En Wimbledon, todos los caminos conducen a Djokovic

Mientras el resto de los jugadores sigue tratando de desentra?ar los misterios de la hierba, Novak Djokovic saca pecho y se balancea sobre un columpio, delante de un lago y reflexivo, esperando a que llegue la embestida colectiva sobre el verde. Viene a decir el todopoderoso Nole: s¨ª, aqu¨ª mando yo, aqu¨ª os espero a todos. ¡°No necesito que est¨¦ Carlos [Alcaraz] ni cualquier otro para encontrar ese impulso y esa motivaci¨®n extra que me aportan los Grand Slams. S¨¦ que son siete partidos para ser campe¨®n, as¨ª que sea quien sea el rival al que tenga que enfrentarme, no hay diferencia para m¨ª. Necesito hacer lo que tengo que hacer. La mayor parte de mi atenci¨®n se centra en mi cuerpo y en mi mente, en mi juego, tratando de llevarlo al estado ¨®ptimo en el que estoy ahora mismo¡±, advierte el de Belgrado, el hombre al que todo el mundo se?ala. Y con raz¨®n.

Reconocido hist¨®ricamente como un superdotado sobre cemento, Nole ha ido apropi¨¢ndose silenciosamente de la superficie que hizo suya el gran Roger Federer. El suizo se ech¨® a un lado el curso pasado, pero tres a?os antes ya hab¨ªa recibido la estocada definitiva cuando el propio Djokovic anul¨® dos bolas de campeonato y se reivindic¨® como un consumado especialista sobre el c¨¦sped, tradicionalmente asociado a otros tenistas con un perfil m¨¢s espec¨ªfico. Sin la m¨ªstica de Bj?rn Borg o Rod Laver, el aura de Federer o el reconocimiento brindado hacia grandes s¨ªmbolos como John McEnroe, Boris Becker o Pete Sampras, su ¨ªdolo de juventud, el de Belgrado ha ido carg¨¢ndose de razones y registros para superarlos a todos ellos. Por derecho propio, Djokovic es ya uno de los referentes.

As¨ª lo entiende el franc¨¦s Patrick Mouratoglou, prestigioso preparador, la sombra de Serena Williams en los mejores a?os de la estadounidense. ¡°Ganarle a Novak en Wimbledon es la mayor monta?a a la que cualquier tenista se puede enfrentar¡±, asevera el t¨¦cnico en uno de los episodios de Break Point, la serie producida por Netflix, mientras desde algunos sectores se le recuerda al galo el binomio de Rafael Nadal y Roland Garros. Todav¨ªa est¨¢ lejos el balc¨¢nico de la hegemon¨ªa del mallorqu¨ªn sobre la tierra batida, pero los n¨²meros apuntan a un dominio s¨®lido y creciente, cada m¨¢s evidente en un territorio en el que ¨²nicamente los legendarios Borg (de 1976 a 1980) y Federer (de 2003 a 2007) han sido capaces hasta ahora de firmar cinco entorchados consecutivos; Sampras engarz¨® sus siete t¨ªtulos entre 1993 y 2000, pero pinch¨® a medio camino (1996) contra el neerland¨¦s Richard Kajicek.

Apunta a igualarlos ahora Nole, campe¨®n de las cuatro ¨²ltimas ediciones y seis veces en la ¨²ltima d¨¦cada, en la que se han celebrado nueve ediciones del major brit¨¢nico a ra¨ªz de la cancelaci¨®n de 2020 por la pandemia. Con siete trofeos en total, 86 triunfos y tan solo 10 derrotas, la ¨²ltima de ellas en 2017 ¡ªen los cuartos de final, frente al checo Tomas Berdych¡ª, el promedio del actual n¨²mero dos (85,8%) impone y marca la diferencia. Pese a que el genial Federer no encuentre a¨²n comparaci¨®n ¡ªocho t¨ªtulos y un 86,9% de efectividad en su jard¨ªn¡ª, Djokovic se expresa por encima de t¨®tems hist¨®ricos como McEnroe (85,8%), Rod Laver (84,8%), Sampras (83,6%), Borg (83,7), Jimmy Connors (82,8%), Becker (82,3%), Rafael Nadal (79,2%) o Lleyton Hewitt (75,9%).

