Lotte Kopecky, reina de Escocia, tras imponerse a Ludwig y Vollering
La ciclista belga gana el Mundial de ruta despu¨¦s de dos medallas de oro y una de bronce en pista
Lotte Kopecky, que visti¨® el maillot amarillo del Tour del primero al ¨²ltimo d¨ªa, cuando lo perdi¨® en el Tourmalet, es la reina absoluta de los mundiales de ciclismo celebrados en Escocia, que se clausuraron con la carrera femenina en ruta. Se visti¨® con el jersey arco¨ªris, como hizo en las pruebas de pista de eliminaci¨®n y puntuaci¨®n, y adem¨¢s de los tres oros consigui¨® el bronce en ¨®mnium. El ¨²ltimo d¨ªa, y de principio a fin, la corredora belga fue la mejor, y ella lo sab¨ªa. Por eso corr¨ªa inquieta, nerviosa, esperando cualquier movimiento, cayendo a veces en trampas de las que luego, sin embargo, supo salir, porque las piernas y la cabeza le daban para eso y m¨¢s. Kopecky, que consigui¨® meterse en el podio del Tour solo por detr¨¢s de Demi Vollering, compa?era de equipo, acab¨® relegando a esta a la segunda plaza en Glasgow pocos d¨ªas despu¨¦s.
Tuvo que esperar a la ¨²ltima vuelta del desagradable circuito por las calles de Glasgow para ense?ar del todo sus bazas, que eran las buenas. El Mundial se hab¨ªa corrido a la manera cl¨¢sica, sin pinganillos que repartieran consignas, con escaramuzas que iban separando el grano de la paja; decant¨¢ndose por selecci¨®n natural. Al final, despu¨¦s de atravesar varios filtros, la carrera estaba solo entre la suiza Chabbey, impulsora de una fuga de distancias m¨ªnimas pero persistentes, y un grupo con Kopecky, Ludwig, Vollering, Van Vleuten, Reusser, recuperada en apariencia del baj¨®n an¨ªmico de la crono, Schweinberger y Deignan.
Siempre a la vista, Chabbey manten¨ªa en tensi¨®n a sus perseguidoras, que se entend¨ªan a veces; a veces no, y se miraban con desconfianza entre ellas. Kopecky ped¨ªa colaboraci¨®n con sus gestos, tal vez porque sab¨ªa que estaba muy fuerte, pero no lo recib¨ªa, precisamente porque las otras tambi¨¦n lo sab¨ªan.
Atac¨® Van Vleuten y su rival el resto del a?o, Demi Vollering, fren¨® al grupo haciendo trabajo de equipo por un d¨ªa, todos los Pa¨ªses Bajos. Tuvo que ser Kopecky quien cerrara el hueco, pero el esfuerzo no le pas¨® factura. Luego Van Vleuten trabaj¨® para Vollering. Quedaban ya pocos kil¨®metros y en la pen¨²ltima ascensi¨®n a Monrose Street, un ataque de Vollering propici¨® la neutralizaci¨®n de Chabbey. Entonces, Van Vleuten desapareci¨®.
La anterior campeona del mundo sufri¨® una aver¨ªa, tuvo que cambiar de bicicleta por segunda vez y perdi¨® sus opciones. Nadie en el grupo se dio cuenta en un principio; despu¨¦s s¨ª, y todas miraban hacia atr¨¢s extra?adas, sobre todo Vollering, que perd¨ªa una aliada, y Kopecky, que se desembarazaba de una enemiga ocasional ¨Cque para eso corren en el mismo equipo¨C. Las opciones neerlandesas de jugar dos bazas se esfumaron y apareci¨® la anarqu¨ªa en el grupo. Atacaron Ludwig y Schweinberger, que cogieron unos metros. Al final tuvo que salir Kopecky tras ellas, y en el caos, la belga se desenvolvi¨® con maestr¨ªa. Parec¨ªa el final, pero Vollering hizo el pen¨²ltimo esfuerzo y consigui¨® alcanzar a las de delante en uno de los repechos, donde lleg¨® por detr¨¢s y quiso sorprender.
Entonces le atacaron los calambres. Se frot¨® la pierna izquierda, sac¨® el pie del pedal y estir¨® los m¨²sculos, pero en la siguiente cuesta, Ludwig golpe¨®, la sigui¨® Kopecky y Vollering no pudo responder. Ellas dos se jugar¨ªan, en principio, la medalla de oro. A 5,5 kil¨®metros de la meta, Kopecky comenz¨® a coronarse como reina de Escocia. Dej¨® atr¨¢s a su rival y se march¨® en solitario camino del arco iris. Tampoco se colg¨® la danesa Ludwig la medalla de plata, porque en un arranque de clase, Demi Vollering remont¨® la distancia que las separaba en la recta final, y acab¨® segunda por un tubular. Despu¨¦s, olvidando que por un d¨ªa eran rivales, se fundi¨® en un abrazo con su compa?era de equipo Lotte Kopecky, desde el domingo, reina de Escocia.
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