Rahm se salva de la quema en el PGA Championship

Ya se advirti¨® de que en Rochester, ciudad colindante con Nueva York, el tiempo ser¨ªa de perros. El primer d¨ªa se retras¨® el PGA Championship por las heladas y en la segunda jornada llovi¨® al principio y al final a c¨¢ntaros, caddies con paraguas en mano y jugadores secando los grips sin parar, adem¨¢s de que azot¨® un viento racheado. Lo que le faltaba a Oaks Hill: con un rough terrible porque la bola se sacaba con dificultades y, de hacerlo, no se le pod¨ªa dar control; con unas calles estrechas; con unos robles puestos a mala baba; con unos bunkers profundos que defend¨ªan la bandera; con unos greens ondulados. Campo, en definitiva, que ha demostrado a los mandamases del circuito que no hay que cambiar la bola -se hablaba de utilizar una que no cubriera tantos metros- sino que se trata de poner trampas, de elevar la dificultad del recorrido. Eso explic¨® la tabla del torneo, solo con nueve jugadores por debajo del par tras dos jornadas, con Rahm salvado sobre la bocina (+3 en total tras un d¨ªa con tarjeta de -3), tambi¨¦n con Scheffler en su mejor versi¨®n, l¨ªder del torneo con -5 junto al canadiense Corey Conners y al noruego Viktor Hovland.

Resulta que Scheffler, ese jugador impert¨¦rrito y fr¨ªo, que se sale del molde despu¨¦s de conectar a la bola porque levanta el pie y gira el cuerpo, heterodoxo ¨¦l, tan religioso como buena persona seg¨²n se dice por los vestuarios, golfista desde la cuna porque siempre prefiri¨® los palos a cualquier otro juguete, tiene en el entrecejo ganar su segundo major -conquist¨® el Masters de 2022-, tambi¨¦n arrebatarle el n¨²mero uno mundial a Rahm. Le basta con ser cuarto en solitario y que Jon no acabe entre los 48 primeros. Y as¨ª lo explic¨® en los dos primeros hoyos, dos calcos, dos perfecciones. Drives rectos como una vela, hierros a green para dejar la bola bien cerca del hoyo y putts certero. Dos birdies. Pocos jugadores son capaces de entrar en combusti¨®n tanto tiempo y con tanta frecuencia, menos todav¨ªa los que fallan tan poco. Porque Scheffler fue el ¨²ltimo de todos los jugadores en sumar un bogey a su tarjeta durante el torneo, ya en el hoyo siete. Contrariado, neg¨® con la cabeza. Eso no le suele pasar. Porque, por incre¨ªble que parezca, es amigo de este denso rough de bermuda porque volvi¨® a sacar la chistera y la varita, en el 14 y en el 15 -par 3 en el que dej¨® la bola dada- para sumar dos birdies y dar caza a Corey Conners, que por casualidades de la vida est¨¢ pateando muy bien, ya olvidado esos cuatro putts en el hoyo 16 del Texas Open, tres de ellos a apenas un metro del agujero.

La vida corr¨ªa en direcci¨®n opuesta para Rahm, castigado en el primer d¨ªa con un expresivo +6, la peor tarjeta del a?o. Pero no torci¨® el gesto el de Barrika como tampoco lo hizo este viernes, por m¨¢s que su golf mereciera m¨¢s, s¨®lido con el driver, m¨¢s afinado con los hierros. Cumpli¨® con un birdie en el hoyo dos. Pero desde entonces, encaden¨® par tras par porque no ten¨ªa hirviendo el putt. En ocasiones las bolas ped¨ªan taxi sin ¨¦xito porque pasaban por el lado del hoyo sin parar; en otras se quedaba en el alero, a un soplido de embocar; y las m¨¢s, aunque la l¨ªnea era buena, la fuerza era insuficiente, quiz¨¢ porque la lluvia, que ya hab¨ªa amainado, ralentizaba el rodar de la pelota. Todo se quedaba en muecas, en leves gestos de resignaci¨®n pero, sobre todo, semblante de concentraci¨®n. Sab¨ªa lo que se jugaba, pues suma 31 torneos seguidos pasando el corte, tambi¨¦n 15 majors de carrerilla, la racha m¨¢s longeva de los jugadores que est¨¢n en activo. La ¨²ltima vez que no lo logr¨® fue en septiembre de 2021, en el Fortinet Championship.

Hasta que en el hoyo 12 perdi¨® la paciencia o se la hicieron perder porque tras el golpe de salida el palo fue al suelo y la queja de Rahm a los cuatro vientos porque alg¨²n aficionado hab¨ªa hablado o hecho una foto antes de tiempo. La bola fue al rough, claro. Y se le complic¨® el hoyo, al punto de que fall¨® el putt de par y se puso +6, fuera del corte, momento en el que sali¨® del green soltando improperios al aire. Minutos despu¨¦s, sin embargo, levant¨® la mano para agradecer el aullido del p¨²blico, v¨ªtores por su segundo birdie del d¨ªa, vuelta a la compostura. Y m¨¢s que eso, pues se sac¨® de la manga otro birdie en el 14 y en el 15, al fin putt que te quiero putt. Aunque volvi¨® a errar en la salida y en el 16 sum¨® un nuevo bogey, ya no perdi¨® comba, suspiro de alivio por seguir de pie. Cerca de la cabeza se mantienen el cient¨ªfico DeChambeau y Justin Suh (-3), al tiempo que se arrima el maestro de grandes Koepka (-2). Pero mientras Rahm sufre, Scheffler sonr¨ªe.

Larraz¨¢bal, 11 a?os despu¨¦s

Pablo Larraz¨¢bal, que gan¨® hace poco en Corea en el Dp World Tour, cerr¨® la jornada con +4 y se asegur¨® su pase al fin de semana. Re¨ªa en el campo, disfrutaba, gozaba con su juego. ¡°Le he puesto ganas, coraz¨®n¡­ Llevo muchos a?os sin pasar el corte en un grande y jodido pensarlo¡­ Pero me he vaciado en el campo, he jugado de coraz¨®n y pensando en hacer las m¨ªnimas posibles, siempre mirando ese +4 como resultado m¨¢ximo¡±, convino. Dicho y hecho, suficiente para pasar el corte en un major 11 a?os despu¨¦s del ¨²ltimo, entonces en el British de 2012, cuando acab¨® en el puesto 45. No tuvieron la misma fortuna Adri¨¢n Otaegui (+8) ni Adri¨¤ Arnaus (+6) -fall¨® el ¨²ltimo putt de birdie-, que se quedaron sin superar el corte. Como otros ilustres del circuito: Rickie Fowler, Matt Fitzpatrick, Billie Horschel, Si Woo Kim (+6); Francesco Molinari, Matt Kuchar (+7); y Jason Day y Joaqu¨ªn Niemann (+8).

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.