Espa?a se queda fuera de la final del Mundial de waterpolo en el ¨²ltimo segundo
Un tiro de Manhercz en la ¨²ltima acci¨®n del partido clasifica a Hungr¨ªa (12-11), que se jugar¨¢ el oro con Grecia el pr¨®ximo s¨¢bado en Fukuoka. Los espa?oles competir¨¢n con Serbia por el bronce
El cron¨®metro regresivo del centro acu¨¢tico de Fukuoka registraba un 0:01. Faltaba un segundo para el final del partido. Espa?a y Hungr¨ªa empataban 11-11 cuando Krisztian Manhercz recibi¨® un bal¨®n sin ¨¢ngulo apenas. Arm¨® el brazo izquierdo y tir¨®. Al primer palo. Con fuerza. Al mu?eco. Al pecho de Unai Aguirre. El portero espa?ol se dobl¨® para amortiguar el tiro y blocar en el hueco de sus brazos y una ola, un borboll¨®n, las corrientes traicioneras, la redondez de la esfera, la fluidez del medio, conspiraron para que la pelota se le deslizara por debajo del sobaco hacia el interior de la porter¨ªa: 12-11. La bocina del final son¨® en medio del desconcierto general. No se lo cre¨ªan los espa?oles ni tampoco los h¨²ngaros. Los jueces revisaron la jugada. Trazaron l¨ªneas. Fue gol. Manhercz lo celebr¨® hundido. Sus compa?eros lo abrazaron hundidos. Espa?a se qued¨® fuera de la que habr¨ªa sido su octava final mundialista en un giro cruel de un duelo que domin¨® hasta el desenlace del ¨²ltimo cuarto. Donde Hungr¨ªa dio su inesperado hachazo.
El beneficio del ¨²ltimo tiro recay¨® en Hungr¨ªa al cabo de media hora de intercambio de golpes. No hubo tregua. Espa?a intent¨® subir el ritmo, tener el control, buscar los tiros con paciencia. Hungr¨ªa no se dej¨® arrastrar al torbellino. Fueron ¨¢giles para defender y bloquearon disparo tras disparo en acciones coordinadas con gran energ¨ªa. Resistieron sin desengancharse en el marcador. Como dijo Manhercz cuando le dieron el trofeo al mejor jugador del partido: ¡°Felicito a mi defensa¡±.
¡°Los cuartos de final contra Francia cayeron para nuestro lado y hoy la suerte cay¨® del lado de los h¨²ngaros¡±, dijo Felipe Perrone. ¡°El partido estuvo en la defensa, cometimos muchos fallos y con ellos es muy dif¨ªcil. Son muchos tiradores, muy buenos, y a la m¨ªnima que te despistas te meten un gol. Es duro porque ten¨ªamos el partido en la mano. Ten¨ªamos la sensaci¨®n de que era nuestro. Pero tenemos que alzar la cabeza y luchar por el bronce¡±. Les espera Serbia, nada menos, el pr¨®ximo s¨¢bado. Hungr¨ªa y Grecia disputar¨¢n la final (RTVE Play y Teledeporte).
El seleccionador espa?ol, David Mart¨ªn, se encogi¨® de hombros. ¡°Aqu¨ª no hay justicia o injusticia; el deporte es as¨ª¡±, dijo. ¡°Hungr¨ªa tiene eso: sin juego tiene jugadores capaces de ganarte con lanzamientos lejanos¡±.
Espa?a hizo 29 lanzamientos y meti¨® 11. Hungr¨ªa hizo 29 lanzamientos y meti¨® 12. Los parciales reflejaron una igualdad: 3-3, 1-3, 3-2 y 5-3. Pero el partido se negoci¨® en los detalles. El m¨¢s llamativo, y que quiz¨¢s tuvo un peso psicol¨®gico que atorment¨® a los espa?oles y reforz¨® a los h¨²ngaros, fue el gol de Denes Varga en el segundo cuarto. Supuso poner moment¨¢neamente a Hungr¨ªa por delante (4-3) despu¨¦s de una acci¨®n tan repentina como deslumbrante. Varga recibi¨® la pelota con Blai Mallarach en su pescuezo y se gir¨® con tanta fuerza como si se apoyara en esqu¨ªes acu¨¢ticos. Su tiro de rev¨¦s desde siete metros proyect¨® un lanzamiento preciso que patin¨® en las olas y se incrust¨® en la porter¨ªa, y en la conciencia, de Espa?a.
Los dobletes de Munarriz, Sanahuja y Perrone agitaron el duelo. Pero Hungr¨ªa nunca se dej¨® intimidar y mucho menos marcar con facilidad. Los despistes proliferaron del lado espa?ol, en donde las distracciones en las defensas permitieron goles relativamente sencillos, como el que hizo Toni Nemet para que Espa?a no se escapara en el marcador (7-8). Tahull le tuvo a mano pero no atin¨® a hacerle falta. Acciones aisladas, puntuales, que en el balance final proporcionaron confianza a Hunfr¨ªa y encauzaron la semifinal hacia ese empate de alto riesgo, a los tiempos muertos sobre la hora, y al bal¨®n en manos de Krisztian Manhercz en el ¨²ltimo segundo.
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