Los 24 grandes de Court

¡°No me siento m¨¢s relajado¡±, responde cuando se le plantea c¨®mo afronta este asalto a Wimbledon, despu¨¦s de haber conquistado el Open de Australia en enero y cinco meses despu¨¦s Roland Garros, ya con 23 grandes en el zurr¨®n y, por tanto, a un solo paso de alcanzar el r¨¦cord de los r¨¦cords, los 24 de la australiana Margaret Court. ¡°Todav¨ªa siento hambre de ¨¦xito, de m¨¢s Grand Slams, de m¨¢s victorias. Mientras exista ese impulso, s¨¦ que puedo competir al m¨¢ximo nivel; si baja, entonces ser¨¢ diferente. Pocos d¨ªas despu¨¦s de Roland Garros, ya estaba pensando en c¨®mo prepararme para este nuevo reto¡±, remarca Nole, que debutar¨¢ el lunes (13.30, Movistar Deportes) contra el argentino Pedro Cach¨ªn (67? del mundo) y al que rindieron por ¨²ltima vez en 2016, dado que el episodio de 2017 mencionado lleva asterisco.

Entonces, el codo que tantos quebraderos de cabeza la daba por aquella ¨¦poca le oblig¨® a abandonar ante Berdych, por lo que para dar con el ¨²ltimo adversario que logr¨® tumbarle de pleno hay que retroceder al a?o anterior, cuando el norteamericano Sam Querrey (ya retirado) le super¨® en cuatro mangas. A partir de ese doble episodio desafortunado, 28 victorias sucesivas y una autoridad incontestable, cada vez m¨¢s reforzada tanto por la consolidaci¨®n de su destreza como por la desaparici¨®n progresiva del especialista que pueda ponerle freno, figura ya en extinci¨®n. No es su caso. De menos a m¨¢s, su evoluci¨®n no se detiene. A m¨¢s a?os, mejor rendimiento.

¡°En realidad, nunca hab¨ªa jugado en una pista de c¨¦sped antes de los 17 a?os. Siempre so?¨¦ con ganar Wimbledon, ese fue siempre un objetivo. Llegu¨¦ al top-100 por primera vez aqu¨ª [en abril de 2007], as¨ª que este torneo tambi¨¦n tiene mucha importancia para m¨ª desde el punto de vista estad¨ªstico. Pero luego, durante varios a?os, tuve problemas para llevar realmente mi juego al siguiente nivel porque a m¨ª me gusta deslizarme, y en la hierba todo es muy distinto. Tuve que aprender c¨®mo moverme, c¨®mo caminar, c¨®mo jugar y leer el bote. A diferencia de lo que suced¨ªa hace 40, 50 o 60 a?os, esta es la superficie m¨¢s extra?a para nosotros, pero en los ¨²ltimos tiempos he conseguido adaptarme muy r¨¢pido. Cuando entro en la Pista Central, algo se despierta dentro de m¨ª y saco lo mejor de m¨ª¡±, prolonga.

Hoy por hoy, nadie reluce en la Catedral de la raqueta como ¨¦l, que acumula m¨¢s triunfos que los 19 componentes restantes del top-20 (85) y derrotado solo en Wimbledon por el escoc¨¦s Andy Murray entre los 127 tenistas que completan el cuadro. ¡°Todav¨ªa me siento aquel joven Novak [36 a?os ahora] que so?aba con ganar este torneo, el m¨¢s grande de todos¡±, enfatiza. Aqu¨ª, una vez m¨¢s, todos los caminos conducen hacia ¨¦l, firme ante la efervescencia de Alcaraz y el empuje de los j¨®venes y la edad. Cuestionado en el pre¨¢mbulo de Par¨ªs, nadie pone hoy en duda la jerarqu¨ªa del gran jefe Djokovic.

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