Zana le niega a Pinot su ¨²ltimo deseo, ganar una etapa del Giro de Italia
Victoria del joven italiano ante el franc¨¦s en la primera etapa dolom¨ªtica, en la que Almeida cede 20s tras un ataque combinado de Roglic y Thomas, siempre de rosa
Lanza el sprint Pinot, acelerado, ansioso, equivocado, y le remonta Zana, maglia tricolor de campe¨®n nacional. Los periodistas italianos rompen en estrepitoso aplauso mientras el comentarista de la RAI, sin voz ya casi, remacha, ¡°un triunfo estrepitoso¡±, grita en agudo. A poco menos de dos minutos llegan Roglic y Thomas, de rosa, que se han puesto de acuerdo y se han librado unos kil¨®metros del peligroso Almeida, que llega a ...
Lanza el sprint Pinot, acelerado, ansioso, equivocado, y le remonta Zana, maglia tricolor de campe¨®n nacional. Los periodistas italianos rompen en estrepitoso aplauso mientras el comentarista de la RAI, sin voz ya casi, remacha, ¡°un triunfo estrepitoso¡±, grita en agudo. A poco menos de dos minutos llegan Roglic y Thomas, de rosa, que se han puesto de acuerdo y se han librado unos kil¨®metros del peligroso Almeida, que llega a 20s. Ninguna ofensiva de ning¨²n favorito ha conseguido en las 18 primeras etapas una ventaja mayor de 25s, y en ninguna ha llegado ninguno solo. Tres parejas y en las tres, como en un juego de combinaciones incompleto, Thomas con todos. Thomas lleg¨® con Roglic en Fossombrone, donde cedieron Almeida y Evenepoel. Almeida con Thomas en el Bondone, y el esloveno m¨¢s tarde; y Roglic con Thomas en Palafavera, en Val di Zoldo, Dolomitas bajos, 1.518 metros. Tras esta suerte de variaciones musicales, y fugas, Thomas, el ¨²nico que no ha tomado la iniciativa en ning¨²n momento, lidera con 29s sobre el esloveno y 39s sobre el portugu¨¦s. Al Giro le quedan dos d¨ªas duros. La igualdad es estrepitosa.
Ni triste ni ¨¦pico ni legendario ni bello, estrepitoso es el adjetivo del Giro, de este y de todos, como es Italia. Cualquier ruido es un terremoto, cualquier acontecimiento -una ca¨ªda, una covid, un desfallecimiento, una etapa recortada, una nevada, una etapa fumada, regalos de maglias rosas, apocal¨ªpticos encadenamientos de monta?as los ¨²ltimos d¨ªas, abandonos clamorosos-, son durante 24 horas anuncios del fin del mundo, y al d¨ªa siguiente pasado tan remoto como el recuerdo de Eddy Merckx en las Tres Cimas de Lavaredo, 55 a?os hace, y tan atronador su ruido como atronador es el silencio con el que Geraint Thomas responde a la pregunta con que el animoso periodista de la Gazzetta dello Sport examina al maglia rosa. ¡°?Conoces la historia ciclista de las Tres Cimas de Lavaredo, la nieve, Merckx, Nibali?¡±, inquiere el periodista pronunciando los nombres propios como quien pronuncia el nombre de Dios, con tanta veneraci¨®n, por lo menos, dando por sentado que el gal¨¦s, un viejo (este jueves 25 cumple 37 a?os y le regalan una tarta rosa) ganador de Tour se pondr¨ªa inmediatamente de rodillas en adoraci¨®n. ¡°?C¨®mo? ?De qu¨¦ me hablas? Tre Cime¡ ?qu¨¦ es?¡±, responde, sin embargo, Thomas. ¡°Ah, de la etapa del viernes¡ No tengo ni idea. Tendr¨¦ que buscarlo en YouTube¡±.
La conversaci¨®n, descorazonadora, para la gente del ciclismo que cree que en sus h¨¦roes palpita el mismo sentimiento mitificador ocurre la v¨ªspera de la entrada del Giro en los salvajes Dolomitas de Belluno, la ciudad de Buzzati en la que no pasa nada, solo el r¨ªo Piave sobre un ancho lecho de piedras. En Val di Zoldo se habla el ladino que llevaron los conquistadores soldados latinos y hay pueblos que se llaman Dont, donde naci¨® el evangelio del helado y sus heladeros los expandieron por el mundo, o Coi, y este es un puerto de monta?a cortito y vertical, carretera estrecha, asfalto viejo, cuarteado, en el que, a 1.500m de su cima, ataca Roglic despu¨¦s de que su querido Kuss haya mantenido varios kil¨®metros un ritmo duro. Thomas se va f¨¢cil con el esloveno; Almeida se queda y persigue, ayudado por su compa?ero Vine. Pasa a 10s de la gran pareja, feliz de colaborar, dejando su mano a mano para los Dolomitas altos, las Tres Cimas (2.304 metros, casi tres kil¨®metros de subida al 13% por encima de los 2.000 metros de altitud, donde el ox¨ªgeno vuela, tan ligero), tras el dur¨ªsimo Giau, y la lluvia anunciada, o, chi sa, para la cronoescalada final, donde cada uno subir¨¢ mirando en su interior y no a los ojos (las gafas oscuras) del rival. Tras un peque?o descenso, en el que su Vine se sale en una curva y le perturba, Almeida inicia solo la cortita subida final, encontrando fuerza en una gran curva en el apoyo estrepitoso de portugueses con banderas que le ensordecen con sus gritos.
Brilla el sol. D¨ªa espl¨¦ndido. Ciclismo festivo. Tres amigos. Despu¨¦s de chocar la mano con Almeida, maglia blanca de mejor joven, Roglic, que no tiene que pasar por el podio, da media vuelta y desciende al autob¨²s, aparcado al pie de la subida. Thomas y Almeida, en la meta, hacen rodillo defatigante, 10 minutos, y hablan. Almeida le felicita al gal¨¦s por su cumplea?os y Thomas le dice, con esta edad tendr¨ªa que estar ahora en la playa, como un buen jubilado, pero me divierto corriendo. ¡°Estoy muy bien de piernas, m¨¢s o menos como cuando gan¨¦ el Tour¡±, dice luego, m¨¢s serio, en la conferencia de prensa, mientras mastica con apetito una galletas galesas, mantequilla y pasas y tanta harina, que le han regalado unos aficionados de las tierras del drag¨®n. ¡°Pero debo seguir haciendo lo que hago [corriendo al mil¨ªmetro]. Ya ha llegado el d¨ªa m¨¢s terrible de mi carrera¡±.
Delante de los tres que pueden ganar el Giro, tras 150 kil¨®metros en fuga, Zana ¨Cespigado, 1,85m, solo 24 a?os y ya corriendo su cuarto Giro, todos acabados, y fue tercero en el Tour del Porvenir de 2021, detr¨¢s de Carlos Rodr¨ªguez, y amante de los caballos¨C es el mensajero que env¨ªa el destino para negarle su ¨²ltimo deseo a Pinot, de 32, maglia azul de mejor escalador, quien, hace unos meses, al anunciar su retirada del ciclismo, declar¨® que solo le faltaba para ser feliz ganar una etapa en el Giro. ¡°Hay que coger la oportunidad cuando llega, porque nunca sabes si la volver¨¢s a tener¡±, dice el joven Zana, como si tristemente Pinot, ya derrotado por Einer Rubio otro d¨ªa de fuga, no lo supiera. ¡°Una cosa as¨ª pasa pocas cosas en la vida¡±.
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