Chloe Dygert, campeona de nuevo tres a?os despu¨¦s de destrozarse la rodilla
La ciclista estadounidense gana la contrarreloj del Mundial despu¨¦s de superar las secuelas de su grav¨ªsimo accidente en Imola
Todo era perfecto en la vida de Chloe Dygert, la ciclista m¨¢s joven en lucir un jersey arco¨ªris de contrarreloj. En 2019, por la campi?a de Yorkshire, por el empedrado de Harrogate, la ciudad que de repente fue el centro mundial del ciclismo como lo hab¨ªa sido a?os antes del Festival de Eurovisi¨®n, la corredora estadounidense fue la m¨¢s r¨¢pida. Vol¨® para conseguir el oro.
Ten¨ªa 23 a?os y un gran porvenir por delante, pero doce meses m¨¢s tarde, en Imola, la desgracia se cruz¨® por delante de su bicicleta. Otra vez el Mundial, de nuevo favorita. Agarrada al manillar de triatl¨®n tom¨® una curva muy r¨¢pida, demasiado, no pudo rectificar y cay¨® sobre su costado izquierdo, encima del quitamiedos met¨¢lico que le seg¨® la rodilla como un machete de carnicero. La adrenalina le ocult¨® el dolor, quiso regresar a la carrera, pero se mir¨® la pierna, casi colgando. Las im¨¢genes de televisi¨®n provocaban escalofr¨ªos. La camilla, la ambulancia, el hospital, la operaci¨®n de urgencia y un largo proceso de recuperaci¨®n. Durante catorce meses se alej¨® de las carreteras, por la lesi¨®n de la rodilla y otros problemas de salud: el virus de Epstein-Barr y una cirug¨ªa cardiaca a la que tuvo que someterse por un problema de taquicardia.
Ya nada iba a ser como antes, o eso parec¨ªa cuando regres¨® en mayo. ¡°Creo que esta lesi¨®n me acompa?ar¨¢ el resto de mi vida¡±, comentaba a principios de temporada. ¡°El flujo sangu¨ªneo no es normal ni volver¨¢ a ser el mismo¡±, desvelaba, ¡°pero no puedo quejarme porque puedo competir y rendir. Es una bendici¨®n estar de vuelta y no me voy a quejar, as¨ª son las cosas y as¨ª van a ser, y no pasa nada¡±.
Positiva en la desgracia, pero pesimista el mi¨¦rcoles, la v¨ªspera de la crono de Glasgow, porque un fuerte resfriado le imped¨ªa respirar con normalidad. Su voz se convert¨ªa en un hilo. ¡°No sab¨ªa si iba a salir¡±, confesaba. Pero sali¨®, bastante pronto para ser una campeona del Mundo, porque desde su accidente en Imola los r¨¢nkings le han relegado. Lleg¨® a la meta este jueves y su tiempo mejoraba con mucho los que hab¨ªan conseguido sus predecesoras. Solo en el ¨²ltimo kil¨®metro, en el empedrado de Broad Street y el exigente Castle Wind camino del castillo de Stirling, afloj¨® un tanto su marcha aunque con una media de 46,2 km/h. Le tocaba esperar en la silla caliente, con el tel¨¦fono en la mano, pendiente de los registros de sus competidoras.
Pero nadie estuvo a su altura. La favorita, Marlen Reusser, se baj¨® de la bicicleta antes del segundo punto de control. Negaba con la cabeza antes de dejar de pedalear y sentarse en la hierba con la mirada perdida. No iba. La ca¨ªda de la contrarreloj mixta le pasaba factura en el peor momento, y dejaba el campo libre a Dygert, que desde su silla ve¨ªa c¨®mo sus acompa?antes del podio iban cambiando mientras ella permanec¨ªa inamovible en el trono.
Solo la australiana Grace Brown comenz¨® a inquietarla seg¨²n pasaban los 36 kil¨®metros de la carrera. Se qued¨® a medio minuto en el primer control horario, baj¨® a veinte en el segundo y cuando lleg¨® a las puertas del castillo, le faltaron seis para asaltar el primer puesto. Se qued¨® con las ganas. ¡°Se me hicieron muy largos los ¨²ltimos 16 kil¨®metros¡±, apuntaba Dygert. ¡°Despu¨¦s de cierto punto, no recuperaba la respiraci¨®n y comenz¨® la fatiga. Hice todo lo que puede para llegar a la meta, tengo suerte de que fuera suficiente¡±.
Fue tercera la sorprendente austr¨ªaca Christina Schweineberger, que no entraba en las quinielas pero se col¨® en el Olimpo, junto a Brown y Dygert, otra vez vestida con los colores del arco iris. ¡°No tengo palabras, han sido tres a?os muy largos¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.