Nadal y Federer, 2008: Un partido como una Catedral
Socios de Wimbledon rememoran la final de hace 10 a?os, en la que el espa?ol tumb¨® al rey de la hierba en su templo ¡°tras cinco horas el¨¦ctricas¡± de pulso, considerado por muchos como el mejor de la historia
En Wimbledon, estos d¨ªas, hace calor, mucho calor. Los londinenses que transitan por el distrito SW19 combaten el sudor como pueden y desde la megafon¨ªa se anuncia la localizaci¨®n de las fuentes para evitar sustos: ¡°Your health is very important to us¡±. Es media ma?ana y las grandes riadas de aficionados que invaden las calles del recinto incrementan el impacto del bochorno. A pesar de todo, los socios del club, impecables en la vestimenta, no renunciar a sus americanas ni al trajeado brit¨¢nico. Del Member¡¯s enclosure ¨Cla estancia donde comparten champ¨¢n, fresas y debates¨C entran unos y otros sin parar, con la chapa que les diferencia del resto bien visible en sus solapas, motivo de m¨¢ximo orgullo puesto que solo una afortunada minor¨ªa de 375 personas pertenecen al All England Lawn Tennis & Croquet Club.
¡°Solo le digo una cosa: Rafa Nadal es un gran tipo, un gran jugador, pero creo que nunca podr¨¢ alcanzarle a Roger Federer. Nunca¡±, sentencia uno que prefiere mantener el anonimato.
M¨¢s all¨¢ de lo que pueda ocurrir en esta edici¨®n, de si el suizo reeditar¨¢ el t¨ªtulo del curso pasado y elevar¨¢ su noveno trofeo, o de si el propio Nadal o alguna alternativa consiguen desbancarlo, este a?o el torneo est¨¢ impregnado desde el primer d¨ªa por el d¨¦cimo aniversario de la que para muchos es la final m¨¢s apote¨®sica de la historia del tenis. Nadal y Federer, el 6 de julio del a?o 2008. Entonces, el mallorqu¨ªn derrib¨® al gigante de la hierba en su templo despu¨¦s de un encuentro memorable, resuelto por 6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 9-7, despu¨¦s de 4h 48m. Un choque que, para los rom¨¢nticos y aquellos que no lo son, tuvo todos los ingredientes: el antagonismo de estilos, alternativas, un doble par¨®n por la lluvia y una inyecci¨®n extraordinaria de ¨¦pica.
¡°Es uno de los partidos de los que he intentado olvidarme¡±, dice Federer, ganador de 20 grandes, intentando no excavar mucho en el episodio; ¡°para m¨ª quiz¨¢ sea un poco m¨¢s dif¨ªcil hablar sobre ello porque perd¨ª; para ¨¦l, probablemente, sea un gran recuerdo porque lo gan¨®¡±. Sin embargo, Nadal acostumbra a no detenerse demasiado en el pasado y estos d¨ªas mira al frente. ¡°No pienso todos los d¨ªas en esa final, estoy centrado en el hoy, pero por supuesto que signific¨® un gran paso adelante en mi carrera. Tengo claro que es uno de los partidos m¨¢s emocionales que he disputado¡±, admite el balear; ¡°todo el mundo sabe que ganar aqu¨ª era uno de mis sue?os. Tuvo mucho impacto en mi juego. La satisfacci¨®n que me dio esta victoria es dif¨ªcil de comparar con otras cosas. Las cosas buenas quedan ah¨ª¡±.
Tensi¨®n, lluvia y oscuridad
¡°Fue muy emocionante, uno de los mejores duelos que he visto en mi vida. La manera en la que termin¨® fue fenomenal¡±, cuenta David, miembro del club desde hace 28 a?os y presente ese d¨ªa en la grada de La Catedral. ¡°El ambiente era extraordinario. Desde mi punto de visto fue incluso mejor que la final entre Bj?rn Borg y John McEnroe de 1980¡ El tie-break de estos fue impresionante, pero el quinto set de Nadal y Federer fue otra historia. Roger levant¨® tres bolas de partido, pero no pudo detener a Rafa aquella vez¡±, a?ade este londinense, que esa noche sali¨® dolido de la central. ¡°Para m¨ª, Federer es el m¨¢s grande. Es G.O.A.T (Greatest Of All Time, el mejor de todos los tiempos)¡. Sus tiros son incre¨ªbles y, adem¨¢s, es un muy buen hombre¡±.
¡°Recuerdo que todo qued¨® muy oscuro, que apenas hab¨ªa luz durante la ceremonia final, as¨ª que tuvieron que encender los focos. Creo que fue un partido que quedar¨¢ grabado para siempre en la memoria hist¨®rica del tenis. Roger Federer es un deportista ¨²nico, pero solo puedo felicitarle a Rafa por lo que logr¨® ese d¨ªa. Su triunfo fue muy merecido¡±, interviene Michael, otro veterano integrante de Wimbledon, cogido del brazo por su mujer.
¡°Yo tambi¨¦n estaba all¨ª. He presenciado unas cuantas y creo esta es la mejor que he visto en mi vida, sin duda¡±, indica con rotundidad Penelope. ¡°S¨ª, como Cruz¡¡±, bromea con una s final la mujer, acompa?ada de otras dos socias, todas ellas con sombreros y vestidos de tono pastel. ¡°Comenz¨® a llover, as¨ª que detuvieron la final. Pudo pasar cualquier cosa¡ Fue una noche asombrosa. Fue el¨¦ctrica, definitivamente cinco horas el¨¦ctricas¡±, define.
La gran demostraci¨®n de Rafa
Y al paso aparece junto a su esposa Ian. Un rostro amable y sonrosado que resulta muy familiar a los periodistas, ya que este Londoner es el miembro del club que acompa?a desde hace a?os a Nadal durante las conferencias de prensa. ?l modera el turno de palabra y, por supuesto, tambi¨¦n estuvo aquel 6 de julio en la pista. ¡°La lluvia retras¨® el comienzo de la final¡±, precisa. ¡°Y luego intervino otras dos veces, la segunda en un momento crucial [a las 19.45 de la tarde, con 2-2 y 40-40 en el electr¨®nico]. Todo estaba muy oscuro, casi de noche, y hubo problemas para las c¨¢maras de televisi¨®n. Hubo dos puntos sensacionales: creo que Rafa tuvo un match point en el cuarto set, pero Roger lo salv¨® con un rev¨¦s paralelo sobre a la l¨ªnea, uno de los mejores puntos que he visto; despu¨¦s, Rafa peg¨® uno de sus golpes cl¨¢sicos con la derecha, fant¨¢stico¡±.
Entusiasmado en su relato, el caballeroso Ian contin¨²a rememorando: ¡°Recuerdo tambi¨¦n que Rafa lleg¨® muy tarde a la sala de prensa, porque tuvo que pasar el control antidopaje. Todo se retras¨® e incluso llegamos tarde a la cena de los campeones, conduciendo a toda velocidad¡±, agrega, antes de concluir: ¡°Rafa es un gran campe¨®n¡ ?Con qu¨¦ estilo me quedo? Perm¨ªtame que no me pronuncie. Federer, en hierba, es magn¨ªfico¡ Pero lo que hizo Rafa fue fant¨¢stico, porque demostr¨® que un jugador de tierra puede ganar Wimbledon desde la l¨ªnea de fondo¡±.
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