Alav¨¦s y Levante aplazan el desenlace del ascenso
Empatan sin goles en Mendizorroza y remiten la resoluci¨®n de la eliminatoria al partido del Ciutat de Valencia
Nada se resolvi¨® en Mendizorroza. Los aficionados del Alav¨¦s y el Levante abandonaron de noche el estadio del Paseo de Cervantes, o se levantaron del sof¨¢, con la incertidumbre de saber qui¨¦n tendr¨¢ un puesto en la m¨¢xima categor¨ªa la pr¨®xima temporada. El asunto es que nadie dio pistas sobre lo que puede suceder el s¨¢bado pr¨®ximo en el Ciutat de Valencia, porque el empate sin goles, aunque beneficie al equipo valenciano en caso de que el partido y la pr¨®rroga acaben igualados, no es garant¨ªa de nada.
Una plaza en Primera Divisi¨®n no es cuesti¨®n balad¨ª. Hay mucho en juego; desde el dinero hasta la felicidad, aunque el dinero no haga la felicidad, pero es que en este caso pueden ir de la mano. El dinero es para el club, la felicidad para la grada, y el asunto es muy serio. Por eso el Alav¨¦s y el Levante se lo tomaron as¨ª, como si fuera una oposici¨®n a notar¨ªas, con todos los temas bien estudiados. Y cuando sucede esto, lo que falta es la creatividad, y lo que sobran, los errores.
Aunque haberlos haylos, como en el primer minuto, cuando a Montiel, el ca?onero del Levante, le dejaron espacio los defensas del Alav¨¦s, y tuvo que ser Sivera quien sacara a su equipo del atolladero.
Despu¨¦s hubo poco para relatar, porque los dos equipos minimizaron los riesgos durante toda la primera parte. De un ligero dominio para el equipo visitante se pas¨® a un cambio de tendencia tambi¨¦n sutil, pero no lo suficiente como para inquietar a Femen¨ªas.
La segunda comenz¨® como la primera, con otro disparo de Joni Montiel y la respuesta de Sivera, pero con el cansancio llegaron m¨¢s espacios y el partido se hizo m¨¢s divertido para el espectador neutral, que para los partidarios de uno y otro para los que todo son nervios y ansiedad. Moya oblig¨® a Femen¨ªas, tambi¨¦n desde lejos, y m¨¢s adelante Tenaglia conect¨® de cabeza en un c¨®rner para que detuviera el guardameta.
Inquietaba el Levante a espacio abierto con De Frutos, que dispar¨® desde la frontal, en los ¨²ltimos instantes, para que el bal¨®n pasara muy cerca del poste, pero tambi¨¦n el Alav¨¦s con Villalibre, una pesadilla para los centrales, pero que tambi¨¦n vivi¨® la suya, porque el ¨¢rbitro le machac¨® a faltas que solo parec¨ªan estar en su imaginaci¨®n cada vez que quer¨ªa darse la vuelta para buscar sus espacios. Pero con los minutos se diluy¨® el juego, los equipos siguieron opositando a notar¨ªas para evitar sustos en defensa, y el marcador final remite al Ciutat de Valencia, donde se sabr¨¢ a qu¨¦ ciudad llegar¨¢n el dinero y la felicidad, no necesariamente por ese orden.
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