Un Bar?a muy eficaz golea a un negado Madrid
Demb¨¦l¨¦, Ferran y el inspirado y sorprendente Ferm¨ªn L¨®pez le dan la victoria a los azulgrana en el Cl¨¢sico de pretemporada en EEUU
Ning¨²n equipo tiene la autoestima del Bar?a. Alcanza con escuchar a Laporta, a Xavi y a Araujo antes de enfrentar al Madrid y mirar despu¨¦s el resultado: 3-0. Un marcador sorprendente si se mira el partido entero disputado en Dallas. El Madrid todav¨ªa no se explica la derrota ni c¨®mo no marc¨® ni un solo gol al Bar?a. Los blancos se pelearon con los palos -contaron hasta cinco- con el rival y tambi¨¦n consigo mismos, reiteradamente negados ante un espl¨¦ndido Ter Stegen y un punzante Demb¨¦l¨¦. Los jugadores m¨¢s cl¨¢sicos fueron los mejores del cl¨¢sico ante la falta de noticias de Bellingham y G¨¹ndogan hasta que sali¨® Ferm¨ªn L¨®pez. Un delantero onubense de 20 a?os que el a?o pasado jug¨® cedido y marc¨® 10 goles con el Linares. Ferm¨ªn L¨®pez remat¨® al Madrid con un gol y una asistencia para Ferran Torres despu¨¦s que Demb¨¦l¨¦ hubiera cruzado un tiro imposible para el reaparecido Courtois.
Las dos alineaciones fueron a fin de cuentas consecuentes con el luminoso cartel del partido del AT&T Stadium. Hubo quien pag¨® 3.000 d¨®lares por una entrada en la reventa despu¨¦s de que 82.026 espectadores llenaran el campo de Arlington en Texas. Jugaban los mejores del Bar?a y los m¨¢s llamativos del Madrid. Ancelotti ha dise?ado de momento un rombo para la exhibici¨®n de Bellingham, resguardado por Tchouameni, Camavinga y Valderde, una medular primaveral y vigorosa, alternativa al talento de dos ilustres veteranos como Modric y Kroos. El Madrid aspira a evidenciar que tiene mucho futuro mientras que el Bar?a se abraza al presente a partir del experto G¨¹ndogan y del plan que le vali¨® para ganar la Liga: cuatro centrocampistas -Gavi est¨¢ lesionado- en un cuadrado; Balde para atacar y Araujo-Kound¨¦ para defender; y Demb¨¦l¨¦ antes que Raphinha para acompa?ar a Lewandowski.
Muy bien podr¨ªan haber sido dos formaciones para un partido oficial o si se quiere muy serio m¨¢s que para un amistoso de pretemporada como el de Dallas. El cl¨¢sico no admite reservas, sobre todo en el caso del Barcelona, volteado por un virus g¨¢strico y los cinco goles encajados en su estreno con el Arsenal,
condicionado por un temerario 4-3-3. Los azulgrana se agruparon mejor a partir de un dibujo m¨¢s flexible (4-4-2 o 3-4-3), despu¨¦s de sacrificar un extremo por un interior, y hasta se envalentonaron al inicio con un disparo al larguero de Oriol Romeu. Aunque la pelota parec¨ªa fluir mejor a pies de los futbolistas del Madrid, fuerte en el juego interior y en la presi¨®n, Rodrygo y Vinicius apenas profundizaban y no aparec¨ªan por los costados los laterales Mendy y Carvajal. Aguantaba y se soltaba f¨¢cil el Bar?a, con De Jong en la base con Romeu, y se estiraba por la banda de Demb¨¦l¨¦.
El franc¨¦s apareci¨® de forma definitiva para cruzar el bal¨®n a la red en una jugada de estrategia muy bien dise?ada y ejecutada por G¨¹ndogan y Pedri. Los dos volantes ya no se volvieron a asociar, cada vez m¨¢s aislados, v¨ªctimas del control progresivo ejercido por el Madrid. La eficacia azulgrana contrastaba con la esterilidad del Madrid. Vinicius chut¨® al larguero un penalti por manos de Araujo, Ter Stegen respondi¨® de manera formidable a un tiro libre de Rodrygo y la madera devolvi¨® por dos veces los remates en la misma jugada de Vinicius y Carvajal. Achicaban como pod¨ªan los azulgrana, muy replegados, resguardados por el omnipresente Ter Stegen -decisivo otra vez ante Rodrygo- y diezmados por las lesiones de Christensen y G¨¹ndogan. Tambi¨¦n se cay¨® Mendy en un partido accidentado e intenso, cargado de faltas y tarjetas, cada vez m¨¢s dominado por el Madrid.
Los ¨²nicos azulgrana indetectables para la zaga blanca eran Demb¨¦l¨¦ y Balde. El lateral armaba las transiciones con sus despliegues y el extremo no acert¨® en marcar el segundo gol en un mano a mano con Courtois. Oriol Romeu y De Jong sosten¨ªan mientras al equipo en ausencia de Pedri. El tinerfe?o despabil¨® a la salida del descanso y los azulgrana recuperaron la l¨ªnea de pase al tiempo que Demb¨¦l¨¦ continuaba con su f¨²tbol incisivo, un alivio para su equipo y un problema para los laterales dubitativos del Madrid. Ancelotti busc¨® remedio entonces a la inferioridad de su equipo con la salida a escena de Modric y Kroos. Los cambios tuvieron un impacto inmediato porque Tchouamen¨ª remat¨® al travesa?o en una acci¨®n en la que el cuero dio tambi¨¦n en la cabeza de Ter Stegen. Las sustituciones de Demb¨¦l¨¦ y Pedri parecieron debilitar por el contrario al Barcelona.
Aunque las entradas y salidas de jugadores cortaron el ritmo del partido, cada vez m¨¢s pendiente de una jugada epis¨®dica que del f¨²tbol, el inter¨¦s no decay¨® nunca, como corresponde a un cl¨¢sico, se dispute en Europa, en Asia o Am¨¦rica. El tono y las constantes se mantuvieron -a Vinicius se le escap¨® por un dedo el empate en dos acciones- hasta que compareci¨® Ferm¨ªn L¨®pez y sorprendi¨® con un fuerte disparo con la zurda a la escuadra derecha de Courtois despu¨¦s de una p¨¦rdida de Kroos. Un golazo al que sigui¨® una asistencia prodigiosa por el control y el pase picado que culmin¨® Ferran. Los suplentes azulgrana fueron todav¨ªa m¨¢s efectivos que los titulares ante un Madrid que por m¨¢s vueltas que le dio al partido nunca supo c¨®mo resolverlo ni con los buenos ni con los no tan buenos ante el asombro del p¨²blico del AT&T Stadium. Los espectadores se dieron por muy satisfechos con el vibrante cl¨¢sico vivido en Dallas.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.