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Veinte a?os despu¨¦s de su estreno en un Grand Slam, me ilusiona enormemente ver la recuperaci¨®n de mi sobrino y vislumbrar su regreso el a?o que viene

Esta semana ha arrancado la 136? edici¨®n de Wimbledon, el torneo m¨¢s emblem¨¢tico del circuito ten¨ªstico, con la suerte para los aficionados espa?oles de poder confiar en Carlos Alcaraz, flamante campe¨®n del torneo de Queen¡¯s y firme aspirante ahora para levantar t¨ªtulo junto con el siempre favorito, tambi¨¦n, Novak Djokovic.
En estos primeros d¨ªas, nos reencontramos con sus conocidas tradiciones y rigideces que, fruto de un mundo que cambia inexorablemente y del que es dif¨ªcil abstraerse, van relaj¨¢ndose t¨ªmidamente en un equilibrio perfecto que permite adaptarse al nuevo paisaje sin perder la identidad que tanta solera sigue dando a la brit¨¢nica competici¨®n. Sigue la interminable cola, The Queue, en busca de las escasas entradas que quedan disponibles; su cuidada puesta en escena en la que no se desatiende el m¨¢s m¨ªnimo detalle; el respetuoso y colorido p¨²blico, las pistas impecables, los jueces de l¨ªnea con sus atuendos que nos trasladan a ¨¦pocas mucho m¨¢s glamurosas que la actual; las vallas sin publicidad y todos los tenistas vestidos de impoluto blanco. Un alivio para los nost¨¢lgicos que apreciamos ciertas formas que quiz¨¢s no deber¨ªan haberse dejado atr¨¢s.
Me recuerda Alejandro Ciriza que este a?o se cumplen 20 de la primera participaci¨®n de Rafael en el Grand Slam brit¨¢nico. Qu¨¦ lejos queda ya aquella ilusi¨®n inaugural, nuestro asombro ante la magnificencia de las instalaciones y esa consciencia de ser unos afortunados por poder estar all¨ª. Y, sin embargo, qu¨¦ r¨¢pido ha pasado el tiempo y qu¨¦ v¨ªvidos siguen siendo los recuerdos. Era la primera vez que Rafael ten¨ªa la oportunidad de participar en uno de los cuatro grandes torneos. Ten¨ªa 17 a?os reci¨¦n cumplidos y su recorrido profesional se limitaba a tres torneos anteriores: Montecarlo, Barcelona y Hamburgo.
Su primer encuentro fue en la pista n¨²mero 7 contra el croata Mario Ancic. A pesar del pron¨®stico del entonces gur¨² del tenis, Nick Bolletieri, de que nuestro oponente se impondr¨ªa f¨¢cilmente, Rafael consigui¨® no s¨®lo ganar el partido en cuatro sets, sino tambi¨¦n alcanzar una meritoria tercera ronda. Venci¨® despu¨¦s al ingl¨¦s Lee Childs hasta que cay¨® ante el jugador tailand¨¦s Paradorn Srichaphan.
Esa primera experiencia nos sirvi¨® para regresar a casa con la confianza de que, efectivamente, las condiciones de mi sobrino pod¨ªan adaptarse a la superficie de hierba. ¡°Un d¨ªa hay que ganar aqu¨ª¡±, le dije antes de abandonar el club y volar de regreso a Mallorca. Recuerdo ese preciso momento y c¨®mo esta frase se convirti¨® en una de las grandes ilusiones en la carrera de Rafael. Buena prueba de que pusimos todo nuestro empe?o fueron las cinco finales consecutivas que disput¨® en la pista central del All England Lawn Tennis & Croquet Club. Fueron las de 2006, 2007, 2008 (cuando levant¨® el trofeo por primera vez, contra Roger Federer), 2010 (cuando venci¨® a Tomas Berdych) y 2011. En 2009 no particip¨® por lesi¨®n.
Me ilusiona enormemente ver la recuperaci¨®n de mi sobrino y vislumbrar su regreso el a?o que viene a este magn¨ªfico escenario para comprobar, como dijo Carlos Gardel, que veinte a?os no son nada.
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Con la frente marchita
Las nieves del tiempo
Platearon mi sien
Sentir
Que es un soplo de vida
Que veinte a?os no es nada.
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