La trastienda de Wimbledon: entre parch¨ªs, Beckham y activismo

Atravesar la campa de Wimbledon Park se convierte este mi¨¦rcoles en todo un desaf¨ªo. All¨ª, entre tiendas de campa?a y la gigantesca hilera de personas que dibuja The Queue, la c¨¦lebre cola del torneo, empuja con fuerza el viento y empapa la lluvia a primera hora del d¨ªa hasta formar un gran barrizal. Todo vale por conseguir una entrada. Los pron¨®sticos meteorol¨®gicos han hecho la jugarreta ¨Cno se preve¨ªa lluvia, a diferencia de la jornada anterior¨C y el programa vuelve a sufrir retrasos y cancelaciones. Se evaporan 32 partidos del cartel ¨C21 cancelaciones y 11 suspensiones¨C y el inicio ...

Atravesar la campa de Wimbledon Park se convierte este mi¨¦rcoles en todo un desaf¨ªo. All¨ª, entre tiendas de campa?a y la gigantesca hilera de personas que dibuja The Queue, la c¨¦lebre cola del torneo, empuja con fuerza el viento y empapa la lluvia a primera hora del d¨ªa hasta formar un gran barrizal. Todo vale por conseguir una entrada. Los pron¨®sticos meteorol¨®gicos han hecho la jugarreta ¨Cno se preve¨ªa lluvia, a diferencia de la jornada anterior¨C y el programa vuelve a sufrir retrasos y cancelaciones. Se evaporan 32 partidos del cartel ¨C21 cancelaciones y 11 suspensiones¨C y el inicio de la acci¨®n se dilata, lo que multiplica la actividad en el Players Lounge, el ¨¢rea reservada a los profesionales. De por s¨ª concurrida, se transforma este d¨ªa tan londinense en un hervidero.

Por ah¨ª se le ve a la n¨²mero uno, Iga Swiatek, tomar anotaciones al m¨¢s puro estilo Van Gaal antes de saltar a la pista a media tarde y despachar con ese ejercer suyo de granito a la valenciana Sara Sorribes, a la que solo le deja las migas (6-2 y 6-0). Asoma en una de las terrazas la danesa Caroline Wozniacki, que la semana pasada fue noticia porque confirm¨® que este verano volver¨¢ a jugar despu¨¦s de haberse retirado hace tres a?os y de haber estrenado maternidad; la danesa, ex n¨²mero uno y campeona del Open de Australia (2018) y la Copa de Maestras (2017), declina con elegancia la invitaci¨®n a hablar: ¡°Disculpe, pero tengo fisio ahora. El s¨¢bado har¨¦ algo con la prensa¡­¡±.

A un costado, el joven Holger Rune se relaja antes de resolver su pase a la segunda ronda y un par de mesas m¨¢s all¨¢, Novak Djokovic y su camarilla se lo pasan pipa jugando al parch¨ªs. El campe¨®n de 23 grandes se divierte tal y como compite: con todo. No quita ojo al tablero y tan solo pierde la atenci¨®n cuando su hija Tara le reclama, primero, y cuando el ex futbolista David Beckham hace acto de presencia y le quiere saludar, despu¨¦s. Acepta Nole, cort¨¦s. Pero ¨¦l est¨¢ a lo suyo, que al fin y al cabo es ganar aqu¨ª y all¨¢, a esto y a lo otro. A lo que sea. Lo hace primero en el pasatiempo y despu¨¦s en la central, donde el australiano Jordan Thompson le planta cara, aunque no resiste a su despliegue y se inclina (6-3, 7-6(4) y 7-5).

El balc¨¢nico suma ya 350 victorias en los grandes escenarios, ¨²nicamente por detr¨¢s de Roger Federer (369) y Serena Williams (367), por delante de Rafael Nadal (314). No pierde un partido en Londres desde hace cinco a?os y su halo sigue haci¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s grande. ¡°Es un gran privilegio jugar en esta pista, sobre todo a esta edad y en esta etapa de mi carrera en la que intento seguir empujando contra los j¨®venes que est¨¢n saliendo. No s¨¦ cu¨¢nto durar¨¢. Por el momento, tengo una especial y rom¨¢ntica relaci¨®n con esta pista¡±, expone el serbio tras el duelo, presenciado desde el Royal Box por Beckham.

¡°Just Stop Oil¡± (y m¨¢s colas)

Al ingl¨¦s le reclama todo el mundo una foto, incluso entre bastidores; no puede dar un par de pasos sin que le detengan, educado y tatuado de arriba abajo, con la arruga ya marcada en la frente. Agradece con ese acento tan brit¨¢nico: ¡°Thank you, thank you¡±. Mientras tanto, la cantante Katy Perry y el actor Orlando Bloom, camuflado detr¨¢s de unas gafas, pasan m¨¢s desapercibidos. La tunecina Ons Jabeur, c¨®mo no, escoge a Beckham a la hora de pedir la foto. ¡°Cuando han anunciado que ¨¦l estaba ah¨ª, ha sido como: ?Oh, Dios m¨ªo!¡±, admite la africana, muy futbolera; ¡°creo que todo el mundo se emociona cuando est¨¢ cerca Beckham. Es incre¨ªble, ha sido un privilegio que me haya visto jugar hoy¡±, agrega Jabeur, una de las protagonistas de la jornada en la central del All England Club.

Entretanto, en la Pista 18, muy cerca de la Catedral, se suceden los sobresaltos. A mediod¨ªa, dos espont¨¢neos han sorteado la seguridad ¨Ctanto la del acceso al recinto como la que rodea al rect¨¢ngulo de juego¨C y roc¨ªan la pista de confeti naranja antes de ser neutralizados durante el duelo entre el japon¨¦s Sho Shimabukuro y el b¨²lgaro Grigor Dimitrov. Ella, profesora de 68 a?os y m¨²sico de 66, pertenecen al grupo ecologista Just Stop Oil (Paren el petr¨®leo), que estos d¨ªas reivindican en el exterior del complejo y que en los ¨²ltimos tiempos ya se han hecho notar con varias acciones desarrolladas en acontecimientos deportivos brit¨¢nicos. Rugby, cr¨ªquet, dardos. Y de nuevo a la carga en el tenis. EN el turno posterior, un tercero repite durante el pulso entre la brit¨¢nica Katie Boulter y la australiana Daria Saville. M¨¢s papelitos naranjas sobre el verde.

Temerosa de que tales acontecimientos pudieran suceder, la organizaci¨®n del torneo ha impuesto unas medidas especiales a la entrada. Se cachea a los aficionados con celo, se retiran sustancias y elementos sospechosos ¨Cdesde cualquier tipo de polvo a envases met¨¢licos¨C y las colas van alarg¨¢ndose tanto por Church Road como por Somerset Road. Tensi¨®n y enfados entre la muchedumbre. Y durante buena parte del d¨ªa, m¨¢s agua. Londres, la lluvia y Wimbledon: no pod¨ªa ser perfecta la cosa.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.