El Atl¨¦tico se lleva la Copa de la Reina en los penaltis tras una remontada ¨¦pica
El Real Madrid se adelant¨® con dos goles, pero vio como su rival forzaba la pr¨®rroga en el descuento y bajo un aguacero
La primera final madrile?a en el f¨²tbol femenino se la llev¨® el Atl¨¦tico, que hizo m¨¦ritos para ganarla. El Real Madrid tendr¨¢ que esperar. El hueco en las vitrinas para su primer trofeo sigue vac¨ªo, porque las jugadoras colchoneras, que parec¨ªan heridas de muerte despu¨¦s del segundo gol madridista, decidieron que la pelea no hab¨ªa acabado. Lucharon hasta el descuento, empataron en el l¨ªmite y ganaron en los penaltis despu¨¦s de una pr¨®rroga est¨¦ril.
Se adelant¨® el Real Madrid gracias a un c¨®rner que no fue, porque la ¨²ltima en tocar el bal¨®n que se perdi¨® por la l¨ªnea de fondo fue Caicedo. M¨¢s madera para las pol¨¦micas. Lo que no tuvo discusi¨®n fue el remate de Toletti desde el punto de penalti. Ninguna defensora la encim¨® y la francesa coloc¨® la pelota cerca del poste, donde no llegaba Lola Gallardo.
Fue un peque?o detalle, o no tanto, de los que pueden decantar un partido, porque hasta entonces hab¨ªa sido el Atl¨¦tico el equipo que m¨¢s insisti¨® ante la porter¨ªa contraria. Nada m¨¢s comenzar, una carrera de Ajibade que acab¨® en un remate cruzado inici¨® el bombardeo sobre la porter¨ªa de Misa, que se convirti¨® en el valor m¨¢s s¨®lido del Real Madrid durante la primera media hora, en la que la indudable calidad de las jugadoras blancas no se reflej¨® en el juego.
Bien vigilada la escocesa Weir; con Linda Caicedo que ten¨ªa encima a Moraza all¨¢ donde fuera, les faltaba chicha a las madridistas. La que les sobraba a las colchoneras, que pudieron adelantarse en un saque de esquina, que tras un primer toque de cabeza, remat¨® Abijade con toda la porter¨ªa para ella, y que cabece¨® por encima del larguero.
Luego fue Banini la que tras una cabriola se busc¨® el espacio para quedarse frente a Misa, que sac¨® el disparo a c¨®rner.
Respir¨® el Real con las ocasiones frustradas del Atl¨¦tico, y equilibr¨® el partido, aunque segu¨ªa vigente la iniciativa de las rojiblancas. Pero lleg¨® el gol de Toletti y las cosas cambiaron. Tal vez no tanto en lo que restaba de la primera parte, pero s¨ª desde el regreso de las futbolistas tras el descanso. Se disip¨® la energ¨ªa colchonera mientras comenzaba a diluviar sobre Butarque mientras aparec¨ªan los paraguas. El Madrid dio un paso adelante y comenz¨® a acosar la porter¨ªa de Lola Gallardo, que pas¨® de aburrirse, salvo en la jugada del gol, a la hiperactividad con las constantes llegadas de las blancas. El primer gran aviso lo dio Weir, que recibi¨® en el ¨¢rea, y tras un gran control y un descomunal regate, se plant¨® ante Gallardo, que hizo la parada de la noche.
Insist¨ªa el Real, y as¨ª lleg¨® el segundo gol en un centro de Linda Caicedo desde la izquierda, que Ivana, la capitana madridista, que suele tener poca relaci¨®n con el gol, toc¨® de cabeza al lado contrario para coger a contrapi¨¦ a defensas y guardameta. Arreciaba la tormenta, sonaban los truenos despu¨¦s de que los rel¨¢mpagos iluminaran la noche, y el Real Madrid enfilaba hacia su primer t¨ªtulo despu¨¦s de solo tres a?os de historia, ante la complacida mirada desde el palco de Florentino P¨¦rez.
Y entonces, las jugadoras colchoneras comenzaron a hacer un poco la guerra por su cuenta, y no les fue mal porque aflor¨® la calidad individual y se multiplicaron las llegadas al ¨¢rea madridista. Alexia, que sali¨® en la segunda parte, remat¨® un bal¨®n al larguero y, aunque parec¨ªa un poco tarde, en el 87, Luc¨ªa Moral empuj¨® a la red el env¨ªo de la argentina Banini, que remont¨® la l¨ªnea de fondo para dar el pase de la muerte. Fue ella misma la que empat¨® el partido en el l¨ªmite, al embocar por la escuadra un lanzamiento de falta que super¨® a Misa. El banquillo atl¨¦tico se convirti¨® en una fiesta. Tras los penaltis fue un fiest¨®n.
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