨®n de que algunos de sus compa?eros no quer¨ªan la pelota. ?C¨®mo aprendi¨® a jugar f¨¢cil en el mediocampo, en donde lo presionan desde todas partes, especialmente los rivales que roban bien tras p¨¦rdida como Espa?a?
R. Escaneando continuamente lo que tengo a mi alrededor. Aunque la pelota est¨¦ a 100 metros y pasen 10 segundos hasta que llegue donde yo me encuentro, quiero saber lo que ocurre. Obviamente, tienes que mirar lo que pasa delante, pero tambi¨¦n lo que hay detr¨¢s, y para esto es necesario adaptar la posici¨®n de tu cuerpo a la jugada, para saber cu¨¢n lejos est¨¢n los rivales y cu¨¢nto tiempo siento que tendr¨¦ hasta que lleguen a quitarme la pelota. Son h¨¢bitos que traigo desde que era un adolescente. Quer¨ªa pensar dos o tres escalones antes para adelantarme a lo que podr¨ªa pasar. Si piensas en las posibilidades que se te ofrecen, y cu¨¢l es la opci¨®n m¨¢s realista, a veces en un milisegundo te das cuenta de que lo que hab¨ªas imaginado no pasar¨¢. Ah¨ª est¨¢ la diferencia entre el acierto y el error. Yo cometo muchos errores, pero incluso cuando acierto no dejo de pensar que podr¨ªa haberme preparado un poquito mejor para ese milisegundo.
P. Usted suele enga?ar mucho a sus marcadores antes de recibir la pelota. ?C¨®mo lo hace?
R. Lo normal cuando est¨¢s presionado en 360 grados es que act¨²es sin poder pensar en todas las variables que te ayudar¨ªan a enga?ar a un adversario. ?Sales por la derecha o por la izquierda? ?Atacas su perfil m¨¢s d¨¦bil, si lo conoces? El control puede ser una finta en s¨ª mismo, pero normalmente, cuando juegas contra equipos de primer nivel, tus posibilidades de burlar a un marcador son del 50%. As¨ª es que lo mejor no es pensar tanto en enga?ar al contrario, sino en conservar la pelota: no cometer errores, dar continuidad al juego.
P. ?Los alemanes no tienen el ego del regateador?
R. Es parte de la cultura. Desde que eres un ni?o, si haces un regate, te arriesgas a que el entrenador te grite: ¡°?Juega simple! ?No hagas locuras!¡±. Si juegas un partido de juveniles, no solo el entrenador te vigila. Escuchas a tus compa?eros, a tus familiares, y a los familiares de tus compa?eros grit¨¢ndote desde la banda: ¡°?Por qu¨¦ haces estas cosas complicadas?¡±. As¨ª es en Alemania. ?Es lo correcto? No lo s¨¦. Yo echo de menos las locuras del Ronaldinho del Bar?a. Pero ni encajan conmigo ni me tranquilizar¨ªa que las hagan mis compa?eros, aunque los regates les salgan bien. Esto es parte del ADN alem¨¢n. Aqu¨ª todo gira en torno al equipo, nunca el individuo.
P. No hay nada m¨¢s complicado que recibir la pelota en el ¨²ltimo tercio contra una defensa cerrada. ?Ah¨ª qu¨¦ es lo determinante para tomar una decisi¨®n acertada? ?El adiestramiento, la repetici¨®n, o el talento innato para crear algo de la nada?
R. Es la parte m¨¢s dif¨ªcil del f¨²tbol. Puedes entrenar la salida con el portero y los centrales cuando construyen para ir creando espacios, pero cuanto m¨¢s avanzas y m¨¢s se cierra el rival en su ¨¢rea, m¨¢s dif¨ªcil es ensayar situaciones porque te encuentras conque los contrarios ponen toda su energ¨ªa en frenarte ah¨ª. No puedo sino estar de acuerdo con Guardiola cuando dice que en el ¨²ltimo tercio lo m¨¢s decisivo es la calidad individual. Pero hay que tener determinados h¨¢bitos y automatismos que te proporcionen certezas sobre tu posici¨®n y la de tus compa?eros cuando los tengas a tu espalda.
P. Guardiola insiste en jugar con dos toques como si eso fuera la base de todo.
R. Depende. Tienes que adaptarte. Si te presionan, cuanto menos toques, mejor; pero si los defensas no te saltan a la presi¨®n, es mejor atraer a los oponentes para que reaccionen, para que salgan a defender m¨¢s arriba o para que hagan coberturas. Se trata de mover a los rivales. A m¨ª me encanta jugar a un toque porque detesto que la pelota no se mueva.
