Tchouameni, Romeu y el principio de Arqu¨ªmedes

¡°Dadme un punto de apoyo y mover¨¦ el mundo¡±, proclam¨® Arqu¨ªmedes y el f¨²tbol se lo tom¨® en serio. Es un principio que se aplica fundamentalmente a la actividad del mediocentro. Un vistazo a los ¨²ltimos ganadores de la Copa de Europa revela la importancia de esta posici¨®n, concretada por Busquets en el Bar?a, Casemiro en el Real Madrid, Kimmich en el Bayern y Rodri en el Manchester City. A Jorginho se le consider¨® b¨¢sico en el t¨ªtulo que gan¨® el Chelsea en 2021. Le sirvi¨® para obtener un imprevisto Bal¨®n de Bronce. En el arranque de la Liga de Campeones, dos mediocentros est¨¢n bajo la lupa: Tchouameni en el Real Madrid y Romeu en el Bar?a.

Aunque las expectativas son radicalmente opuestas en los dos casos, su funci¨®n es similar. Tchouameni es un portento f¨ªsico y un jugador caro. El Madrid pag¨® 80 millones por su traspaso, con una idea clara de su trabajo y de su porvenir. Le fich¨® para ocupar la posici¨®n que hab¨ªa gobernado Casemiro con una eficacia admirable. Qued¨® tan claro el prop¨®sito que el jugador brasile?o fue traspasado inmediatamente al Manchester United por una cantidad similar a la que el Madrid hab¨ªa utilizado para adquirir a Tchouameni.

Romeu cumplir¨¢ 32 a?os la pr¨®xima semana. Ha vuelto al club donde comenz¨® a forjarse. El Bar?a pag¨® 3,5 millones al Girona por un jugador que ha visto mundo -Chelsea, Valencia, Stuttgart y Southampton- y conoce bien el oficio. No es una estrella, ni lo pretende. Regres¨® porque el Bar?a anda corto de dinero y no se atreve a colocar a Frenkie de Jong en la posici¨®n de Busquets, a la que parec¨ªa destinado cuando lleg¨® del Ajax.

A Tchouameni se le intuye un potencial que no acaba de aparecer. Dividido por partes, lo tiene todo. Es m¨¢s r¨¢pido y tan poderoso como Casemiro, ha ofrecido estupendos detalles de rematador desde la media distancia, buen pie para pasar y mejor a¨²n para conducir, fuerte en el juego a¨¦reo y due?o de un gran despliegue. A primera vista se dir¨ªa que naci¨® para jugar de mediocentro, pero hasta ahora le han faltado dos cualidades esenciales: compactar sus variadas cualidades y a?adir el sentido estrat¨¦gico que le falta.

El Real Madrid dispone de varios de los mejores centrocampistas del mundo, provistos de habilidades muy diferentes. Ninguno es un pivote de libro.  Tchouameni no tiene competencia real en una posici¨®n que circunstancialmente pueden ocupar Kroos, Bellingham y probablemente Camavinga, a cambio de perder sus principales virtudes.  Tchouameni no termina de imponerse y despierta dudas. No garantiza la eficacia defensiva -frente a la Real Sociedad, Ancelotti le retir¨® del campo y a todo el mundo le pareci¨® bien-, ni la arquitectura necesaria para atacar.

El Bar?a comienza su temporada europea, despu¨¦s de dos eliminaciones sucesivas en la primera fase de la Liga de Campeones, fracaso que esta temporada no se puede permitir. Por primera vez en los ¨²ltimos a?os, ha armado una plantilla larga y competente, destacable en el medio campo, donde re¨²ne a Pedri, Gavi, G¨¹ndogan y De Jong, ayudados desde la defensa por Cancelo y desde la media punta por Jo?o F¨¦lix. Todos quieren jugar, pero ninguno es un mediocentro puro. De Jong es un h¨ªbrido que necesita un aguador, papel que Romeu asume con m¨¢s profesionalidad que vuelo.

Los dos equipos se encuentran ante un dilema en la Champions que se avecina. Reservan una de las posiciones m¨¢s relevantes del f¨²tbol a jugadores que, por diferentes razones, no convencen, tienen dif¨ªcil recambio y restan una plaza en sus equipos a centrocampistas de tron¨ªo. No cumplen, en definitiva, con el principio de Arqu¨ªmedes.

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