P. ?Cu¨¢l es la diferencia entre Guardiola y Flick a la hora de organizar el ataque en el ¨²ltimo tercio?
R. Las diferencias no son conceptuales sino de comunicaci¨®n. Pep quiz¨¢ es m¨¢s persistente en las indicaciones, pero los problemas de ambos sistemas son id¨¦nticos: el ¨²ltimo tercio es el lugar del ataque en donde tu equipo comete m¨¢s errores y procuramos convertir eso en una ventaja forzando al oponente a hacer un mal despeje. No se trata de hacer siempre lo que has planeado en una primera fase. La mayor¨ªa de las veces cambias los partidos reaccionando a un plan que sale mal. Esto es t¨ªpico alem¨¢n. La ¡®contrapresi¨®n¡¯. Es algo a lo que prestamos m¨¢s atenci¨®n en la selecci¨®n y que hac¨ªamos mucho en el Dortmund de Klopp.
P. Flick, Guardiola y Klopp son los grandes maestros de la presi¨®n tras p¨¦rdida. ?Cu¨¢l de los tres asume m¨¢s riesgos en estas maniobras?
R. Posiblemente Klopp. En el City solemos tomar m¨¢s precauciones. Aunque a veces nos quedamos hombre al hombre, solemos presionar en zonas intermedias, de forma que cada jugador propio pueda saltar a presionar dos contrarios seg¨²n la situaci¨®n.
P. Flick en el Bayern presionaba a los tres centrocampistas contrarios con sus tres centrocampistas, de forma que muchas veces sus defensas se quedan uno contra uno contra los delanteros rivales. ?C¨®mo compensan este riesgo entre Kimmich y usted?
R. Si eso sucede en la selecci¨®n, no es a prop¨®sito porque siempre jugamos con dos pivotes. La ¨²nica vez que hemos presionado al hombre con la selecci¨®n fue contra Espa?a, y el t¨¦cnico era L?w. ?ramos 10 contra 10, mano a mano. Como el Leeds de Bielsa. ?As¨ª se cometen muchos errores por todas partes!
P. Usted siente placer al correr al espacio para recibir el bal¨®n. Ese movimiento al vac¨ªo, sin la pelota, es muy raro en los centrocampistas.
R. No estoy de acuerdo. Yo no amo todo lo que hago en el campo. Lo que m¨¢s amo es cierta armon¨ªa. Con y sin el bal¨®n. A veces sientes que todo fluye, que hay un ritmo, que la pelota se mueve y nadie comete un error; tocas la pelota apenas unos segundos, pero la circulaci¨®n es r¨¢pida y creas muchas ocasiones. Por eso me sacrifico corriendo al espacio, porque as¨ª s¨¦ que ayudar¨¦ a mis compa?eros a ser mejores. Igual soy realmente bueno en esto. A lo mejor, si hiciera todo lo que amo dentro de un campo, no podr¨ªa ser un buen jugador.
P. La ausencia de un nueve puro en el City le convirti¨® a usted en un falso nueve muy goleador. ?La falta de nueve en Alemania puede hacer que el equipo gane en creatividad?
R. Puede hacernos m¨¢s flexibles. Puede que no tengamos al t¨ªpico nueve, pero tenemos jugadores que pueden desarrollar esa funci¨®n, como Havertz, San¨¦, Gnabry, Musiala¡ grandes jugadores con muchas cualidades que se mueven alrededor de la zona del nueve. Hay cierto patr¨®n: todos en nuestro modelo, en determinado momento, sentimos la posici¨®n del nueve. No tiene que ser siempre la misma persona. Todo depende de que cada jugador ocupe la posici¨®n adecuada en cada momento, en la medida en que va cambiando el ritmo de la jugada. Exige que seas mucho m¨¢s consciente de lo que hace tu compa?ero m¨¢s pr¨®ximo. Tiene que haber buena comunicaci¨®n y una cooperaci¨®n. Eso nos puede dar muchas oportunidades.
P. Espa?a se regenera con Pedri y Alemania con Musiala. ?C¨®mo los ve?
R. Pedri y Musiala son infinitos. A Musiala lo veo de cerca: su flexibilidad, sus movimientos, su inteligencia, son sus grandes virtudes. Sus asistencias y sus goles esta temporada le avalan como un volante ofensivo¡ Pedri est¨¢ m¨¢s involucrado en la construcci¨®n y en el pase rompedor.
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